Motivados por sus propias convicciones fueron cumpliendo sueños y aspiraciones. Pero en el camino, y casi sin darse cuenta, fueron cambiando la vida de muchas personas.
Por esta labor comprometida, hoy la Municipalidad de Godoy Cruz los distingue como vecinos honorables a las 18.30 en el Concejo Deliberante del departamento. Ellos son: el médico Jorge Ghazoul, el tesorero de la cooperadora policial Emilio Fabri, el doctor en biología Oscar Bello y el fallecido afinador de pianos Eduardo Gerónimo De La Rosa. También se reconocerá a la Escuela Artística Julián Aguirre.
Atención primaria y prevención
El doctor Jorge Ghazoul (58) supo desde los 5 años que quería ser médico y dedicarse a atender a los bebés que nacieran. Así que cuando se recibió en la Facultad de Medicina en la Universidad de La Plata, no dudó en seguir la especialidad de ginecología y obstetricia.
Luego de 15 años de trabajar en el hospital pediátrico Fleming cambió el rumbo de su profesión: "Me di cuenta que me gustaba la medicina de atención primaria y sobre todo la prevención de cáncer de mama, cáncer de cuello y el control prenatal para mejorar la calidad de vida de las embarazadas y los niños", relató el doctor.
Así fue como en el año 1994 se hizo cargo del Centro de Salud Nº 4 que recibe a todo el oeste de Godoy Cruz. Allí ejerce como gineco obstetra y como director.
"Tenemos una población de 25.000 familias a las cuales no sólo hay que atender desde lo estrictamente medicinal, sino que es un trabajo integral en el que también juega un fuerte rol la educación y al apoyo porque muchas veces nos encontramos ante situaciones difíciles", precisó Ghazoul. Esto es así porque se trata de una población de alto riesgo social y económico. "La verdad es que después de tantos años de trabajo ya los conocemos a todos y junto con todo el equipo interdisciplinario del centro tratamos de aportar un granito de arena y allanarles el camino", señaló.
Su reconocimiento llegó de la mano de las uniones vecinales del departamento. "La verdad que me emocioné mucho cuando me contaron y creo que se valoró la trayectoria y tantos años trabajando aquí", cerró.
Mejorar la seguridad
"Me siento muy halagado, pero no considero tanto despliegue para un trabajo que lo hago de gusto y de corazón", dice al comenzar la charla Emilio Fabri. Es que a sus 84 años este solidario vecino sigue desempeñándose como tesorero de la cooperadora policial con todo gusto. "Es mi rol desde hace 16 años", contó.
Uno de sus mayores logros lo tuvo en la Comisaría 37. "En el año 1996 les entregaron un localcito de 50 metros cubiertos con un garaje sin portones, un baño chiquito y un dormitorio y con el tiempo lo he llevado a 300 metros cuadrados", destacó.
Él también se encarga de que los vehículos de la dependencia funcionen correctamente y ha llegado a comprar un auto nuevo y una moto.
"A mí me gusta que los vecinos estén tranquilos con en el tema seguridad y que sepan que todo lo que aportan vuelva a la comisaría", aseguró. En un futuro le gustaría que se instalen las cinco cámaras que ha comprado que por problemas de sistema todavía no se ha logrado."Yo peleo todos los días para que las cosas mejoren", remarcó con gran ahínco.
Reconocimiento desde EEUU
Si bien Oscar Bello (34) no estará hoy presente para recibir el reconocimiento, lo hará a través de teleconferencia desde Estados Unidos. Es que este doctor en biología se encuentra realizando una beca de post doctorado en el Departamento de Biología Molecular, en la escuela de medicina de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut. "Está teniendo la oportunidad de trabajar con el doctor Jim Rothman, el profesor que ganó el Nobel", comentó su orgullosa mamá Juana Giménez.
Según recordó la mujer, a él la biología le gustó desde chiquito: "Siempre le interesaban las plantas y los animalitos y en la casa se le enseñó a quererlos y a cuidarlos", narró a la vez que lo describió como un chico muy curioso y preguntón. "Se recibió como técnico químico en la secundaria y luego se trasladó a San Luis donde tuvo que trabajar para estudiar", detalló la madre.
Hoy se encuentra dedicado a investigar en neurociencia. "Él quiere hacer un aporte desde su lugar", aseveró Juana.
Afinador apasionado
A más de 10 años de su fallecimiento, Eduardo Gerónimo de la Rosa será reconocido por la pasión con que siempre desempeñó su profesión. Con tan solo 7 años el vecino de Godoy Cruz perdió la visión por un accidente, pero eso no le impidió continuar los estudios hasta convertirse en técnico en música y afinador.
"A pesar de ser no vidente pudo llegar a ser lo que fue, afinaba los pianos de todas las escuelas del Ministerio de Educación, fue afinador del teatro Independencia, del teatro Plaza y de particulares", enumeró su nuera Mara Grain, casada con el mayor de sus cuatro hijos Esteban Eduardo de la Rosa.
Mara lo recuerda como un hombre muy fuerte e independiente. "Él se manejaba con total libertad y es más, nunca lo vi usar bastón blanco", destacó. Además subrayó su carácter y honestidad. "Fue una persona de bien, muy derecha, que les enseñó los mismos principios a su hijos", añadió.
Una escuela artística destacada
Dentro de los reconocimientos que hoy se entregarán a los vecinos honorables de Godoy Cruz, se incluirá un premio a la trayectoria de la Escuela Artística Julián Aguirre, que funciona en la escuela Rawson.
Esta institución nació en el año 1976 sólo para instrucción coral y con el paso de los años, y el aporte de la comunidad, se convirtió en una escuela multiartística en la que se enseña danza, teatro, música (coral e instrumental) y artes visuales. "Fue creada por la directora Marita Iervolino que falleció en 2006 y un montón de colaboradores que forjaron una base sólida para que la escuela siga creciendo", destacó María Elena Balladores la actual directora.
Al establecimiento asisten actualmente más de 1.300 alumnos desde los 4 años, de distintos puntos de Godoy Cruz así como de Las Heras, Luján y Maipú. "Es una escuela que nace como una necesidad de la comunidad y las actividades son gratuitas. Contamos con apoyo de la DGE para el salario de los docentes y con la comunidad para la compra y reparación de elementos", detalló la mujer.
Para ella la gran preocupación es poder brindar contención social y cultural, además de fomentar el despertar de vocaciones artísticas. "Este reconocimiento es para nosotros un empujón más para seguir creciendo y seguir proyectándonos", expuso feliz en nombre de toda la comunidad.