El plenario provincial del SUTE aprobó ayer y por amplia mayoría, aunque no sin duras críticas de algún sector interno, aceptar la oferta que hizo el Gobierno provincial, de otorgar a los docentes un incremento salarial del 25 por ciento, pagadero en una sola cuota a partir de marzo.
Con un total de 152 votos a favor y 42 en contra, el gremio de los maestros aceptó el incremento propuesto. Fue una decisión discutida en un plenario acalorado, y su aprobación da un gran respiro al gobierno de Francisco Pérez, que logra así desatar la maraña de un conflicto que ya había provocado marchas multitudinarias de maestros y contundentes jornadas de paro en las escuelas tras dos ofertas que no convencieron, principalmente porque planteaban una suba en tres y dos etapas.
La reunión, de la que participaron cerca de 200 delegados de toda la provincia, se realizó en el club La Dormida, de Santa Rosa, y fue el resumen y puesta en común de los resultados que arrojaron los 18 plenarios departamentales, que el viernes habían debatido la propuesta salarial en los departamentos. Una oferta, "última y definitiva" según se había encargado de subrayar el gobernador Pérez. "Es el mayor esfuerzo que podemos hacer y el más importante de los que se ofrecen a nivel país; si los docentes no lo entienden y no aceptan, el único paso que nos queda es dar el aumento por decreto", había asegurado más de una vez el mandatario durante la semana que termina.
"Previo a este encuentro provincial que hemos desarrollado, hubo plenarios departamentales en los que participaron unos 1.200 compañeros representantes de más de 900 escuelas" explicó, en Santa Rosa, Javier Guevara, secretario general del SUTE: "La propuesta del 25% de aumento fue aceptada en 13 de los 18 departamentos y hoy (por ayer) hay una mayoría contundente a favor del acuerdo, que nos da legitimidad para decir que la oferta fue discutida en toda la provincia".
La reunión en el club La Dormida transcurrió en medio de un clima tenso, que incluyó cánticos entre las distintas agrupaciones que integran el sindicato, pintadas en la calle en contra de la conducción de Guevara, gritos y hasta algunos manotazos y empujones (ver aparte), pero también fue un plenario marcado por las diferencias que se han zanjado entre la mayoría de los delegados, que apoyan la propuesta del aumento ofrecida por el gobierno y aquellos que, pese a estar en minoría, critican al resto porque ven que los números del acuerdo aprobado están lejos de un incremento salarial que logre mitigar los efectos de una inflación que desgasta constantemente el bolsillo.
En medio de ese clima, los delegados y la conducción del SUTE conocían un dato cierto, que anticipaba el resultado de cualquier debate: de los 18 departamentos, sólo cinco habían rechazado la propuesta oficial:
Guaymallén, Las Heras, Godoy Cruz, Lavalle y General Alvear se habían opuesto al acuerdo con el Gobierno y sus voceros, más allá de ser minoría, se mostraron muy disconformes y enojados con sus compañeros y con la aprobación que en definitiva obtendría la oferta del 25%: "La verdad es que esperábamos que la conducción saliera a rechazar el pobre aumento que ofrece el Gobierno y que no alcanza a cubrir ni siquiera los niveles de inflación", dijo la representante de Lavalle, lo que despertó fuertes aplausos en un sector de los presentes, identificado mayoritariamente con el frente Marrón.
Aunque con luz verde para aceptar un aumento del 25%, los plenarios departamentales dejaron registradas en sus actas que los maestros seguirían luchando por algunos reclamos para los que todavía no hay una respuesta.
"Hemos dejado especificado que el Gobierno no ha respondido todavía a algunos objetivos de la lucha, como es el tema de la jornada de cuatro horas de trabajo para el docente de primaria, la de seis horas para los celadores y el pedido de no más de 25 alumnos por curso, entre otros temas", comentó Guevara y agregó: "Además, hemos planteado en el acta que no tiene que haber descuento por los días de paro, en función de que esas jornadas de lucha que los compañeros han llevado adelante han sido porque el Gobierno dejó pasar el tiempo sin presentar una propuesta que pudiera ser llevada a las escuelas".
Finalmente y más allá de haber aprobado un acuerdo con el Gobierno, el secretario general del SUTE dejó una puerta abierta a futuros reclamos salariales si algún otro gremio obtiene en el futuro un aumento más beneficioso que el alcanzado por los docentes: "La paritaria no está de ninguna manera cerrada porque es nuestro ámbito de lucha para discutir las condiciones salariales y de trabajo. Si el Gobierno no lo entiende nos va a tener peleando otra vez en la calle".