Maxi Salgado - Editor de Más Deportes msalgado@losandes.com.ar
La noticia de la semana y quizá una de las más importantes del año se dio el viernes en la Universidad Nacional de Cuyo. Allí se lanzó una Diplomatura para la dirigencia deportiva local. Es verdad que puede parecer una cosa menor para aquellos que sólo se preocupan por ver resultados, o de reír o llorar según lo que pase en una cancha, pero creo que es un gran paso para el deporte de la provincia.
La verdad es que darle "profesionalización" a las personas que están a cargo de las instituciones deportivas puede comenzar a cambiar la realidad del deporte en Mendoza. Esta idea, que desde hace mucho tiempo es pedida por la Confederación de deportes (Comede), terminó tomando forma por una decisión en conjunto de la Subsecretaría de la Provincia y la UNCuyo.
La alerta ya la habían despertado los deportistas mendocinos que fueron a los Juegos Olímpicos. Pedían mayor compromiso de la dirigencia. Pedían cambios en las formas de trabajo.
Eso es muy difícil cuando no están dadas las condiciones. Porque cuando uno habla de dirigentes, no siempre se refiere a los que llevan adelante el trabajo en los clubes con mayor masa societaria o espacio en los medios. También hablamos de esa gente que hace un trabajo silencioso en las instituciones barriales o en los clubes más alejados del centro de la provincia, donde los recursos son, casi siempre, nulos.
Esa gente, anónimos para la mayoría pero héroes para quienes se ven beneficiados por su labor, son los que tendrán la posibilidad de conocer otras formas para desarrollar su trabajo, de aprender a planificar.
Tenemos que dejar de tener dirigentes que sólo lleguen al poder para convertirse en figuras públicas y hagan o deshagan a su antojo con dineros del Estado, que es lo que ocurre hoy en AFA. “Sin plata de la televisación no hay torneos”, dicen. Blanquean así su propia ineficiencia para conseguir los recursos. Los clubes deben vivir de su masa societaria y de los sponsors que puedan conseguir. De lo contrario. No está mal que el Estado los ayude, pero siempre y cuando el aporte estatal esté destinado a una función social, no para que se banque un plantel profesional.
Con la visión de profesionales de Ciencias Médicas y Económicas, el diplomado se publicita como “un espacio de formación de dirigentes capaces de articular objetivos, definir estrategias, planificar y administrar, con una concreta formación orientada a la gestión”.
La gestión es una acción fundamental en cualquier dirigente, no sólo deportivo. Y la gestión en las entidades deportivas no tiene una matriz, como si puede ocurrir con los entrenamientos o la preparación de los atletas. Los procedimientos en la gestión no pueden ser de aplicación universal. Los factores que intervienen son múltiples y tienen que ver con sistemas sociales distintos que impiden establecer patrones estándar y obligan a adecuarlos a la propia realidad, a la idiosincrasia del lugar. No es lo mismo gestionar un club como Regatas que una institución barrial en La Paz, Lavalle o Malargüe. En principio trascendió que la idea tenía la limitante de que todos los inscriptos tenían que tener título de grado, con lo cual se dejaba afuera a muchos porque los dirigentes suelen ser padres de algún chico o vecinos que quedaron al frente de la institución porque esta estaba acéfala. Después se aclaró que no es condición tener que haber pasado por una facultad o universidad.
Con la capacitación se podría evitar situaciones como la que pasaron en los últimos días en el básquetbol local. Donde el Consejo Directivo dictaminó jugar de nuevo uno de los partidos de la serie final de la A3, antes de que el Tribunal de Disciplina se expidiera. Eso lo permite el Estatuto, pero obviamente que está mal, porque el Consejo lo integran los delegados de los clubes, es decir las partes interesadas. Es más, dirigentes de algunas instituciones son delegados de otras y con ello sacan rédito a la hora de tomar decisiones que los favorezcan.
¿Qué fue lo que pasó? Los árbitros habían suspendido el partido Banco Mendoza y General San Martín por incidentes. Lo lógico era que el partido se le diera perdido a los dos y con ello Banco Mendoza era el campeón, porque el título debía definirse por sistema olímpico y en los partidos jugados entre sí. Banco ganó por 7 y General San Martín por 3.
Fue así que por moción de la gente de General San Martín se aceptó jugar el partido nuevamente. Entonces lo que le llegó al Tribunal fue informe de los jugadores Prieto (General San Martín ) y Barbera (Banco Mendoza), quienes fueron suspendidos por 4 partidos cada uno. Y el DT de Banco Nicolás Reig, también 4 partidos o el pago de una multa y General San Martín, pagó de una multa nada más. Finalmente Banco fue campeón, pero situaciones como estas no deberían repetirse.
Otra situación no muy agradable fue la que tuvieron que vivir los automovilistas más consagrados de nuestra provincia, a quienes la Federación los convocó para recibir un premio al que no estaban nominados y que sacó a la luz un problema de la Femad con la Confederación Mendocina.
Y ayer el diario La Nación sacó a la luz una denuncia en la que se conoció que Marcela Belviso, entrenadora de natación paralímpica, y Ricardo Cristofani, tesorero del Comité Paralímpico Argentino, les pidieron a los deportistas que consiguieron medallas en los Juegos Parapanamericanos de Guadalajara 2011 una parte del premio económico.
Estas son sólo muestras de las situaciones que se repiten en varias federaciones o asociaciones de la provincia que caminan sin planificación y sin rumbo. Como en cualquier otro ámbito, la capacitación constante es fundamental y ahora el desafío es que los dirigentes lo comprendan y se capaciten.
