Las medidas esperadas: devaluación, quita de retenciones y el avance de la negociación con los holdouts, no alcanzan y a punto de terminar el primer trimestre el escenario no es bueno. Economistas y referentes de los principales sectores de Mendoza no se mostraron muy optimistas ante lo sucedido en lo que va del año. Construcción, comercio, industriales, turismo, manifiestan que sus actividades no han tenido una positiva reacción y no logran despegar de la crisis que atraviesan. El vitivinícola es el único que tiene buenas expectativas y analiza un comienzo de año promisorio.
Referentes de cámaras empresariales, así como economistas, consideraron que ha sido un trimestre complicado y que, a pesar de que las medidas fueron bien recibidas, era de esperar que no tuvieran un impacto inmediato sobre las actividades económicas de la provincia.
Para los especialistas, el principal problema durante estos meses ha sido la inflación, la cual ha repercutido inmediatamente en el incremento de precios, en la caída de la actividad, y en definitiva puede terminar por perjudicar el empleo.
Vale destacar que, según el IPC-Congreso, que se basa en estimaciones privadas, la inflación en febrero trepó al 4,8%, mientras que el índice del Instituto de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) fue de 4%. De este modo, para la Ciudad la suba de precios acumulada en los dos primeros meses del año alcanzó a 8,3% y en los últimos doce meses llegó a 32,9 por ciento. Mientras que en el IPC-Congreso el arrastre de enero y febrero dejó una inflación de 8,6%, con una variación interanual de 33,9%.
En este marco, el economista Raúl Mercau estimó que la inflación estará mucho más arriba del 25% que pretendía el gobierno de Macri.
Para los economistas, estos valores son la consecuencia lógica del tarifazo de la electricidad, baja en las retenciones y la salida del cepo cambiario. A mediano plazo, estiman que las medidas pueden llegar a tener efecto positivo, pero dependerá exclusivamente de cómo reaccionen los precios en los próximos meses, en base al dólar.
Es así que, según manifiestan, algunos avances que ha hecho el gobierno, como la posible negociación con los holdouts -que podrá reflejarse en el ingreso de inversiones y créditos internacionales-, no son motivo de análisis ahora, ya que esto podrá recién verse en el segundo semestre.
Otra de las consecuencias que está dejando este primer trimestre es que las empresas en Mendoza están siendo muy cautas, por lo que (por ahora) no prevén realizar grandes inversiones ni tomar personal -de hecho, algunas de las compañías estiman despedir o suspender-.
El empleo
En este mismo escenario es que se manejó Mercau, quien brindó algunos números basados en la encuesta de expectativa de empleo que realiza la Universidad Champagnat y la FEM. Sobre este estudio es que el economista señaló que uno de los resultados más alarmantes fue justamente el del empleo: el 90% de los empresarios locales prevé estancar o achicar su estructura en iguales porcentajes: 45%.
“Un número impactante si se tiene en cuenta que tendremos destrucción de puestos de trabajo en un contexto inflacionario, lo que se traducirá lógicamente en una caída mayor de la actividad económica de Mendoza”, expresó el especialista. Aclaró que en esta coyuntura, los sectores más afectados serán los relacionados al consumo.
Desde la Fundación Mediterránea, Jorge Day indicó que “hay menos actividad, por incertidumbre porque no se sabe si los salarios van a subir igual que la inflación; eso planchó la actividad. A los sectores exportadores les van a faltar uva y frutas, pero tendrán buen precio. Hemos comenzado complicados”.
Por su parte, el economista Sebastián Laza coincide con los diagnósticos anteriores: “La economía está frenada, seguimos en recesión. Los indicadores de cemento, la caída de ventas minoristas en Mendoza así lo reflejan. Todo cayó por el ajuste; se puede revertir y cuando entren los nuevos acuerdos paritarios entonces va a reflotar el consumo. La idea es que caiga un poco para que rebote; se han sacado los parches y se espera que el segundo semestre mejore. Si se logra acordar con los holdouts se puede financiar obra pública de a poco”.
Bajo estas conclusiones, el economista Raúl Mercau sumó que con las expectativas de que la situación no se revierta, prevé una caída del 3% del PBG de Mendoza en 2016, por debajo de los números que deja a nivel nacional. Esto se debe a que la estructura productiva de la provincia no beneficia.
