La presidenta brasileña Dilma Rousseff enfrentará al socialdemócrata Aécio Neves en un balotaje entre los 2 partidos que se han repartido el poder en los últimos 20 años, según resultados oficiales casi definitivos.
La ecologista Marina Silva, del Partido Socialista, que se convirtió inesperadamente en presidenciable hace apenas un mes y medio y llegó a superar netamente a sus 2 rivales, quedó tercera con 21,17%, según el Tribunal Superior Electoral (TSE), con 94% de los votos escrutados.
Rousseff obtiene 41,1% de los votos y Neves 34,1 %, indicó el TSE.
En un segundo turno el 26 de octubre, Rousseff ganaría a Neves por 48% a 42%, según Datafolha, y por 45% contra 37% según Ibope. Pero Silva puede pasar sus votos a Neves y en ese caso, el desenlace es imprevisible.
"Aécio Neves renació de las cenizas y llega con mucha fuerza a este segundo turno. Creo que Rousseff y Neves tienen 50% de posibilidades de ser electos. Será una campaña muy corta y muy intensa", dijo el analista André César, de la consultora Prospectiva en Brasilia.
En sus 12 años en el poder, el Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) de Rousseff y su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva logró que 40 millones de pobres ingresaran en la clase media, tornando a la primera mujer presidenta de Brasil en la gran favorita de estos comicios.
¿Un cambio?
Pero millones de brasileños también reclaman un cambio, tras 4 años de magro crecimiento en la séptima economía mundial -el mercado espera un PIB de apenas 0,3% este año-, elevada inflación (6,5%) y escándalos de corrupción vinculados al PT.
Acostada en la famosa playa de Copacabana de Rio de Janeiro, leyendo en la arena, Barbara Souza, de 37 años, cuenta que votó "por un cambio".
"Este gobierno no me gusta nada. Iba a votar a Marina, pero al final voté por Aécio solo por las encuestas [que lo dan ganador], para que tenga más chances de vencer a Dilma", explicó.
La clase media
Más de un millón de brasileños, sobre todo jóvenes de clase media, salieron a las calles en junio de 2013 a reclamar mejores servicios públicos y un freno a la corrupción política.
Marina Silva intentó encarnar este cambio prometiendo una "nueva política" cuando se convirtió en presidenciable tras la muerte del candidato oficial del PSB, Eduardo Campos, en un accidente aéreo en agosto.
Pero en los últimos días Neves, del poderoso Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) del expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) la había relegado al tercer lugar en estas elecciones que se convirtieron en un "thriller" político.
"Marina subió a la escena eleccionaria por la muerte de Eduardo Campos, que provocó una conmoción nacional, y ella se presentó como una alternativa. Pero no es una alternativa" sino "una fuerza conservadora" y evangélica, dijo a la AFP Carlos Alberto Alkmim, politólogo y profesor de la Universidad Católica de Rio.
La batalla PSDB-PT representa "la bipolarización que viene ocurriendo hace varias elecciones", con ambos partidos en el centro del espectro político, afirmó.
Irregularidades
Además del cargo de presidente, los 142,8 millones de brasileños convocados a las urnas debían escoger en la víspera a la totalidad de la Cámara de Diputados (513) y a un tercio del Senado (27), así como a 27 gobernadores y 1.059 diputados estatales.
Un total de 1.209 personas fueron detenidas por irregularidades, principalmente por hacer propaganda electoral, informó la justicia electoral, que elogió la "tranquilidad" de los comicios, los cuartos mayores del mundo detrás de India, Estados Unidos e Indonesia.
Silva: "Se votó contra lo que está equivocado"
La ecologista Marina Silva, que ayer quedó tercera en las elecciones presidenciales de Brasil y sin opciones de disputar la segunda vuelta el 26 de octubre, afirmó que los electores votaron por el "cambio" y "en contra de lo que está equivocado".
"Brasil señaló claramente que no está de acuerdo con lo que ahí está", dijo Silva en referencia al gobierno central de Dilma Rousseff, durante un acto ante correligionarios en Sao Paulo.
No obstante, Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), no declaró su apoyo a ningún candidato, ni a Rousseff ni al opositor Aécio Neves, que quedó en segundo lugar, y dijo que condicionará su decisión al "diálogo" sobre su programa. Muchos ob servadores políticos sostuvieron que el ascenso de la carismática dirigente tuvo que ver más que nada con su ambición y su pragmatismo que con la contingencia electoral de la víspera. ¿Qué hará ahora la candidata?. Se especula que con toda seguridad estudiará el acercamiento con el segundo, el ganador del PSDB, Aécio Neves, toda vez que es claro su enfrentamiento con la actual mandataria.
La presidenta agradeció a Lula Da Silva
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas ayer, animó a sus seguidores a apoyarla en la segunda vuelta del 26 de octubre y afirmó que, ahora, "la lucha continúa".
Con el escrutinio casi finalizado, Rousseff tenía un 41,1 % de los votos y el socialdemócrata Aécio Neves recibía el respaldo del 34,1 % para confirmarse como su adversario en la segunda vuelta.
Rousseff, que asocia a Neves al "pasado" que el país vivió en el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), dio el tono de lo que será su campaña para la segunda vuelta al afirmar que "será la lucha de los constructores de futuro, que jamás dejarán que Brasil vuelva atrás".
La mandataria agradeció "al pueblo" que le dio su "confianza" y le transmitió "un mensaje, un recado simple, que dice que debemos seguir en esta lucha junto a cada uno de esos electores para cambiar a Brasil", según afirmó.
Expresó también una gratitud particular a su antecesor y mentor político, Luiz Inácio Lula da Silva. "Sin el presidente Lula no habría llegado a donde llegué ni habría realizado el sueño de hacer un Brasil mejor", aseguró. Asimismo reconoció al Partido de los Trabajadores (PT).
Romario, el ex mundialista al Senado
Romario, campeón de la Copa del Mundo con Brasil en 1994 y diputado federal desde 2011, conquistó el único escaño del Senado para Rio con cuatro millones de votos, cuando se había escrutado el 88% de los votos, indicó el sitio G1 de Globo.
Un tercio del Senado se eligió en los comicios generales de este domingo, en los que además de votar por el presidente de la República y los gobernadores, los brasileños eligieron la cámara de diputados, un tercio de los senadores y las asambleas legislativas de los estados.
Romario milita en el Partido Socialista Brasileño (PSB) de la candidata a la presidencia Marina Silva.