Divididos: 30 años galopando el Rock

Llevan tres décadas “haciendo cosas raras”. Así nombraron a la gira en la que celebran su trayectoria aplanadora y a su nuevo/viejo disco.

Divididos: 30 años galopando el Rock
Divididos: 30 años galopando el Rock

No es el plan la nostalgia. Ni los homenajes autobombo. Pero cómo no iban a pensar, después de todo lo tocado y lo vivido, en reeditar la discografía completa, arrancando por "40 dibujos ahí en el piso", ese álbum inicial con el que treinta años atrás se reinventaron.

Primer recuerdo. 1988. Arnedo y Mollo, solos los dos, en un estudio de grabación que era la desolación misma. Una dupla que nacía de una situación de duelo (la muerte de Luca Prodan) pero con el instinto y la energía suficiente para no quedarse con el postpunk adentro.

Había una historia previa que los sostenía. Ambos se conocían desde el '78, desde los sótanos rockeros de El Palomar y ambos sabían que quedarse en casa, escuchando los viejos discos de Sumo, iba a ser la muerte.

Divididos, pues, nació como una forma de sanación y supervivencia. Hubo un productor que insistía en ponerles "ex Sumo" debajo del nombre de la banda en los primeros shows. Mollo se le plantaba: "Si no lo borrás, no tocamos". ¿Pero la gente cómo va a saber quiénes son?, replicaba el tipo. "Ya se van a enterar", aseguraba el guitarrista sin ninguna certeza interior.

Era el vértigo, pero había que despegarse del pasado. "Por eso no fuimos seis y decidimos armar un trío. Para romper con eso y tomar distancia de una cosa tan querida. Algo necesario para tener identidad propia", entiende Mollo. Arnedo agrega: "Psicológicamente nos curó".

Así, los que renacen de un bajón, doblan el efecto fénix: aplanan. Y está claro que no es sólo marketing eso de "la aplanadora del rock".

Es lo que sucede cada vez que uno se para enfrente de un escenario donde está Divididos explotando, en versión acústica o eléctrica.

Cuando ese power trío, completado por el prodigio joven Catriel Ciavarella, se pone a invocar a los espíritus del rock, el funk, el new wave, el punk, el reggae, el folclore.

Los que han escuchado en vivo a la banda, saben que la fiesta de Divididos es garantía, siempre. Que entre himnos rockeros como  "Par Mil", las bagualas y bombos de "Vientito de Tucumán", las "Mañana en el Abasto", al tranco de las copleras o con una guitarra solitaria y vagabunda, pueden corear "Boyar Nocturno" o "Amapola del 66", ya puestos en contexto.

Ni hablar de “El arriero”, el tributo al inmenso Atahualpa Yupanqui que sacaron en “La era de la boludez”. Dicho sea de paso, el título más apropiado para un álbum del ‘93, pleno menemismo.

Cosechero

Pensemos en las postas de “Senderos” y “Jujuy” dibujando un mapa nacional hasta pisarlo a fondo con “Caminando”. El guiño a Jimi Hendrix y la alusión. “Porque qué bandita estarán formando allá arriba ¿no? Sokol, Pappo, Luca, Sandro...”.

Hay un alma folclórica sobrevolando lo que Arnedo y Mollo traducen en tranco roquero. Interesante la anécdota de "El Arriero", que Ricardo cuenta en "Encuentro en el Estudio": "Nadie pensó 'vamos a hacer un tema de Atahualpa'. Estábamos haciendo un blues, como si fuera Led Zeppelin haciendo blues. Y en un momento, entre esa densidad, se me ocurrió cantar El Arriero, me salió. Y ahí quedó. Estábamos como esperando que apareciera eso que faltaba y cayó".

Sí, son responsables de que miles de jóvenes corearan a Yupanqui. “Uno tiene que devolver, después de todo lo caminado. Devolverle a Jimi Hendrix la canción que me impactó. Devolverle a Yupanqui el tema que escuché a los 4 años en un rastrojero con mi hermano y mi viejo, por la ruta a Pergamino. Y ellos cantando esa frase (‘en las arenas bailan los remolinos’) que atravesó mi cabeza de niño. Poder devolver eso es aliviarse”, decía Mollo.

