Amalia Vergara es docente jubilada y autora del libro "El derrumbe de la escuela pública". Fue publicado hace diez años, cuando ya se alertaba sobre esta nueva realidad educativa pero para la mujer la problemática se ha profundizado el último tiempo.
"Uno de los indicadores del derrumbe es el maltrato y la falta de respeto por el docente además de la falta de valoración social", menciona. Desde su punto de vista, las normas de convivencia y disciplina planteadas por la DGE dejan al maestro indefenso y la situación en las aulas va deteriorando su salud.
"La alianza de los padres con la escuela en favor de los alumnos se rompió, hoy los padres está aliados con los alumnos en contra de la escuela", dice. Recuerda que hace 3 décadas -cuando ejercía- la palabra del docente era respetada por los padres y los directivos siempre lo apoyaron. "No recuerdo que ningún padre me haya cuestionado una nota".
Desde su punto de vista hoy está en peligro el acto mismo de enseñar ya que no puede concretarse por la falta de respeto.
Para Aldo Alarcón, docente de primaria, el clima áulico se ha visto modificado por un cambio de paradigma.
"En muchos casos los padres dejan al chico en la escuela y no importa si aprende mucho, importa que no esté solo (...) el maestro ya no es el que tiene un conocimiento enciclopédico sino que pasó a ser confidente y amigo" porque muchas veces es el adulto con el que pasa más horas debido a la dedicación laboral de sus padres.
