Si necesitás un rincón en el que relajarte al final del día, no encontrarás nada más tonificante y placentero que sumergirte en las burbujas de un jacuzzi bajo la luz de las estrellas y envuelta por la brisa de la noche.
Actualmente, el jacuzzi es considerado un accesorio de lujo, pero te sorprenderá saber que no nació con este propósito. Su origen está ligado al intento de paliar la artritis reumatoide que sufría el hijo de Candido Jacuzzi. Para curar la enfermedad de su hijo agregó a la bañadera de su casa un motor que inyectaba aire cuando estaba llena, inventando con eso la bañadera de hidromasaje. En 1968 vio el potencial del invento y desde entonces lo comercializa intencionalmente con el lema: "Jacuzzi: Water that moves you."
Desde la antigüedad, el masaje con agua a presión está considerado como una excelente terapia para tratar los dolores físicos y musculares, que además, ayuda a prevenir los efectos de enfermedades tales como la ansiedad, el insomnio o el estrés. El efecto del masaje purificar la piel y el organismo en general eliminando toxinas, favorece la circulación arterial y mejora la respiración al dilatar los bronquios. Lo más importante es que se trata de una terapia natural sin efectos secundarios.
Su funcionamiento está basado en el masaje que realizan los chorros de agua mezclada con aire a presión sobre nuestro cuerpo. El agua es impulsada por una bomba a la que se le puede controlar la potencia, dependiendo de si queremos un masaje intenso o uno más delicado y suave. Las boquillas de salida del agua tienen diferentes tamaños y configuraciones según las funciones de hidromasaje y de la parte del cuerpo a la que dirigen el agua. Actualmente incorporan funciones de cromo-terapia mediante iluminación led y de aromaterapia, que permiten combinar el baño con distintas fragancias medicinales.
Prefabricados para las terrazas y altillos
Si estás pensando en instalar un jacuzzi en tu terraza, disponés de una gran variedad de tamaños y formas de jacuzzis prefabricados en fibra de vidrio y acrílicos. Estos pueden tener una capacidad de entre 2 y 6 personas e incluso los podés encontrar infables (los podés armar y desarmar con facilidad). Para facilitar el acceso podés construir una plataforma de madera con escalones. Tenés que tener la precaución de comprobar si el suelo sobre el que se va a apoyar es resistente a la sobrecarga del agua que produce.
Ideales para tu jardín
Si disponés de un rincón en tu jardín con unas buenas vistas podés recrear un spa decorado con una pérgola y piedras de distintos tamaños o combinarlo con una chimenea o tazón de fuego, además de rodearlo de árboles y plantas. Para este caso, podés emplear jacuzzis prefabricados o construir uno de hormigón como si fuera una pequeña piscina y revestirlo con gresite o azulejos. Estos tienen la ventaja de quedar al ras de suelo. Los prefabricados se presentan en diversos estilos: rústicos, de madera, hormigón y metal.
Integrado en la pileta
Es la opción perfecta para los amantes del baño y es lo más parecido a tener un spa en tu casa. No hay nada más agradable que refrescarte con un baño en la piscina y luego pasar a relajarte con un hidromasaje.
Las posibilidades son infinitas: podés instalar el jacuzzi junto a la piscina de manera para que puedas acceder directamente desde ella, colocarlo en una zona elevada que haga que el agua caiga sobre la piscina como una casada, crear un borde de piscina infinito sobre las vistas al mar...
Jacuzzis portátiles
Los jacuzzis portátiles tienen la ventaja de que pueden instalarse en cualquier lugar gracias a su reducido peso y comenzar a funcionar en poco tiempo. Están fabricados con materiales sintéticos y al hincharlos adquieren la forma, por lo que no necesitan de instalaciones previas, tan solo es necesaria una toma de corriente y llenarlo de agua con una manguera. Vienen equipados con el sistema de bombeo de agua que suele ocultarse con elementos auxiliares como un zócalo o una bancada perimetral.
¿Cómo lo tengo que instalar?
La instalación debe realizarla un profesional, ya que se trata un recipiente lleno de agua con un motor eléctrico, por lo que es imprescindible garantizar la seguridad del montaje. Es indispensable disponer de un punto de acceso al agua y una toma eléctrica. Si se trata de una terraza hay que tener las tomas próximas y para un jardín es necesario realizar una pequeña instalación de plomería y electricidad. Siempre es importante comprobar que el suelo de apoyo va a resistir el peso del jacuzzi. La construcción puede durar entre 2 a 3 semanas dependiendo de la complejidad del proyecto.
Mantenimiento menor que el de una piscina
Para que tu jacuzzi siga funcionando como el primer día debés mantenerlo y bastará con seguir las instrucciones que da el fabricante. Algunos jacuzzis tienen una cubierta que evita que bichos y hojas puedan caer en el agua, si no, una lona para cubrirlo durante los días que no se usa sería lo ideal. Hay que controlar la pureza y el ph del agua, para lo que existen productos especiales. Antes de utilizarlo es recomendable dejar que el agua fluya un rato y así va limpiándose paulatinamente. De todas maneras, hay que tener claro que requiere mucho menos cuidado que una pileta.