El mismo que vino en 2016 por la Fiesta de la Cosecha a cantar junto con la Orquesta Filarmónica de Mendoza. En ese especial formato interpretó “Crimen” de Gustavo Cerati, “Par mil”, “¿Qué ves?”, “Spaghetti del rock”, “La Flor Azul” de Mario Arnedo Gallo, y “La Amanecida” también del reconocido padre folclorista de Diego Arnedo.

Reaplanadores

Volvamos a las regrabaciones. Decíamos que el último track del disco debut de Divididos ya está reversionado. Ahora, “La foca” se llama “Caballos de la noche” y lleva letra. “‘La foca’ nace como un tema instrumental, se desarrolla después del disco con una letra ocasional, que nosotros la llamábamos ‘Sí sí Petti’, con una letra irónica dedicada a Roberto Pettinato”. Así lo cuenta Mollo en el video subido a la página web oficial del grupo.

“Cuando nos aventuramos en esta loca carrera de volver a grabar el disco, algunos temas se ubicaron en otro lugar en cuanto intensidad y a orden orgánico”, explicó. “Todo es nuevo: el nombre, el orden, la tapa”. El disco nuevo/viejo encontró su coherencia: “Haciendo cosas raras”.

Una de esas cosas raras, pues, es cantar encima de ese tema originalmente instrumental. “Nos juntamos con Diego y empezamos a reflexionar sobre eso, porque de alguna manera, la letra de ‘Caballos de la noche’ es la síntesis de todo este trabajo, de haber grabado el disco de nuevo: ubicar la pérdida, ubicarnos a nosotros en la metáfora de los caballos enloquecidos, yendo hacia la nada, que era como nos sentíamos en el momento de subirnos al micro y salir por ahí y todo lo que eso conlleva hasta la madrugada”.

Aquí unas líneas: “Caballos corren en la noche, cayendo en el abismo punk. Tu grito despertó a los lobos, aullando hacia el final sin fin”, canta Mollo en el único tema que por el momento está disponible en todas las plataformas digitales, aunque en el sitio del grupo también se pueden escuchar fragmentos de las regrabaciones de “Light My Fire”, “Haciendo cosas raras” y “Che, ¿qué esperás?”.

Mas allá de  sí mismos

Con motivo del 30 aniversario, integrantes de La Renga, Las Pastillas del Abuelo, La Mississippi y Maldita Suerte hicieron una versión de “Soy Quien no Ha de Morir”.

Esta canción cuya música compuso el guitarrista a los 16, integraba el repertorio de M.A.M, la legendaria banda hard rock de los hermanos Mollo.

Aparece por primera vez en el disco “Juntos por Chiapas” (varios artistas, 1997) interpretada por Divididos, en apoyo de la causa del pueblo mexicano.

Ahora, se juntaron Tanque y Tete, de La Renga, Tano Marciello y Gusty Mirón (Maldita Suerte), Piti Fernández (Las Pastillas del Abuelo), Ricardo Tapia (La Mississippi Blues Band) y Juanjo Spinedi (Maldita Suerte). Esta formación hizo una versión de “Soy Quien no Ha de Morir”, recordando la que el trío incluyó en su disco recopilatorio “Divididos 10”.

La Ficha: 30 años Haciendo Cosas Raras

Para celebrar este especial aniversario (las tres décadas de trayectoria), Divididos  anunció una gira que recorrerá el país entre junio 2018 y 2019.

La fecha para Mendoza es el 4 de agosto. 
El lugar:
Arena Maipú 
Las entradas ya se pueden conseguir en tuentrada.com, Chamu, Musimundo, Maxi Mall y en la boletería del Arena Maipú. 
Los valores son: Platea VIP $1.000; Platea Central $850; Campo $750; Platea Lateral $550.

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