Disculpe Presidente, yo no me siento argentino 

Disculpe Presidente, yo no me siento argentino 
Disculpe Presidente, yo no me siento argentino 

Esta carta no pretende ser un aporte o una queja. Es más bien una argentinización de la canción “Io non mi sento italiano” de Giorgio Gaber. La cual escuchándola reiteradas veces parece más bien una descripción de la Argentina de los últimos 70 años y que considero justa para el clima electoral. Es la visión de un joven docente e historiador.

Yo no me siento argentino, pero por fortuna o desgracia lo soy.

Disculpe presidente, no es por culpa mía, pero esta nuestra Patria, no sé bien que es.

Quizás me equivoque, que sea una buena idea, pero me preocupa que termine en una mala poesía.

Disculpe presidente, no tengo una gran necesidad del himno nacional, de lo cual me avergüenzo un poco. En cuanto a los futbolistas, no los quiero juzgar, no se lo saben o quizás sean más pudorosos.

Disculpe presidente, si llego al descaro de decir que no siento ninguna pertenencia. Y salvo San Martín y otros héroes gloriosos, no veo ningún motivo para sentirnos orgullosos. Este bello país lleno de poesía, tiene muchas ambiciones, pero del mundo occidental, es la periferia.

Disculpe presidente, pero este Estado nuestro que ustedes representan, me parece que es un poco desastroso. Es también claro que, a los ojos de las personas todo está calculado, pero no funciona nada. Será que por larga tradición los argentinos somos muy apasionados de cada discusión. Hasta en el congreso hay una atmosfera incandescente, se acribillan por cualquier cosa y nunca cambian nada.

Disculpe presidente, pero tiene que estar de acuerdo en los limites que tenemos y nos lo tenemos que decir. Pero aparte del derrotismo somos lo que somos y también tenemos un pasado que no olvidamos.

Disculpe presidente, pero quizás los argentinos para el resto del mundo somos tango y asado. Y ahí si me enojo y les hecho en cara a Favaloro, Houssay, Milstein (entre otros tantos). Este bello país quizás sea poco sabio, tiene las ideas confundidas. Seguramente si hubiese nacido en otro lugar podría irme mejor.

Disculpe presidente, sé que no es de su agrado si el grito de “¡Argentina! ¡Argentina!” es solo en los partidos. Un poco más para no morir o quizás para hacer la gracia, ya que liberamos a Sudamérica, liberemos a la Argentina.

Yo no me siento argentino, pero por fortuna o desgracia lo soy.

Yo no me siento argentino, pero por fortuna… por fortuna lo SOY. ¡Viva la Patria! 
 
Prof. R. L. Gabriel Magni Galdeano

DNI 34.756.625

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