La "distante” relación con Brasil

Al decir de especialistas económicos brasileños, lo sucedido con la empresa Vale puede llegar a constituir la punta del iceberg en lo atinente a las relaciones bilaterales entre la Argentina y Brasil. Señalan, inclusive, que las diferencias son susceptibles de llegar a profundizarse en un futuro cercano y que a ese país ha dejado de interesarle el Mercosur en razón de que su prioridad está puesta en la conformación del denominado Grupo Emergente BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). De concretarse esa situación, la economía provincial puede llegar a sufrir un duro golpe en razón de que Brasil constituye el principal mercado hacia el cual va dirigida la producción exportable de Mendoza.

Según las afirmaciones de los especialistas, las declaraciones del ministro Julio De Vido, cuando señaló que Vale le estaba robando a los argentinos, fueron muy mal recibidas por funcionarios brasileños, en razón de que el principal accionista de esa empresa es el Estado.
Paralelamente, la carencia de reglas de juego claras y los cambios permanentes que se producen en las decisiones económicas de nuestro país constituyeron -se dice- un aspecto importante para la salida de Petrobras y de ALL.

Sucede que Brasil no se encuentra cómodo con el accionar de su principal socio económico en el Mercosur -la Argentina- en razón de que nuestro país solicitó recientemente el aumento en los aranceles internos comunes de un centenar de productos fuera del mercado común, lo que motivó que resultaran demasiado caros para el consumidor brasileño.

El distanciamiento en las relaciones comerciales fueron reconocidos por el futuro embajador de ese país en la Argentina, cuando señaló que existe "preocupación" por la persistencia de dificultades comerciales, mientras empresarios brasileños suelen expresar que la Argentina acostumbra olvidar que en el mundo moderno las inversiones pueden llegar a ir a países con altos impuestos, pero huyen de aquellos donde las reglas de juego son imprevisibles o incoherentes.

Además, si nos atenemos a los últimos acontecimientos, Brasil se encuentra mucho más interesado en los resultados económicos que le puede brindar el recientemente conformado BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) con miles de millones de consumidores, que en un Mercosur que impone más problemas que soluciones y donde los planteos de su principal socio le generan numerosos inconvenientes.

Si el distanciamiento en la relación comercial entre los dos países se concreta y si se profundiza el debilitamiento del Mercosur, Mendoza puede llegar a sufrir graves consecuencias. Sucede que gran parte de la producción local va destinada hacia ese país y sólo en 2010 se exportaron productos mendocinos por más de 200 millones de dólares. Es el principal mercado hacia el cual son derivadas la papa, las cebollas, los ajos, las zanahorias, la uva en fresco, las cerezas, las ciruelas en fresco, el aceite de oliva, los tomates enlatados, las aceitunas preparadas y los duraznos edulcorados, mientras en el caso de los vinos Brasil se ubica en el tercer lugar para las exportaciones locales, después de Estados Unidos y Canadá, superando al Reino Unido.

Frente a ese panorama inquietante, las autoridades mendocinas deben actuar con la seriedad y celeridad que la situación exige y plantear la situación ante sus pares nacionales para que se adopten políticas que no afecten la economía de la región.

Está en juego el futuro de miles de productores y de decenas de miles de puestos de trabajo. Nada más y nada menos.