La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, canceló ayer un viaje a Japón en medio de las multitudinarias protestas en todo el país contra los gastos del Mundial de fútbol y en demanda de mejores servicios públicos, informó a las agencias de prensa el servicio de comunicaciones de la Presidencia.
"Sí, resolvió aplazar el viaje porque hubieran sido muchos días de viaje, y en función de los acontecimientos actuales decidió permanecer en Brasil", dijo una asesora de prensa que no quiso identificarse.
Rousseff tenía previsto realizar una visita oficial a Japón del 26 al 28 de junio próximo, para reunirse en Tokio con el primer ministro Shinzo Abe y el emperador Akihito.