El inversionista estadounidense Jeffrey Epstein murió ahorcado en la cárcel de Nueva York, donde estaba detenido a la espera de ser juzgado por una trama de abusos y explotación sexual de menores, en un episodio que será investigado por la Fiscalía de Estados Unidos y el FBI, aunque aparenta ser un suicidio.
Epstein, un millonario de 66 años que a lo largo de su carrera trabó amistad con políticos y personalidades mundiales, entre ellos, el presidente Donald Trump, fue hallado colgado dentro de su celda del Centro Correccional Metropolitano, informaron The New York Times y otros periódicos estadounidenses.
La Oficina del Médico Forense de Nueva York confirmó la muerte de Epstein pero sin pronunciase sobre sus causas, y agregó que se inició una investigación.
Al respecto, el fiscal general de Estados Unidos, AG Barr, anunció la apertura de una investigación sobre las circunstancias de la muerte del controvertido financista.
La Oficina Federal de Investigación (FBI) anunció por su parte que emprenderá una pesquisa particular sobre el suceso, reseñó la agencia de noticias Europa Press.
"Me horroriza enterarme de que Jeffrey Epstein fue hallado muerto esta mañana en un aparente suicidio. Su muerte abre serias preguntas que deben recibir respuesta. Junto a la investigación del FBI, he dado instrucciones al Inspector General para que abra su propia investigación sobre el suceso", manifestó Barr en un comunicado.
Una persona familiarizada con el asunto dijo que Barr estaba “furioso” por el hecho de que Epstein pudo quitarse la propia vida.
En busca de respuestas
El suceso desató una ola de dudas sobre cómo ocurrió un hecho previsible en un centro penitenciario que aloja desde al narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán hasta agentes de Al Qaeda. "Necesitamos respuestas, muchas", escribió en su cuenta de Twitter la congresista demócrata de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez.
Durante una vista reciente en un juzgado, los abogados de Epstein advirtieron al juez que su cliente había recibido amenazas y que temía por su seguridad. El magistrado negó la libertad bajo fianza hasta la celebración del juicio agendada para mediados del próximo año. Según argumentó, Epstein representaba un peligro para la comunidad, además de existir elevado riesgo de fuga por su fortuna. Lisa Bloom, una abogada que representa a varias víctimas del multimillonario, afirmó en las redes sociales que sus clientes "no desean el suicidio" a nadie, "ni siquiera a un depredador reincidente que ha engañado y herido a tantas mujeres".
Alrededor de las 6.30 de ayer, los servicios de emergencias de Nueva York recibieron una llamada de la cárcel sobre un posible caso de falla cardíaca, informó la agencia de noticias EFE.
Antecedente
En julio, Epstein había sido encontrado inconsciente en su celda en Manhattan con marcas en el cuello y las autoridades investigaban si se había tratado ya de un intento de suicidio. Desde entonces, estaba bajo vigilancia.
Según la Fiscalía del distrito sur de Manhattan, el millonario creó una red para abusar de decenas de niñas en su mansión de Nueva York, así como en otra situada en Florida, hace más de una década.
El magnate, detenido el 6 de julio y cuyo juicio estaba previsto para el próximo año, ya había enfrentado acusaciones similares en Florida.
Sin embargo, en 2008 alcanzó un acuerdo extraoficial con la Fiscalía de ese estado sureño para que se cerrara la investigación, un caso por el que podía haber enfrentado una cadena perpetua.
Las víctimas no supieron de esas negociaciones hasta cerca de un año después que el acuerdo fue firmado.
El que era entonces fiscal de Florida, Alexander Acosta, fue nombrado luego secretario del Trabajo por el presidente Donald Trump, pero tuvo que renunciar al cargo este año en medio del escándalo que suscitó el acuerdo con Epstein.
“Reclutadora”
La muerte ocurre luego de que un juez de apelaciones de Manhattan ordenara la publicación de cientos de documentos sobre Epstein, que pertenecían a un caso paralelo cerrado contra una mujer que era supuestamente su "reclutadora".
La mujer ha sido identificada como Ghislaine Maxwell, de la alta sociedad británica y socia cercana de Epstein, a quien una supuesta víctima del magnate, Virginia Giuffre, demandó en 2015 por difamarla al decir que eran mentiras sus alegaciones de que el empresario la había traficado sexualmente con su participación como "madame".
Un juez federal ordenó que salieran a la luz unas 2.000 páginas relacionadas con Epstein a raíz de ese caso, que se mantenían en secreto desde que se cerró en 2017, pero Maxwell apeló la decisión, lo que ha llevado a un retraso en la publicación de los documentos hasta este viernes, cuando se desestimó la solicitud.
El pasado 15 de julio, durante una audiencia sobre una fianza, Epstein había indicado a la corte que estaba dispuesto a pagar hasta 100 millones de dólares para salir de prisión.
En esa audiencia la Fiscalía, que se oponía a la fianza, presentó a dos testigos, quienes pidieron al juez que no impusiera fianza al millonario y aseguraron, sin entrar en detalles, que fueron víctimas de abuso sexual por parte de Epstein cuando tenían 16 y 14 años. Dos días después, la corte le negó al financista la fianza.
El giro de Trump luego de conocer la investigación
Cuando salió a la luz la actividad criminal de Jeffrey Epstein con niñas menores de edad, varias de las grandes figuras de la política y las finanzas cercanas el inversor marcaron distancia. Uno de ellos fue el presidente estadounidense Donald Trump, quien en 2002 dijo a la revista New York que conocía a Epstein, "un tipo estupendo", desde hacía más de 15 años, y que este había visitado varias veces el lujoso club privado del republicano Mar-a-Lago en Palm Beach. "Se dice que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí, y muchas de ellas son más jóvenes", afirmó Trump. Cuando reabrieron el caso a mediados de este año, el mandatario fue menos generoso: "Lo conocía como lo conocían todos en Palm Beach". Sostuvo que no hablaban desde hacía 15 años porque se habían peleado. "Yo no era un admirador suyo", sostuvo.