Recorriendo su carrera, nos llegan aires del rock nacional de los 80, vahos calientes de la cultura latina haciéndose un lugar en EEUU, la lluvia fresca de la groove electrónica europea con epicentro en la Barcelona de los 90, al compás del ritmo creciente de las nuevas tecnologías en el diseño, el arte multimedia y la comunicación visual.
industria discográfica (Soda, GIT, Fricción). En Los Angeles trabajó para la TV hispana junto al director Dago González (Veneno Inc.) y en New York participó en proyectos de GGrippo (Trash-à-porter, NY Designroom, Fashion- Lab). En Barcelona colaboró con Sónar, Festival de Música Electrónica, Arte Multimedia y Circuit Barcelona, tres días de arte, moda y música. Más tarde, obtuvo un máster en Arts Digitals en la Universitat Pompeu Fabra. Publicó el libro "BCF, Barcelona Club Flyers" en Actar Editorial. Fue editora asociada de la revista de diseño y arquitectura B-Guided. Realizó un postgrado en Comunicación y Vino en la Universitat Internacional de Catalunya, en 2004 inició su propio proyecto vitivinícola junto a su socio y, en la actualidad, es consultora de emprendimientos relacionados con la cultura contemporánea.
"Caí en la cuenta de la importancia que tiene aún hoy esa marca para muchísima gente. El cariño, los agradecimientos, todo me hizo pensar en el carácter simbólico del logo, y creo que cumplió con las premisas que en ese momento planteamos con Alfredo Lois: que fuera fácilmente "copiable", y que la banda se acercara a sus fans. El carácter "humano" de la marca lo hizo amigable, entrañable.
Que la gente se haya apropiado del logo, que lo llamen “el tipito de Soda” y se lo tatúen, lo demuestra”.
En los 80, en Buenos Aires ardía el underground y no habían PC's. La fotografía digital era inexistente. ¿Qué destacarías de la manera de hacer diseño de esa época?
"Los bocetos, el pensar soluciones, la imaginación. La herramienta no hace a la solución. Las buenas ideas siempre serán buenas, independientemente de cómo se realicen. Sin duda la tecnología siempre ha estado ligada al diseño, que por su carácter de reproducción en serie hace uso de medios técnicos.
Durante la hiperinflación argentina en 1989, Tite se instaló en Los Angeles, California. Allí trabajó en producción televisiva junto al director Dago González desarrollando contenidos sobre música latina y cultura hispana para Univisión. Sin embargo, a principios de los 90 lo "latino" no era cool como ahora…
{fotored:576244:fotored} ¿Cómo se propusieron desde la TV cambiar la percepción de la cultura hispana?
"Fue un trabajo puro y duro. La grabación y la post-producción eran analógicas, aprendí a editar de la mano de Dago, quien se convertiría luego en director creativo de Veneno Inc., realizadora de videoclips y responsable de las contribuciones visuales a conciertos de grandes estrellas del pop. Y, con la ayuda generosa de la gran productora Susana Lagudis, conocí los secretos para solucionar problemas y conseguir lo imposible. Éramos un equipo internacional, y la cultura "hispana" era un "melting pot". Cohesionarla en dos shows de TV semanales fue todo un desafío".
La moda es uno de los campos en donde te has expresado. En NY en el 2000, trabajaste junto al arquitecto y diseñador de moda argentino Gabriel Grippo.
"Mi abuela, inmigrante de la Guerra Civil española, nos ponía a bordar a la siesta. Estudié corte y confección para hacerme mi propia ropa y aprendí a bordar muy bien con piedras, lentejuelas, canutillos, puntillas, trozos de tela,... y ya no eran flores, sino animales de portadas de discos. Luego, cuando en Buenos Aires empecé a trabajar con la música, incursioné en vestuario y estilismo. Me relacioné con G. Grippo y otros diseñadores. Fui finalista del Concurso de Alpargatas, con un diseño de indumentaria rarísimo, pero no gané el primer premio. La moda es un gran campo de expresión de uno mismo. Admiro a los diseñadores, por su olfato e intuición".
De NY a Barcelona
Durante los Juegos Olímpicos 92, Barcelona fue una usina de trabajo y proyectos. Pasado el evento, la ciudad quedó sumida en una especie de "crisis postolímpica" que obligó a plantear respuestas creativas. Según la diseñadora. "Así creamos entre un grupo multidisciplinar de creativos de muchas partes del mundo el fanzine Snack. Teníamos las primeras home computers. Y, a pesar de que Snack, y los fanzines de esa época en general, eran considerados "publicaciones suicidas" destinadas a la desaparición, fue un gran juego en el que nos divertimos mucho".
diseño el libro: "BCF: Barcelona Club Flyers", que recopila la gráfica desarrollada para la música electrónica en la ciudad entre 1993 y 1999.
¿Por qué regresaste a la Argentina?
¿Cómo es el trabajo de documentar parte de la historia proyectual mendocina?
¿Qué les hizo pensar en la intermitencia, como una característica de la evolución del diseño mendocino?
¿Qué necesita el diseño en Mendoza para consolidarse y lograr identidad propia?
de esos grandes momentos. Creo que por medio del rescate de la memoria y de su adecuada comunicación, Mendoza tiene la oportunidad de asentarse como polo cultural en esta disciplina. El diseño es interdisciplinario. Ser estanco y no relacionarse con otras especialidades impide su crecimiento.
¿Recordando que dictaste clases en la Universidad de Buenos Aires en los comienzos de tu carrera, ¿Te gustaría retomar la pedagogía del diseño?
En otra oportunidad hablaste sobre el diseño como agente de cambio en la vida de las personas
El diseño no existe fuera de la comunidad. Ha de detectar necesidades y responder a ellas de forma eficiente. Y bella. Como comunicadores tenemos una responsabilidad muy grande, que es la de detectar lo que se ha de mejorar, y, de acuerdo a un programa, actuar en consecuencia. Con esa premisa, y con la seguridad de estar en el camino más adecuado para lograrlo, debemos apuntar a una respuesta correcta.
¿Quién es Tite Barbuzza según Tite?