Nunca más bloques unipersonales en Diputados, que siempre son "negocio" porque permiten conchabar a un secretario de bloque, aparte del asesor y el secretario personal. Tampoco nunca más eternos secretarios Legislativo y Habilitado, que a partir de ahora tendrían cargo con fecha de vencimiento, el del presidente de la Cámara de Diputados.
El actual titular de la Cámara Baja, Néstor Parés (UCR), impulsa una modificación del reglamento con el que se rige el funcionamiento de esa cámara. Se podría argumentar que los históricos secretarios Legislativo, Jorge Manzitti, y Habilitado, Andrés Grau, tienen derechos adquiridos por lo que habría que esperar a que se jubilen para que la modificación esté vigente.
Manzitti, quien ocupa su cargo desde el año '87, ya inició sus trámites jubilatorios y ya presentó su renuncia que estará vigente al momento de acogerse al beneficio; Grau, que arrancó en el 2000, se estaría jubilando entre enero y febrero de 2017.
A priori no parecen modificaciones menores del reglamento, porque recortan algunas pequeñas ventajas de la corporación política. El proyecto de reforma está bajo análisis de la Comisión de Derechos y Garantías; Parés confía en que será aprobada.
La primera modificación es la limitación a conformar bloques de menos de cuatro miembros, salvo en el caso de que sólo haya menos de cuatro miembros de un mismo partido electos por el voto popular. La intención es impedir que algún legislador díscolo se separe de un bloque y haga rancho aparte en solitario. Para permitir la conformación de un bloque, tienen que ser al menos cuatro los que den el portazo,
En las escisiones de bloque siempre hay una pequeña trampa. Cada diputado tiene derecho a contar con dos asistentes: un asesor y un secretario que realice tareas administrativas. Pero cada bloque además, otorga un derecho adicional: tener un funcionario legislativo de rango, lo que se conoce como “secretario de bloque”.
“No necesariamente es así. En el reglamento vigente no dice que sea obligatorio” relativiza Parés; pero termina admitiendo que la existencia de un bloque, aunque sea unipersonal, habilita a que el solitario legislador pida el cargo de secretario de bloque para no sentirse tan solo. Cabe aclarar que no ha sido raro que los díscolos consigan el nombramiento, sobre todo cuando hay alguna votación apretada.
La otra modificación apunta a eliminar dos cargos que hoy tienen carácter de vitalicio en Diputados. En realidad sólo tienen esta característica los secretarios Legislativo y Habilitado de la Cámara Baja, no así en Senadores, dónde estos cargos comienzan con la gestión del vicegobernador (a cargo de la presidencia de esa Cámara) y terminan con el mandato de ese funcionario.
En Diputados se da esta situación vitalicia y los dos nombrados sobreviven más allá de los mandatos. Además son cargos de bajísimo perfil, por lo que quienes los ocupan sólo son conocidos por los que frecuentan los pasillos.
Justamente por ese bajo perfil es que esos cargos tienen un halo oscuro, de conchabo para amigos. Parés dice que “esos cargos deben ser ocupados por gente de confianza del presidente de la Cámara y se tienen que ir con él”. Por eso es que el jefe de la Cámara propone que esos cargos duren un año y reelegibles mientras no cambie el presidente de la Cámara.
Jorge Manzitti es radical; fue concejal de Godoy Cruz entre '83 y '87 y allí logró el nombramiento como secretario Legislativo de Diputados. Apenas si interrumpió su tarea durante dos años en lo que fue diputado provincial, porque reemplazó a César Biffi entre 2000 y 2002.
En esos tiempos Biffi era diputado y fue electo intendente de Godoy Cruz, por lo que tuvo que dejar su banca y asumió Manzitti. El secretario Legislativo se encarga de organizar las sesiones y de estar atento a las cuestiones reglamentarias y constitucionales, incluida la cuenta de las votaciones.
El otro histórico es el demócrata Andrés Grau, un funcionario de este siglo, porque llegó a ser secretario Habilitado en el año 2000. Grau fue diputado provincial entre el '90 y el '94 y presidente del PD entre 2010 y 2013. Grau tiene en sus manos el manejo del personal de la Cámara.