Por un lado, “los sectores del agro no verán crecer sus negocios, no sólo por los incrementos de costos e inflación, sino también por la situación de Brasil -crisis política y económica-, principal mercado de sus envíos. Mientras que el comercio, que concentra el 30% del PBG, se ve considerablemente afectado por las medidas económicas”. En este sentido, Laza y Day coinciden Brasil ya venía mal y no impactará mucho más en nuestra economía.
Construcción
Este ha sido uno de los sectores más afectados en este primer trimestre del año. No sólo está paralizada la actividad pública, sino que tampoco la privada avanza con grandes obras.
Frente a esto, la principal consecuencia en este primer trimestre del año es la pérdida de empleo que está atravesando el sector. Según estimó Jorge Sanchís, quien está al frente de la Cámara Argentina de la Construcción - Filial Mendoza, hasta la fecha en la provincia se han perdido 4.000 puestos de trabajo formales; que si les sumamos los informales, a ese número hay que multiplicarlo por dos.
“Para nosotros el primer trimestre ha sido muy malo. El freno de la obra pública por falta de recursos y sin reglas aún claras de cómo se pagará la deuda, sumado a la inflación y aumentos de costos, está dejando sin aliento a un sector que emplea mucha mano de obra”, detalló. No obstante, dijo que el sector reconoce que se están haciendo cosas para revertir la situación, pero para el empresariado, no al ritmo que la situación amerita.
Además del freno que atraviesa el sector, Sanchís señaló la gran problemática de subas de costos. “Los materiales en este primer trimestre se han incrementado en algunos casos hasta más del 50% -como son los eléctricos-, por ende, por encima del dólar y la inflación”, sintetizó. A lo que agregó que estas subas están lejos de retroceder, sino que “siguen incrementándose y tendiendo a la suba. Como ha sido el caso del cemento, que lleva tres aumentos en el año, o los tornillos, más del 40%”.
Comercio
Producido el sinceramiento y la liberación del cepo cambiario esta actividad mantuvo reacciones inmediatas: aumentos de precios y como consecuencia caída en el consumo.
Según Adolfo Trípodi, presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), los grandes formadores de precios de Argentina trasladaron a los precios el nuevo valor del dólar, de 9 a 14, lo que trajo una enorme conmoción en el consumidor, que se encontró con nuevos precios y en su bolsillo sueldos viejos.
Fue así “que, según nuestras estadísticas, el consumo mensualmente ha caído un 5% y esperamos lo mismo para marzo. Ahora viene la renegociación salarial y esperamos que la situación del primer trimestre se revierta y (los ajustes salariales) amortigüen la caída de los primeros meses del año. Aunque somos conscientes de que el consumidor está más precavido y no busca endeudarse”.
En relación a cada uno de los sectores, explicó Trípodi que aquellos productos semi durables fueron los más afectados -como es el caso de los electrodomésticos-.
Igualmente, el principal temor deeste directivo es que si la situación no se revierte, la variable por la que ajustarán los empresarios será el empleo.
Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) y de ProMendoza, señaló que actualmente -exceptuando a la vitivinicultura- todas las economías están en crisis.
Dijo en coincidencia Ariosto que sin hacer responsables a los actuales gobernantes provinciales y nacionales, y a sabiendas de que las medidas iban a tener un impacto fuerte en el nivel de actividad, “sí hay que reconocer que los mandatarios tendrán que hacer algo antes que el empresario no sepa cómo defender a sus trabajadores y comience a haber más despidos, sobre todo en el comercio y construcción”. De hecho, estimó que el segundo trimestre no será muy distinto al primero y la caída en las ventas y actividad puede continuar acentuándose si no se ajusta y detiene el gasto público.
Recordemos que las ventas minoristas de Mendoza cayeron 5,14% en febrero en comparación con igual mes del año pasado, según los números finales de la Federación Económica de Mendoza (FEM). Febrero fue el segundo mes consecutivo con caída de ventas. El 2015 había cerrado con un crecimiento del 1,38% para el comercio local, pero en enero las ventas cayeron 2,91%.
Industria metalmecánica
El comienzo del año tiene dos lecturas para Julio Totero, de Asinmet. Por un lado, las medidas económicas anunciadas, así como otras que están en discusión, mantienen al sector con expectativas, ya que las mismas alentarían las inversiones, mejorarían el ambiente de negocio de la región y revertirían la caída de la actividad industrial con la consiguiente recuperación del trabajo.
Pero por otro, y con respecto a resultados concretos, Totero señaló que ha sido un trimestre muy malo, ya que hasta el momento ninguna de las expectativas se han transformado en hechos concretos. En este contexto es que dijo que la falta de trabajo y la reducción de los planteles está dejando una situación compleja al sector. De hecho, ejemplificó, que el sector está trabajando por debajo del 50% de la capacidad instalada.
