El talento local en todas las áreas es notorio, brillante y lo mejor de todo, cada vez más visible y admirado.
Desde la Feria “Puro Diseño 2014” llevada cabo hace poco, el nombre de Gabriela “Pupé” Giribet tomó notoriedad desde los medios a raíz de su distinción con el primer premio en la categoría “Indumentaria”, otorgado por el propio Benito Fernández a la diseñadora.
Pupé impactó con “Diseños Naturales by Poupee” basados en una labor de técnica y originalidad tan minuciosa y estudiada como de avanzada.
“Es el producto más destacado e innovador” , dijo el jurado. Y después de la entrevista que Estilo Moda le hizo a la diseñadora, en donde describió el proceso de búsqueda e investigación para llegar a “Diseños Naturales”, definitivamente el jurado no escatimó en palabras precisas, que proyectaron la calidad de la propuesta.
A partir de este premio, Giribet (quien trabaja con su esposo, Roberto Mampel) indicó que el camino a seguir es el de hacer conocer el producto, que ya comercializa, además de en Mendoza, en Córdoba.
Pero haber ganado el premio fue un camino definitivamente minucioso, según lo precisó la propia Pupé:
“En realidad toda la vida me ha gustado trabajar mucho con las manos. Se trata de un arte que he cultivado desde pequeña, a pesar de que yo elegí como carrera universitaria ser bioquímica y farmacéutica. Si bien ejercí hasta que tuve a mis hijos, y luego me dediqué a ellos, en esta última etapa fui realizando diferentes actividades desde lo manual e investigando, hasta que descubrí hace dos años el fieltro...Y todo cambió hasta llegar a esta realidad laboral”.
- ¿Qué es el fieltro y cómo te iniciaste en ese camino?
- Es una técnica que produce un material de manejo que nunca antes había conocido, y hace dos años lo descubrí en un producto que vi. Desde allí empecé a investigar sobre él y sus potencialidades y hallé por ejemplo que es una materia prima que uno mismo puede fabricar. Se arma a partir del vellón de lana de oveja, es decir antes de hilar la lana. De esta manera se obtiene un “top” que, por la propiedad que posee la lana de entramarse (llevando a cabo un amasado a mano con agua y jabón) y debido a una disposición que tienen esas fibras, se logran armar paños de fieltro. Así fue que empecé desde lo básico haciendo carteras, hasta que me aboqué más a la indumentaria, comenzando un camino en la formación de la misma.
- ¿Cómo fue el paso a paso de este trayecto, hasta llegar a los diseños naturales?
- Lo primero que hice fue contactar gente en Buenos Aires que venía trabajando en esto desde hacía mucho tiempo. Traje a esos profesionales con los que llevé a cabo cursos en mi casa, con gente en mis mismas condiciones. Nos juntamos, capacitamos y enriquecimos unos con otros. Pero con el tiempo necesité seguir investigando sobre técnicas que se iban agregando a lo ya aprendido, y conocí el diseño con tintes naturales. Me cautivó en todo sentido y nuevamente me puse en contacto con entendidos en el tema, que vinieron a la provincia para brindarnos todos sus conocimientos y experiencia.
- ¿En qué consistió este nuevo tratamiento de los materiales?
- La propuesta fue transferir los pigmentos de las plantas al fieltro (cuyas bondades conocía muy bien), y más tarde al algodón, al que me aboqué cada vez más. Allí comenzó el camino para investigar y adaptarlo a lo que nosotros teníamos acá, aprendiendo más sobre las plantas de nuestro contexto tan típicas y esenciales como el eucaliptus medicinal, o la cáscara de cebolla por ejemplo.
- Algo que emprendiste junto a tu marido...
- Totalmente, los dos trabajamos a la par para encarar este proyecto de los tintes naturales, pero en ese momento más en algodón que en fieltro. Juntos investigamos las plantas de nuestro entorno y qué otros soportes textiles teníamos aparte para experimentar. Así comenzamos a probar en lienzo, viscosa, y telas muy sintéticas, que en el principio no eran muy recomendables para la prueba, pero lo hicimos igual. Se trató de un largo proceso de investigación de materiales y de su comportamiento con las técnicas: prueba, error y cambio, así fue el paso a paso, sumando el estudio de las plantas y sus cualidades para este trabajo...
- Casi como alquimistas que sobre las telas probaban formas y colores de la madre naturaleza
- Tal cual. Jugábamos con la naturaleza, y las soluciones que utilizamos como mordientes (que sirven para fijar los colores en los productos textiles) Además fuimos incorporando los óxidos, que para nosotros fueron un elemento de mucho color que realzaban los diseños.
- ¿De dónde los sacaban?
Los óxidos se encontraban en lo más cotidiano que pueda alguien imaginarse, y lo mejor de todo, es que eran elementos que todo el mundo tenía a mano. Por ejemplo, se incorporaban a los diseños llaves oxidadas, chatarra, tela de gallinero oxidada, o chapas que luego se incorporaban al diseño con las plantas. Entonces teníamos la forma de una hoja dada por una chapa, y la forma de la hoja real, dada por la transferencia propia de sus pigmentos a la tela. Mezclábamos las paletas de colores que nos brindaban las plantas, con los colores que nos daban cada una de ellas, y usábamos patrones de referencia para armar el diseño que queríamos en la ropa. Nosotros lo que hacemos básicamente es diseño a través de las formas y tonalidades que brinda la naturaleza, plasmándola sobre diferentes materiales. Nuestro vehículo puntualmente para eso es la indumentaria.
