Somalia, Corea del Norte y Afganistán son los países del mundo donde más se percibe la corrupción mientras que Dinamarca y Nueva Zelanda son los más transparentes, según el índice anual de Transparencia Internacional publicado ayer. Esta lista se elabora con encuestas de opinión a agentes económicos, que evalúan su percepción de la corrupción en 177 países.
Casi el 70% de países de la lista tienen "serios problemas" con funcionarios dispuestos a dejarse sobornar mientras que ninguno de los 177 países logra la máxima puntuación, según esta ONG con sede en Berlín.
Dentro de América Latina, Venezuela sigue siendo uno en los países donde más se percibe la corrupción (en el puesto 160), mientras que Uruguay (19) es, junto a Chile (22), uno de los que tiene mejor mejor nota de la región.
El índice de Transparencia Internacional, una referencia mundial en la materia, es según, sus responsables, una manera de medir la corrupción no sólo en los partidos políticos sino también en los la policía, la justicia y las administraciones públicas.
"La corrupción afecta a los más pobres. Es evidente si se mira a los últimos de la lista. Y dentro de esos países, los ciudadanos más pobres son los más perjudicados", asegura Finn Heinrich, el investigador principal del índice.
Entre los países que más cayeron en el índice 2013 están Siria, sumida en una guerra civil, así como Libia y Malí, que también vivieron conflictos militares en los últimos años.
"La corrupción está muy relacionada con los países que están en descomposición, como Libia o Siria", asegura Heinrich. Es el caso de Afganistán, donde no ha habido mejores sustanciales a pesar de los esfuerzos de las fuerzas de la OTAN.
"Los occidentales no sólo invirtieron en seguridad sino también en medidas para hacer respetar la ley. Pero la proporción de gente que paga sobornos sigue siendo una de los más altas del mundo", explica este experto.
Corea del Norte es un caso de opacidad casi total, "una sociedad totalitaria totalmente cerrada", según Heinrich.
Los más transparentes
Algunos países pobres mejoraron considerablemente su posición en la lista, como Birmania, donde la junta militar en el poder ha abierto la puerta a un proceso de cambio democrático en los últimos meses. Sin embargo ningún país está a salvo y todos "se enfrentan a la amenaza de la corrupción a todos los niveles, desde la concesiones de permisos locales hasta la aplicación de leyes y normativas", advierte Huguette Labelle, presidenta de Transparencia Internacional.
El índice atribuye puntos del 0 al 100, donde el 0 significa un país con un sector público considerado muy corrupto y el 100 la transparencia total. Irak, Siria, Libia, Sudán y Sudán del Sur, Chad, Guinea Ecuatorial, Guinea-Bissau, Haití, Turkmenistán, Uzbekistán y Yemen son algunos de los países con menos puntos.