1- ¿Quiénes eran las víctimas?
Oscar Manuel Guzmán (68) y su mujer, Carmen del Pilar Honorato Azócar (65) eran de Santiago de Chile. El hombre había estado detenido en Chile y en Italia. En año 2003, Guzmán Peña, conocido en Chile como "Vinchuca", fue apresado en su país acusado narcotráfico internacional.
Según la prensa chilena, en mayo de ese año a Guzmán lo aprehendieron cuando trataba de instalar en Santiago un laboratorio para transformar pasta base en clorhidrato de cocaína. En la ocasión, la Brigada Antinarcóticos de Chile secuestró 55 kilos de esa droga y se detuvo a Felicidad Pulgar, un químico peruano que se iba a encargar de supervisar el laboratorio.
Semanas después de la detención de Guzmán, la prensa chilena volvió sobre el tema y publicó la detención de una "mula" en Brasil y tres sujetos, todos parte de la organización de "El Vinchuca". Según el diario La Cuarta, el hombre "mantenía contactos con el 'Brazo de Milán', ya que su hija Plaudina estuvo casada con el mafioso Salvatore Ciulla".
2- ¿Cuándo llegaron a Mendoza?
De acuerdo con lo investigado, la pareja llegó a la provincia a mediados de 2007 y compró la propiedad donde ocurrió el doble crimen. Por lo que se sabe, recibían visitas de gente cada tanto, entre ellos sus hijos.
De todas maneras, hay que aclarar que los dueños de casa pasaban también muchos días sin recibir visitas: de hecho, el hallazgo de los cadáveres ocurrió en la madrugada del viernes y se cree que los crímenes se cometieron entre 48 y 72 horas antes.
3- ¿Eran investigados en Argentina?
En Mendoza hay un expediente abierto a partir de exhortos enviados desde Buenos Aires, donde había una causa en el Juzgado Federal II Secretaría 4 de Buenos Aires, acerca de un pedido de embargo de una propiedad que el matrimonio tenía en Buenos Aires.
La solicitud decía: "Para que se anote el embargo dispuesto respecto del inmueble de propiedad de Oscar Manuel Guzmán Peña y de Carmen del Pilar Honorato Azócar.
La causa se origina como consecuencia de la solicitud de asistencia judicial librada por el 27 Juzgado del Crimen de Santiago de Chile, en el marco de la causa instruida por el delito de tráfico de drogas, en la que se solicitó la incautación de un inmueble de propiedad de Guzmán Peña, quien había sido sometido a proceso como autor del delito de asociación ilícita para el tráfico de estupefacientes, y por el tráfico ilícito de estupefacientes perpetrado los días 13 y 24 de mayo y 10 de marzo de 2003", según se lee en el expediente.
Esta causa no prosperó y estaba firmada por los jueces federales Horacio Rolando Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah.
En Mendoza, según palabras de gente del Ministerio de Seguridad, el matrimonio era "seguido de cerca" justamente por sus antecedentes. El fiscal del caso, Santiago Garay, no estaba al tanto de ese seguimiento hasta el día en que aparecieron los cuerpos.
4- ¿Por qué es un crimen mafioso?
Por las características violentas de ambos homicidios. Llama la atención -de acuerdo con las pericias forenses- que a las dos víctimas las hicieron arrodillar antes de ejecutarlas del mismo modo: un balazo en la nuca a cada una.
En el caso de la mujer, salió a la luz que le tiraron con una almohada mediante y que el plomo le atravesó la cabeza (ese plomo es motivo de pericia). En el caso del varón, se llegó a la conclusión de que antes de ejecutarlo del mismo modo que a su mujer, fue víctima de una tremenda golpiza, a punto tal que su dentadura postiza quedó a más de cinco metros del cadáver.
Además de estos detalles, el hecho de que no se hayan llevado nada de la casa indica que no se trató de un asalto.
"Todo esta metodología criminal tiene la impronta de un asesinato mafioso con un mensaje para alguien", deslizó un pesquisa.
Carmen del Pilar Honorato Azócar; estaba en el piso del cuarto matrimonial junto a la cama, boca abajo En el jardín del fondo hallaron a Oscar Manuel Guzmán, conocido por la policía chilena como "El Vinchuca".
5- ¿Qué dicen los vecinos?
Para los lugareños de la calle Cerro Aconcagua al 2600 de Vistalba, nada hacía pensar que esa gente anduviera en algo extraño. "Eran normalmente amables: ni hablaban demasiado ni eran parcos.
Por lo que ellos decían, estaban jubilados y vivían de rentas ya que informaban que tenían propiedades en Santiago de Chile y en Buenos Aires (algo que es verdad). Sus hijos los visitaban asiduamente y nunca vimos movimientos extraños en torno a la casa", explicó un vecino.
Tanto la propiedad de la pareja -una de las más vistosas de la cuadra- como un vehículo -un Renault Fuego- estaban a la venta.
Matías Salomón, dueño de un local pizzería del barrio, fue a quien llamaron los hijos del matrimonio para que fuera a ver por qué nadie atendía el teléfono en la casa de calle Cerro Aconcagua. Salomón declaró ante el fiscal Garay que conocía al matrimonio como a casi todas las familias del barrio porque es el delivery de la zona.
6- ¿Los asesinos conocían a las víctimas?
El hecho de que la casa y el auto estuvieran a la venta juega en contra de la pesquisa a la hora de determinar si el o los asesinos eran conocidos de la pareja ya que los accesos a la vivienda no estaban forzados, "por lo que no se sabe si las víctimas le abrieron la puerta o si se trataba de un falso comprador del auto o de la casa a quien hicieron ingresar sin problemas", según deslizó un pesquisa.
7- ¿Qué declararon los hijos?
Dos de los tres hijos del matrimonio fueron los que declararon ante el fiscal Garay. "No dijeron nada relevante en cuanto a las sospechas de quiénes podrían ser los autores del hecho y se mostraban consternados", graficó una fuente consultada. Del mismo modo, dejaron en claro que mantenían una constante comunicación telefónica con sus padres y que asiduamente venían desde Chile para visitarlos.
8- ¿Qué pruebas se investigan?
El fiscal Garay se muestra optimista a la hora de la resolución de este caso; "pasa que hay pistas que no puedo dar a conocer a la prensa", se ataja el magistrado. De todos modos, trascendió que en la escena del crimen los efectivos de criminalística levantaron gran cantidad de huellas dactilares que serán cortejadas con las de las víctimas y con los registros dactilares de la policía.
Los dos teléfonos celulares de las víctimas no fueron hallados en la casa. Igual, el magistrado ya ha pedido a la compañía de teléfono un registro de llamadas salientes y entrantes que hizo el matrimonio en los últimos días antes de que aparecieran tan brutalmente asesinados.