A pesar de esto, quiso acentuar que "la caída de los industriales no es patrimonio de este Gobierno, sino de las políticas de los últimos tiempos. Además, somos conscientes de que ha influido la caída del precio del petróleo, y esto es externo a la política interna". No obstante, "creo que la inflación y los aumentos de costos no están ayudando. Los precios de los insumos han subido más del 40% en el primer trimestre. Si la inflación continúa se va a comer la poca rentabilidad que tenemos".
Sectores agrarios
Todas las empresas dedicadas a la exportación se encontraron con medidas promisorias, como fue la liberación del dólar, la quita absoluta de las retenciones y la eliminación de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI).
En este sentido, uno de los mayores beneficiados fue el vitivinícola, que a estas medidas, sumó la compra del sobrestock, que conjugado con la mala temporada y reducción de la cosecha se ha traducido en un posible aumento interesante de precios de uvas.
A pesar de esta coyuntura, desde Bodegas de Argentina, su gerente, Juan Carlos Pina, mencionó que al igual que en los demás sectores económicos de Mendoza, la inflación es un mal que aqueja al vitivinícola y frena su evolución. Para este dirigente, si no se revierte “los aumentos dejarán otra vez al sector con bajos márgenes de rentabilidad para exportar”.
Con respecto a los envíos de vino al mercado externo, Juan Carlos Pina dijo que el primer trimestre aún vive los remezones de la anterior gestión. Además, señaló que “la recuperación de las exportaciones no se dará de un día a otro, de hecho esperamos un año con números similares a 2015”.
Por otro lado, para el caso de frutas frescas -tanto de carozo como de pepita- el balance del primer trimestre es menos alentador. Las condiciones climáticas han hecho desastres: “enfermedades, pérdida de calidad y cantidad, están dejando a gran parte de la producción fuera de competencia”, sintetizó Raúl Aruani, gerente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas de Mendoza (Aspeff).
Para este dirigente, la presencia de hongos en los productos está debilitando la demanda, tanto del mercado interno como del externo -principalmente Brasil, que de 4.000 hectáreas inscriptas para exportar han quedado 700, un 82% por debajo de la media-. Esto, para Aruani, es el reflejo de que muchas de las curaciones no llegaron a hacerse porque los productores no podían asumir los aumentos de precios de los agroquímicos.
En este sentido, sintetizó: “La liberación del dólar y la quita de retenciones a las exportaciones eran dos indicadores que podían dar un recupero. Pero los accidentes climáticos y la severidad para exportar a Brasil hicieron que la oportunidad se pierda. Además de que el proceso inflacionario continúa y a los valores de hoy la quita de las retenciones ha dejado de ser una ventaja”.
Mario Bustos Carra, gerente general de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo (CCECuyo), concluyó: “Ante la caída de los niveles de producción primaria -por las inclemencias climáticas- y los precios internacionales deprimidos, a las economías regionales les costará recomponer su competitividad”.
Turismo
Para Edmundo Day, secretario de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines (Aehga), durante la primera quincena de enero hubo una fuerte baja de 10 a 15%, en la segunda mejoró; febrero levantó también por Carnaval y Vendimia, pero fue por debajo de un 10 o 15% con relación al año pasado. “Advertimos que hay un cambio de demanda, entendemos que habrá un cambio en el turismo receptivo en el segundo semestre, pero también depende de qué sucederá con los arreglos del aeropuerto”.
Agregó que “se está migrando a que vuelva un público extranjero; deberíamos conservar el movimiento argentino en los feriados largos, pero hasta ahora la temporada fue entre estándar o por debajo. La devaluación no nos benefició, el turismo se compra a futuro casi un año antes. Hubo gente que veía que se acababa el precio bajo del dólar y eso benefició a Chile, Uruguay y Brasil; para colmo, con la devaluación nos hicimos más caros. Tenemos esperanzas en el segundo semestre”.
Desde el Mendoza Bureau consideran que “durante el primer trimestre del año se han realizado acciones de promoción para el desarrollo de incentivos, turismo de congresos y reuniones en Mendoza y promoción general del Mendoza Bureau. Desde el punto de vista turístico, ha habido una caída en la demanda en el primer trimestre, especialmente en el marco de la Fiesta de la Vendimia, pero hay mejores perspectivas para el segundo semestre del año”, indicó su presidente, Pablo Arroyo.
