Ayer se desarrolló otra jornada por el juicio del doble homicidio narco en Vistalba, donde una pareja de chilenos que tenía conexión con el narcotráfico fue asesinada en un robo. Por el estrado pasaron testigos que declararon a favor de los acusados: por el policía Martín Berdejo (30) se presentaron algunos colegas. En tanto, habló la madre de Maximiliano Guerra (30) que negó haber escuchado a los imputados referirse al doble crimen.
Ante los jueces de la Cuarta Cámara del Crimen, ayer se presentaron testigos citados por las defensas de ambos.
Los abogados de Berdejo llevaron a efectivos policiales (allegados al imputado) que corroboraron lo que Berdejo dijo en su declaración: que durante el 4 y el 7 de octubre de 2013 (fecha estimada del crimen), el hijo del acusado estuvo internado por un accidente doméstico. Es decir, los policías apoyaron al imputado.
Otra que declaró fue la madre de Guerra. Fue citada ya que el policía Cristian Padura, quien trabajaba en escuchas telefónicas, declaró que un colega, pariente de Guerra, le dijo que la madre de Guerra vio a su hijo y a Berdejo con objetos presuntamente robados y que ellos le dijeron “venimos de hacer c... a unos narcos”.
Sin embargo, ayer la mujer negó rotundamente esos dichos.
Para hoy se espera que se presente el comisario general Carlos Caleri, quien cuando ocurrieron los crímenes era jefe de la división de narcocriminalidad.
Las víctimas son los chilenos Oscar Guzmán (68) y Carmen Honorato (65) quienes fueron asesinados en su casa de Vistalba entre el 7 y el 10 de octubre de 2013. Se cree que el móvil del crimen fue el robo. El matrimonio era investigado por sus presuntas conexiones con el narcotráfico. Berdejo era el encargado de analizar las comunicaciones telefónicas que hacía la pareja.