La sexta reunión que mantuvieron los representantes del Gobierno provincial y el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) en el marco de las mejoras salariales que solicitan los docentes se concretó ayer con una nueva propuesta que a partir de ahora los educadores deberán evaluar.
Se trata de un incremento de 30,5 por ciento en el sueldo de bolsillo, en un sólo pago, en blanco y a contar desde el mes de marzo.
En ese contexto y luego de una jornada donde los reclamos en materia educativa estuvieron a la orden del día, a partir de ahora los cerca de 40 mil educadores de todos los niveles y modalidades con los que cuenta la provincia deberán evaluar la oferta en los respectivos plenarios que se llevarán a cabo en los departamentos.
Según aclaró Liliana Chaves, secretaria gremial, "la aceptación o rechazo a la nueva propuesta se decidirá en los plenarios a los que convocaremos a la brevedad". Serán en esas reuniones donde estarán los delegados de cada colegio donde se debatirá además otro ofrecimiento que hizo la parte oficial.
"El Gobierno se comprometió a que en el caso de que la oferta se acepte, no se van a descontar los días de paro", dijo Chaves en referencia a la situación que en los últimos días avivó el enojo del sector debido a los descuentos masivos que se realizaron como consecuencia de los días de huelga.
Incluso los docentes denunciaron que hubo un porcentaje considerable de trabajadores a los que este recurso no les correspondía debido a que esas semanas se encontraban de licencia o bien recién estaban cobrando el salario de enero.
En ese marco y en medio de la conciliación obligatoria que rige desde la semana pasada (después del paro de 72 horas que concluyó el jueves pasado), el Gobierno de Francisco Pérez buscará descomprimir el conflicto que dejó al ciclo lectivo 2014 con semanas casi completas de inactividad en los colegios.
Ayer, a diferencia de las primeras reuniones paritarias que mantuvieron las partes se propició un esbozo de diálogo. El sindicato, representado en la figura del su titular, Adrián Mateluna, escuchó la nueva propuesta y aseguró que la decisión final de aceptar o no está en manos de los maestros y profesores. Con esto, si bien aún el clima no es del todo tranquilo en el ámbito de la educación se buscó una actitud de acercamiento.
Hay que recordar que justamente lo que los docentes solicitan es una recomposición en los salarios superior al 30,5%, con retroactivo a enero y en blanco. De hecho, las anteriores reuniones habían fracasado luego de que la propuesta oficial fuera (entre otros puntos cuestionados) entregar los incrementos en tres pagos. Pero lo cierto es que, conforme al ritmo de la inflación, los docentes decidieron continuar sosteniendo su pedido y prometieron no dar marcha atrás a su solicitud, reforzando las medidas de fuerza.
Más que el sueldo
Tal como sucedió en las anteriores paritarias en la Subsecretaría de Trabajo, los docentes -nucleados o no en el SUTE- se unieron en un mismo pedido para que el Gobierno les mejore su salario. Pero esta vez, los pedidos se hicieron escuchar de forma más contundente e incluso dejaron en claro que los problemas en el sector educativo no se solucionarán sólo con un incremento salarial.
En las afueras de la Subsecretaría, desde las primeras horas de la tarde y hasta bien entrada la noche hubo banderas, bombos y carteles que expresaron malestar y en muchos casos hasta dolor por tener que salir a calle a reclamar por un salario que se ajuste a las condiciones mínimas para subsistir.
Uno de los motivos que hizo más fervoroso el reclamo tuvo que ver además con los descuentos que los docentes percibieron en los sueldos liquidados este mes, en la escasez de recursos y los problemas edilicios que afectan a muchos establecimientos (más de 200, según el SUTE).
"Lo que pasa es que el Gobierno no nos escucha. No nos pueden descontar los días de huelga cuando en realidad es nuestro derecho legítimo", se quejó Claudia Flores (38), quien se desempeña como maestra en una escuela de la sexta sección.
Según confió, a ella el bono de sueldo también le llegó con un descuento superior a los mil pesos cuando en realidad esos días estaba de licencia por enfermedad. En muchos casos, el planteo más repetido fue que si el dinero ya no les alcanza con el sueldo neto, entonces este mes cómo harían para sostener a sus familias.
Ruth Lara, docente de la escuela Vergara de Ciudad, expresó por ejemplo que con estos hechos, la carrera docente está desapareciendo. "Sé de chicas que empezaron a estudiar para maestras en el Normal y abandonaron para ir a trabajar al comercio porque saben que con estos sueldos no se vive", alertó.
A Gustavo Agüero, profesor de la escuela Bombal, por su parte, lo que lo tiene a mal traer es que el edificio no cuente con baños adecuados para los niños, que el techo esté en malas condiciones y que la pintura se descascare en todas partes del edificio. "Se trata de una prioridad fundamental", expresó el joven.
Otra docente, junto a algunas compañeras ayer se había sumado a la manifestación para que se conociera la situación de una colega a la que aún padeciendo una grave enfermedad, el Gobierno le aplicó un descuento que la afecta en demasía. "Esto se tiene que saber", expresó mientras sostenía un cartel Griselda.
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Docentes: el Gobierno ofreció un aumento de 30,5% en un solo pago
El sueldo inicial de un maestro se elevaría a 4.700 pesos. La suba es propuesta desde marzo. Si es aceptada, las autoridades no descontarán los días de paro. Ahora deben decidir los plenarios del SUTE.
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