El PRO dio anoche un primer paso de reacercamiento con la UCR para recomponer la relación interna dentro de la coalición gobernante Cambiemos después de semanas de tensión. Al cierre de esta edición, la llamada "mesa política ampliada" de Cambiemos compartía una cena en un restaurante de Palermo con el formato "5+5", sin que antes, como había trascendido durante el día, el titular de la UCR y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, hubiera estado a solas con el presidente Mauricio Macri.
Un encuentro de ese tipo entre Macri y Cornejo iba a realizarse la semana pasada, pero sobre la hora debió suspenderse debido al fallecimiento del padre del gobernador mendocino.
Anoche, de la cena participaban los integrantes de la "mesa chica" del PRO: el gobernador de la Ciudad Horacio Rodríguez Larreta, más el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.
Por el radicalismo lo hacían Cornejo y su par de Corrientes, Gustavo Valdés, junto a los jefes legislativos en Diputados, Mario Negri, y en el Senado, Luis Naidenoff.
Ya el lunes el Presidente le bajó el tono a las diferencias que se hicieron públicas dentro de Cambiemos. "La coalición está sólida, trabajando como corresponde. Somos seres humanos, puede haber enojos y situaciones, pero siento que hay muchas responsabilidad", dijo Macri durante la conferencia de prensa en la evaluó loa resultados de la cumbre del Grupo de los 20 (G20). Es que en setiembre y octubre había habido tensor inercambios con Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica, por su pedido de juicio político al ministro de Justicia, Germán Garavano. Mientras que en noviembre la UCR cruzó duro al Gobierno porque "se durmió" y perdió un lugar estratégico en el Consejo de la Magistratura que pretendía el cordobés Negri.
Anoche, mientras tenía lugar la cena, una fuente gubernamental sintetizó ante este diario el propósito gubernamental del encuentro. “Vamos a cerrar el año en paz y tranquilidad. Tenemos que tener a la tropa unida porque este fue un año duro. Más allá de que el G20 salió bien, fue complicado”, dijo. Y evaluó que termina 2018 “con una imagen mejor del Presidente de lo que fue en plena crisis y de cara a un año electoral”.
La fuente, sin embargo, diferenció entre imagen positiva e intención de voto, “algo aún difícil de evaluar porque no estamos ante un mayor clima electoral”. También consideró que el 2019 electoral “será un ajedrez”, tanto por el desdoblamiento de las elecciones locales, como por un peronismo que en algunas provincias (probablemente Tucumán, La Rioja y San Juan) puede ir dividido, “lo que es una oportunidad importante para ganar”.