Primero fue su batalla contra el gluten y sus consejos para mantener la salud en la exigente temporada tenística, y luego vino lo de la meditación zen y el yoga, pero ahora el serbio Novak Djokovic asegura que el secreto de su éxito es una familia equilibrada gracias a su bebé Stefan. El serbio Djokovic, número uno mundial, confesó recientemente su secreto para mantenerse en la élite mundial.
“La gente está tratando de saber cuál es el secreto de mi éxito y mi capacidad para mantener la concentración en la cancha”, dijo. “Pero no es el yoga o una cosa en particular; es una combinación de cosas que me permiten maximizar mi capacidad y ser capaz de manejar de manera integral mi vida profesional”, reconoció Djokovic.
En rueda de prensa posterior a su arrollador triunfo en primera ronda el lunes ante el brasileño Joao Souza, el 'Nole' reconoció que sus prioridades comenzaron a cambiar desde el nacimiento en octubre de su bebé Stefan, fruto de su matrimonio con una amiga de la juventud, Jelena Gencic.
Jelena dirige la fundación de ayuda a la niñez que creó Djokovic y le ayuda a organizar su agenda extra ancha con tareas como embajador de buena voluntad de la ONU o en el club “Champions for Peace”, una organización integrada por un grupo de famosos atletas de élite comprometidos a servir a la paz en el mundo a través del deporte, con sede en Mónaco. “Le estoy muy agradecido a ella. Me ayuda a crecer y amplía mis propias fronteras”, reconoció
Para muchos atletas, el nacimiento de un hijo cambia radicalmente su vida. Algunos encuentran un aliciente extra como Roger Federer, que viaja a muchos torneos con sus mellizas.
En el caso de Djokovic, la llegada del pequeño Stefan “permitió unir más a la familia” y ser una pieza más en el equilibrio del rompecabezas que es la vida de un tenista. “Me encanta el tenis y estoy totalmente comprometido con el deporte, pero por otro lado ya no soy la persona que era hace cinco o seis años”, indicó el serbio.
“Yo estaba en la gira a tiempo completo y para mi esa era la mayor felicidad en la vida, pero en este momento mis prioridades han cambiado y puedo decir que soy una persona más completa, más madura”, añadió.
Este año, Djokovic ha ganado seis títulos, incluyendo los Abiertos de Australia y Wimbledon.
En el 2008 empezó a quejarse de constantes dolores en las caderas, los tobillos, el estómago y también de dificultad para respirar. La cosa llegó a mayores cuando se desplomó mientras jugaba un partido ante el francés Tsonga. Poco después, se le descubrió que sufría de celiaquía.
Como todo perfeccionista, se adentró en los misterios de su enfermedad, escribió un libro de consejos sobre cómo tratarla, y lanzó la gama Djokolife, de productos de nutrición libres de gluten. “Desde los 19 años estuve luchando contra esa enfermedad, así que sé lo que es pelear”, aseguró.