Los “Panama Papers” dejaron ayer su víctima inaugural: el primer ministro islandés, que cedió a las presiones y dimitió por las revelaciones de que su esposa había colocado millones de dólares en un paraíso fiscal.
Sigmundur David Gunnlaugsson renunció tras el escándalo, que llevó a miles de personas a protestar en las calles del pequeño país, una isla de 320.000 habitantes.
“El primer ministro dijo en una reunión de su grupo parlamentario que va a renunciar” declaró a la televisión Sigurdur Ingi Johannsson, vicepresidente del partido y ministro de Agricultura, quien asumirá el gobierno.
Gunnlaugsson, de 41 años, se encontraba bajo presión después de que una macro investigación periodística revelara la existencia de una empresa pantalla creada por su esposa, Anna Sigurlaug Palsdottir, en las Islas Vírgenes británicas en 2007 donde colocó millones de dólares.
El escándalo tocó una fibra muy sensible en Islandia, un país marcado por los excesos de los bancos en la década de 2000 que desembocaron en una crisis financiera tras el colapso de 2008, provocando un aumento del desempleo y fuertes movilizaciones.
La oposición de izquierda había anunciado que presentaría una moción de censura.
En tanto, crecía la lista de personalidades mencionadas en la investigación realizada por más de un centenar de medios, que reveló el domingo que 140 responsables políticos o personalidades de primer plano a escala mundial habían colocado dinero en paraísos fiscales.
En los papeles figuran nombres de allegados de varios jefes de Estado, como el ruso Vladimir Putin, el chino Xi Jinping, el argentino Mauricio Macri, el mexicano Enrique Peña Nieto o el rey de Marruecos Mohamed VI. También aparecen nombres de deportistas famosos como Lionel Messi, o del recién nombrado presidente de la Fifa, Gianni Infantino, quien habría supuestamente vendido a un precio inferior al del mercado derechos televisivos.
"Gran problema mundial"
También el primer ministro británico David Cameron se hallaba ayer bajo presión, conminado a dar cuentas sobre su fortuna familiar después de que su padre, Ian, apareciera mencionado en los "Papeles de Panamá".
El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su siglas en inglés, cuyo vicepresidente es la mendocina y ex periodista de Los Andes Marina Walker) que investiga los “Papeles de Panamá”, tiene documentos que indican que Ian Cameron dirigía un fondo de inversión en Bahamas llamado Blairmore Holding.
Los beneficios de este fondo habrían eludido el fisco británico durante 30 años gracias a un complicado montaje urdido junto al gabinete de abogados panameño Mossack- Fonseca, verdadero epicentro de la trama revelada.
Ayer, el diario Le Monde reveló que personas cercanas a Marine Le Pen, la presidenta del partido francés de extrema derecha Frente Nacional (FN), crearon un complejo entramado de empresas en paraísos fiscales.
Le Monde también asegura que el banco francés Société Générale forma parte de las cinco instituciones financieras que crearon el mayor número de sociedades en paraísos fiscales a través del gabinete Mossack Fonseca.
Entre ellas figuran también el británico HSBC y los suizos UBS y Crédit Suisse.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que la evasión fiscal es un “gran problema mundial”.
“No sucede solamente en otros países, porque hay gente en Estados Unidos que también se beneficia de esto”, agregó. “En gran parte es legal, ese es el problema”.
Las sociedades offshore no son ilegales pero en casos de corrupción pueden servir para disimular en el extranjero beneficios adquiridos de manera ilegal.
Por su parte, los británicos BBC y The Guardian aseguran que una empresa norcoreana utilizada para financiar el programa nuclear de Pyongyang figura entre los clientes de Mossack-Fonseca.
Tras las revelaciones de la operación “Papeles de Panamá” varios países abrieron investigaciones sobre blanqueo. La mayoría de las personas implicadas han afirmado haber respetado la ley y han rechazado las acusaciones.
Una actitud vacilante de la comunidad internacional
La OCDE advierte que Panamá va por mal camino, pero el GAFI, organismo encargado de luchar contra el blanqueo de dinero, retiró al país de la lista gris de blanqueo de capitales, lo que muestra las dificultades de la comunidad internacional para luchar contra la evasión fiscal.
Dos meses antes del escándalo de los “Papeles de Panamá”, el ministro de Economía del país, Dulcidio de la Guardia, había festejado como “un triunfo” la salida del país de la lista gris de blanqueo de capitales del Grupo de Acción Financiera (GAFI), con sede en París. Esta salida de la lista del GAFI, creada en 1989 para luchar contra el blanqueo de dinero y al abrigo de la OCDE, es “reveladora de la debilidad de criterios que toman en cuenta”, criticó Manon Aubry, portavoz de la ONG Oxfam France.
Esta institución, que en noviembre recibió el encargo del G20 de abordar la lucha contra el financiamiento del “terrorismo”, da indicaciones, pero no tiene una visión exhaustiva”, lamentó.