Al menos 25 personas, entre ellas un fotógrafo de la AFP y hasta ocho periodistas más, murieron en dos atentados suicidas el lunes en Kabul, el segundo de los cuales estuvo dirigido contra la prensa.
El ataque fue reivindicado por la rama afgana del grupo Estado Islámico (EI) en un comunicado en que fustigó a "los apóstatas de las fuerzas de seguridad y de los medios".
Según un balance del ministerio del Interior, el doble atentado causó al menos 25 muertos y 49 heridos. "Seis periodistas y cuatro policías figuran entre los muertos en estas dos explosiones", precisó a la AFP el portavoz del ministerio, Najib Danish.
La oenegé Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el Centro de Periodistas de Afganistán contabilizaron por su parte nueve periodistas muertos, entre ellos Shah Marai, jefe del servicio fotográfico de la oficina de la AFP en Kabul.
Marai, que llegó rápidamente al lugar de la primera explosión para tomar imágenes, murió en la segunda explosión, ocurrida unos 30 minutos más tarde.
De 48 años, trabajaba para la AFP desde 1996 y había cubierto ampliamente la situación en el país bajo el régimen talibán y la invasión estadounidense de Afganistán en 2001, consecutiva a los atentados de Al Qaida en Nueva York y Washington.
"Aprendí la fotografía yo solo, así que siempre estoy buscando mejorar. Ahora mis fotos se publican en todo el mundo", decía Shah Marai sobre su trabajo.
Según una fuente de la seguridad afgana, el kamikaze que atacó este lunes a la prensa se había mezclado entre los reporteros "llevando una cámara".
"El kamikaze se hizo estallar entre los periodistas y causó víctimas", dijo a la AFP el portavoz de la policía de Kabul, Hashmat Stanikzai.
"Estamos devastados por la muerte de nuestro fotógrafo Shah Marai, que era testigo desde hacía más de 15 años de la tragedia que golpea el país. La dirección de la AFP saluda el valor, el profesionalismo y la generosidad de este periodista que había cubierto decenas de atentados antes de ser él mismo víctima de la barbarie", declaró la directora de la Información de la agencia de noticias, Michèle Léridon.
Numerosos mensajes de simpatía y condolencias llegaron a la oficina de la AFP en Kabul, otro de cuyos periodistas, Sardar Ahmad, murió en marzo de 2014 junto a toda su familia -salvo un hijo de tres años- en un atentado talibán.