Disminuir los siniestros viales

Por el aislamiento hay menos circulación de automotores y por ende han disminuido los incidentes de tránsito.

Disminuir los siniestros viales
Disminuir los siniestros viales

Con menor circulación de vehículos en calles y rutas, las consecuencias no se hicieron esperar y disminuyeron significativamente las muertes y lesionados graves por la inseguridad vial.

Según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en un corte efectuado entre el 23 y el 29 de marzo pasado, en todo el país bajaron 87% los fallecimientos por colisiones o vuelcos en todo el país.

En Mendoza ocurrió lo mismo y aunque lamentablemente se produjeron incidentes trágicos en el período de pandemia que transitamos, estos hechos se redujeron mucho.

Como se sabe y se espera por parte de la población, no siempre viviremos bajo el manto preventivo de la cuarentena general y obligatoria. Todos esperamos la superación de esta crisis sanitaria sin precedentes y la lenta recuperación de las actividades. Cuando eso ocurra, el caudal de tránsito volverá a los niveles habituales y entonces correremos el riesgo de retornar al flagelo de los accidentes de tránsito que, como todos sabemos, eran hasta hace poco una de las principales causas de muerte en el mundo.

Pero, como estos hechos no son producto del azar ni responden a un destino fatalista de las personas, sino que son producto de una cadena de errores, con fuerte incidencia del factor humano, nos preguntamos si seremos capaces de empezar a manejar con más prudencia y bajo los dictados de la conducción defensiva.

Por ello es sumamente importante continuar trabajando sobre la “pandemia vial” y no relajarnos, para que los incidentes en las vías de comunicación vial puedan reducirse progresivamente. No sólo por la zozobra que causan en las familias que los sufren sino porque, a nivel del sistema de salud, son personas que requieren cuidados intensivos y la utilización de camas y parte del equipamiento sanitario, y pensamos que por mucho tiempo las prioridades en ese ámbito serán para asistir a los pacientes graves afectados por Covid-19 u otras enfermedades que afecten a la población.

Lo importante sería que aprovechando el impulso de conciencia que generó la pandemia, los conductores de automotores comprendiéramos que siendo responsables en el manejo, se podrían evitar siniestros seguidos de muerte o lesiones invalidantes graves.

Si bien el factor humano es el que prevalece en todos los incidentes, las vías de circulación de la provincia, a raíz de la actual recesión económica, no serán objeto de muchas mejoras como se podría haber tenido previsto, y ése es otro aspecto que deberán considerar los automovilistas.

El desarrollo de velocidades no permitidas y la ingesta excesiva de alcohol, aparecen como una constante a tener en cuenta en el mismo instante que vamos a guiar un vehículo.

Igualmente, la figura del “conductor designado” no debe quedar en el olvido de los ciudadanos, como tampoco los buenos resultados que otrora diera la nueva legislación en este aspecto.

Contar con nueva legislación, y ésta mucho más gravosa en lo que concierne a las penas, antes de esta emergencia, venía produciendo un cambio de carácter cultural, adoptándose conductas que hasta ese momento eran muy poco aceptadas. Entonces, si continuamos en esta senda, mejoraremos los estándares de circulación y disminuirán seguramente los índices de mortalidad y morbilidad que tanto nos afectan como sociedad.

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