- ¿Cómo se maneja la potencialidad de cada tela?
- Primero lo que hacemos es ver cómo se comporta esa tela, y que el producto obtenido sea duradero y estable. Esto es porque hay que pensar que una vez que hacemos el diseño, con todas las plantas trabajadas, y de acuerdo a la intención que se le quiera dar a esa prenda, la misma se somete luego a ser hervida. Por ello debe ser resistente al procedimiento y quedar perfecta, ya que cada producto es una pieza única.
- ¿Cómo diseñas con las plantas?
- Teniendo una prenda, supongamos una remera, vamos colocando las plantas y creando en ese instante a ver de qué manera toma el material el color y las formas de las mismas. Por ejemplo colocándole los frutitos de ligustrines, que dan lugar a los azules, o las cáscaras de cebolla que proyectan los amarillos, o experimentando con la chilca que nos lleva a los verdes. También buscamos como colorante natural, la cochinilla que es un parásito de los cactus, que se va a los fucsias y a los morados. Es decir a medida que sabemos qué plantas trabajamos y los colores que obtenemos de ellas, es lo que vamos armando y haciendo a nivel de diseño.
- ¿Con qué tipo de ropa comenzaron a experimentar para diseñar con plantas naturales?
- En indumentaria empezamos con las remeras de algodón. Luego hicimos remeras con viscosa, y más tarde pantalones, tapados y diversos productos que fuimos diversificando en la medida que vimos cómo quedaba. Cada tela refleja a la planta de una manera diferente, ya que el mismo tipo de especie no se ve igual en diversos soportes textiles.
- ¿También trabajan en este sentido con el reciclaje y rediseño?
- Sí, es algo que hacemos mucho y que además tiene una gran aceptación. Todos tenemos en nuestro armario un pulóver, pantalón o alguna prenda que se nos ha arruinado con óxido o algún tinte. En lugar de desprendernos de ellas, se pueden re diseñar con las plantas obteniendo un producto nuevo. Por ejemplo un pantalón manchado con lavandina, se puede transformar si el diseño armado por encima con tintes y formas de las plantas se arma en este sentido. La mancha no sólo se pierde, sino que transformamos la ropa sin perder una prenda querida.
La elegida de Puro Diseño
- ¿Cómo llegaron con tu marido a participar y dar a conocer en Puro Diseño, la labor con plantas naturales?
- Ya desde el año pasado habíamos comenzado el caminito de contactarnos y mostrar las cosas que veníamos desarrollando a través del Instituto de Desarrollo Comercial (IDC). Participamos de una ronda de negocios. Así empezamos a salir más allá de nosotros mismos, empezando a ver gente en ferias, eventos, viajando y mostrando lo que hacíamos y la manera en que trabajábamos. Lo mejor de todo es que fuimos comprobando que la aceptación de nuestro producto entre la gente conocida, era muy buena. De hecho muchos se sentían deslumbrados cuando les explicábamos sobre el diseño a través de plantas. Definitivamente el termómetro era bueno, y eso siempre es un aliciente.
- ¿Cómo fue la convocatoria?
- Nos llamaron del IDC a la curaduría, ya que podíamos llegar a estar formando el stand de Mendoza en Puro diseño (era la primera vez que Mendoza llevaba un stand para Puro Diseño). El vértigo era grande. Había que reunir ciertos requisitos como presentar seis productos que reflejaran la colección, y la esencia de la misma. Cuando finalmente nos enteramos que fuimos elegidos para participar de la Feria en Buenos Aires, no podíamos creerlo. El desafío para presentar la mayor cantidad de prendas posibles en Puro Diseño fue una autoexigencia grande, pero lo logramos.
- ¿Qué presentaron?
Armamos una mezcla de remeras, pantalones, camperas con diseños naturales, y presentamos también fusión de fieltro con diseño de plantas. Teníamos un abanico amplio para mostrar de nuestro trabajo. Hasta el packaging estaba elaborado con pigmentos naturales.
- ¿Pensaron alguna vez en ganar?
- Hicimos un enorme esfuerzo, y llevamos muchas prendas de todo tipo, pero nunca nos imaginamos esta alegría tan inmensa. El premio fue un regalo, pero ya desde el momento en que los visitantes de la feria pasaban por nuestro stand y nos preguntaban acerca del proceso de trabajo,quedándose atónitos por la labor, y felicitándonos por la misma fue el momento en que nos sentimos premiados.
- Recibiste el premio de manos de Benito Fernández ¿Qué devolución te dio luego?
- Fue muy cálido y luego de la premiación se acercó a mi stand y me dijo que estaba maravillado por el trabajo textil. Realmente estábamos felices, y viniendo de él es un honor.
- ¿Cómo ves al diseño mendocino en este sentido?
- Hay mucho diseño en Mendoza, y gente valiosísima. Sólo falta poder tener más eventos, y lugares para mostrar los trabajos. Es bueno siempre hacer una labor de hormiga, cruzar barreras y mostrar lo que uno hace en diversos sitios. Eso definitivamente suma.
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