Trinidad Rojas Campos tiene 80 años y hace 65 llegó a Mendoza desde su Bolivia natal para dedicarse al trabajo rural. Nunca imaginó que su increíble historia de superación la llevarían hoy a se la protagonista de un emotivo homenaje en la Legislatura provincial.
Trini, como todos la conocen, empezó a cursar los estudios básicos el año pasado y no dejó que sus 79 años fueran un impedimento.
“Es muy triste no saber leer bien cuando uno ya es grande. Nunca es tarde, si uno se lo propone”, dijo Trini ante su familia y alumnos primarios esta mañana en la Casa de las Leyes.
"Es muy triste no saber leer bien cuando uno ya es grande".
La mujer asiste al Centro de Educación Básica de Jóvenes y Adultos (Cebja) Nº3-207 Dra. Julieta Lanteri, de Belgrano, Guaymallén. El homenaje fue promovido por una resolución del senador provincial Gustavo Arenas (FPV-PJ).
Trini crió a sus tres hijos y con mucho sacrificio logró que todos llegarán a la universidad. Sus hijas Nilda y María Rosa son médicas y su hijo Sabino es contador.
Hasta entonces, las nociones de conocimiento que ella tenía las había adquirido junto con sus hijos, al acompañarlos empeñosamente en toda la etapa educativa.
Sus hijos, sus tres nietos, su profesora y alumnos de sexto grado de la escuela Dionisio Chaca, de Tupungato, que viajaron a la Legislatura acompañaron a Trini en un Salón de los Pasos Perdidos.
Un ejemplo de superación
Rocío, maestra de Trini, destacó lo especial que es para ella tener como alumna a la esforzada abuela. De esta manera, expresó: “Empecé a trabajar con ella en julio y a trabajar con adultos para mí era una experiencia nueva. Conocer a ‘Trini’ fue un desafío, sobre todo porque las necesidades de los adultos son distintas a las de los jóvenes”. Y remarcó que, en su caso, es un placer enseñarle a una estudiante precisamente tan ejemplar.
“Ella nunca falta y si lo hace, es por algún problema de salud. Es más, todos los días llega más temprano que yo y me pregunta qué vamos a hacer esa jornada. Siempre está con una sonrisa y bien predispuesta. Es una luchadora y un ejemplo para todos, sobre todo para los adolescentes”.
"Ella nunca falta. Siempre está con una sonrisa y bien predispuesta".
Luego dejó su impresión y lo que para ella representa Trinidad, al afirmar: “Para mí es un orgullo enseñarle y además yo también aprendo mucho de ella. Es muy humilde y sensible. Todo el tiempo no sólo les ayuda y les enseña a sus compañeros, sino que también los tiene cortitos con las tareas y los horarios. Ella es una parte fundamental de un círculo en el que todos aprendemos”.
Posteriormente, Trinidad agradeció el inesperado reconocimiento y exclamó: “Estoy sorprendida con este acto, después de una vida de trabajo”. “Ahora estoy feliz, y les agradezco a mis hijos, yernos y nietos por todo el apoyo que dan”.
El autor del reconocimiento, Gustavo Arenas, aseguró: “Trinidad es un ejemplo para todos los mendocinos, por el esfuerzo que realiza para terminar de cursar sus estudios primarios a los 80 años. Por eso, para nosotros es un honor recibirla en la Legislatura para resaltar su firmeza”.
Historia de vida
Trinidad nació en Bolivia en 1935 y llegó a Mendoza en 1950. Se casó en 1952 y desde muy joven debió cosechar en fincas. Posteriormente, con tan sólo 18 años, le tocó afrontar el fallecimiento de su primer hijo. Con el tiempo pudo completar su familia cuando nacieron sus hijos Sabino, Nilda y María Rosa.
Cuando promediaba los 47 años tuvo que enfrentar otro doloroso momento al perder a su compañero de vida, situación que la hizo esforzarse aún más para que sus hijos pudieran seguir estudiando y así poder brindarles un futuro mejor.
Con su misión de madre cumplida y la felicidad de ver que su afán tuvo recompensa, a los 79 años decidió comenzar a estudiar. Por eso, hoy cursa en el establecimiento educativo gauymallino, donde su firme determinación constituye un significativo ejemplo que se transmite a la comunidad.
De esta manera, Trinidad continúa superándose a los 80 años para poder escribir bien –como ella misma lo señala– y se constituye así en un gran ejemplo de firmeza ante todos los contratiempos. Ese compromiso con la formación y el estudio es lo que busca hacer visible la iniciativa del senador Gustavo Arenas con la distinción legislativa.