Comienza la charla telefónica con Fabu y sin rodeos dispara que su año ha sido de mucho trabajo y muy intenso; pero aclara que, por ese mismo motivo, fue muy positivo. Sin pausa, continúa: “pasado mañana viajo a Morro de Sao Paulo”. Inmediatamente, con esta introducción, uno imagina que ha planificado un paseo de merecidas vacaciones y descanso. Pero no; este reconocido disc jockey mendocino viaja a Brasil por trabajo; hará temporada como DJ, como desde hace siete años consecutivos.
“Soy muy amigo del Negro Sánchez (ex relacionista público de boliches en Mendoza) y él me contrata para manejar la música de su boliche La Toca do Morcego durante todo enero. El lugar es increíble; tiene una puesta de sol mágica, que musicalizo con deep house. Por la noche, el bar se transforma en un boliche con 3 estilos en tres tiempos distintos: la previa, el horario central en el que estoy yo y el final.
Pero yo estoy a cargo de todo el manejo de la música en general”, comenta mientras ultima detalles desde su escritorio antes de su partida.
- Si ya has ido tantos años seguidos, imagino que debés tener un público que te espera.
- (Risas) ¡Seguro! Es un público muy variado que disfruta mucho de lo que hacemos los argentinos; de hecho, he llevado a varios djs argentinos. Esta vez viaja conmigo DJ Covo que es de Mendoza y yo lo he preparado. Siempre hay gente nueva en Morro, pero he hecho muchas amistades y eso me gusta mucho. El lugar es maravilloso y el boliche es como si fuera mío, mi casa. Hay muy buena fiesta allá; por eso digo que no es un viaje de trabajo; todo lo contrario, me da mucho placer.
- ¿Es otra onda totalmente distinta a la de Mendoza?
- Sí, nada que ver. El mendocino es más reservado, muy montañés. En Mendoza no hay fiestas como allá. En Morro te encontrás con gente de todas partes del mundo y esa combinación es muy buena. Hay mucha diversión. Yo nunca he intentado hacer fiestas de ese tipo acá en Mendoza porque para hacerlo tendría que dejar de lado mi empresa y mi ocupación, y realmente no es lo que quiero.
- ¿Y cómo se viene el 2017 laboralmente? ¿Qué proyectos tenés en carpeta?
- A mi regreso de Brasil, tengo que musicalizar todo el material del Dakar y existe la posibilidad de tocar en el MotoGP, de Rosario.
Estamos terminando un año muy bueno. Entre otras cosas, abrí una sucursal de mi estudio en San Rafael, asociado con la productora de los hermanos Dubrowski y Adrián Abalay. Con este antecedente, mi idea para 2017 es abrir otra sucursal. Estoy viendo si en San Juan o Córdoba.
- ¿Te molesta que te rotulen como el DJ de los casamientos?
- De ninguna manera. Yo soy un agradecido de los clientes que tengo y que confían en mí para momentos tan importantes de sus vidas.
Cada cumpleaños, cada boda es un nuevo desafío en mi carrera porque nunca sabés cómo va a reaccionar la gente. Mi objetivo es que la pista esté siempre llena y, por suerte, lo logro.
- ¿Te capacitás en cuestiones de música?
- Viajo mucho, por lo menos una vez al año a Europa y así trato de darle lo mejor a mis clientes. Este año estuve en Tomorrow Land, una fiesta en Bélgica que es lo máximo. La más grande a la que he ido, indescriptible. En fiestas así, uno ve las puestas en escena, lo que le gusta a la gente, la demanda, lo nuevo en música; en la medida de lo posible veo cómo se podría aplicar acá en Mendoza.
En 2017, vuelvo a Europa a recorrer otros países distintos a los del último viaje y quiero empezar a producir música; creo que voy a ir a Alemania porque es un país clave para aprender del tema.
- Después de 25 años de dedicarte a ser DJ y con esta nueva incursión en la producción, ¿te ves alejado de las bandejas?
- ¡Nunca! Me encanta hacer bailar a la gente, me encanta que la gente se divierta. Creo que la vida, a veces, es dura y en una fiesta bailás, te descargás, te reís… me encanta. Me da igual si es electrónica, cumbia, latino, o cualquier otro ritmo. A mí me gusta que la gente se divierta.
- Y el que te ha visto en alguna fiesta sabe que vos también te divertís, camuflado entre tus gafas negras y auriculares…
- Tal cual. Yo bailo a la par; me río, me divierto. Creo que si yo no me divierto, de ninguna manera puedo hacer divertir a la gente. Soy una persona positiva y así me tomo mi trabajo también. Creo que sólo con positivismo se logra todo lo que uno se propone y así me pasó.