Ir al súper el fin de semana es un hábito bien arraigado en muchas familias de todo el país. Pero según dónde vivan, el gasto que deben afrontar en cada visita es muy diferente, incluso si compran exactamente lo mismo. Lo que ocurre es que, actualmente, un changuito con igual mercadería puede costar hasta un 40% más caro en una ciudad que en otra. Y para cada artículo, las diferencias de precios rozan el 70% en promedio.
Los datos surgen de un relevamiento hecho por este diario en 15 ciudades del país, sobre una canasta de 45 productos básicos de almacén, carnicería, lácteos, vegetales, bebidas, limpieza y tocador. Tomando el mismo listado -que especifica marcas y cantidades- se anotaron los precios vigentes al momento de la visita en al menos un supermercado de cada una de las urbes.
Del análisis de esos números, surge que las cajas registradoras pueden dar resultados muy dispares. Para los 32 productos que se hallaron en todas las ciudades, fue en La Plata donde se obtuvo el ticket más bajo. Tras la inundación, y con $ 344,10 de gasto, comprar allí la canasta fue $ 140 más barato que hacerlo en un súper de Rawson, donde el costo final del changuito fue de $ 484,40: un 40,8% más.
Fuera de temporada, Mar del Plata resultó la segunda ciudad con mejores precios ($ 354,73), seguida por Corrientes ($ 362,02) y Santa Rosa ($ 367,49). En el otro extremo, Neuquén ($ 438,39), Rosario ($ 410,53) y Posadas ($ 392,25) le siguieron a Rawson en la lista de las más caras.
En Capital, los valores no se destacaron por lo alto ni por lo bajo: en las principales cadenas, el costo fue de $ 379,75, un monto apenas por debajo del gasto promedio en todas las ciudades del Interior. Según el estudio, los porteños pagan precios 10% mayores a los que se consiguen en La Plata, apenas superiores a los relevados en Córdoba y Mendoza, y un 7,5% menores a los ofrecidos en Rosario.
El mes pasado, otra investigación periodística había revelado que, para cada producto, en la misma zona de la Capital, las diferencias entre el precio más alto y el más bajo promediaban el 20%. Es un nivel de dispersión que, en opinión de expertos, se debe a la inflación y lleva a los consumidores a "perder las referencias" y a malgastar.
Lo que suma el nuevo estudio es que, al comparar entre ciudades distantes, las brechas por artículo se hacen aún mayores: promedian el 69,4%. Y, en varios casos, superan cómodamente el 100%, lo que indica que unos supermercados ofrecen lo mismo a más del doble del precio al que lo ofrecen otros.
En este sentido, según el relevamiento, las mayores brechas estuvieron en frutas y verduras. Por ejemplo, el kilo de zapallo, que se encontró en Córdoba a $ 2,50 y en Santa Rosa a $ 3,50, llegaba a $ 6 en Capital, La Plata , Rosario y Corrientes. También el tomate dio la nota por estar a sólo $ 6,50 en Santa Rosa, Tucumán y San Juan, contra los $ 13,50 de Mendoza, los $ 14,40 de Catamarca y los $ 16,20 de Rawson. Además, la brecha fue de 122% en cebolla, de 110% en papa, de 96% en zanahoria y de 88% en manzana, naranja y banana.
También en carnes hubo grandes diferencias. El kilo de asado se vendía a $ 30 en La Plata y Mar del Plata, $ 40 en Capital, $ 55 en Rosario, $ 70 en Neuquén y hasta a $ 76 en Rawson. En bebidas, la diferencia fue del 69%. Y hubo brechas más moderadas en productos de almacén (61%), lácteos (43%) y tocador y limpieza (42%).
En las diferencias influyen la inflación, las políticas comerciales de las empresas y las diferencias en salarios y costos logísticos. Pero también, en muchas ciudades, la compra sube de precio por la falta de productos baratos en las góndolas. Así, por caso, al no estar la yerba Taragüí tradicional en los súper de Córdoba y Rosario, la opción disponible (con "bajo contenido de polvo") costó hasta un 42,7% más.
En La Rioja, la media docena de huevos blancos salió $ 12, el doble que en Santa Rosa. Y en Córdoba, el kilo de pollo fresco entero se pagó dos veces lo que cuesta en otras provincias, por no estar los más económicos. Otros básicos, como azúcar y harina, no se pudieron comparar por sus conocidos problemas de abastecimiento. Y la botella de litro y medio de aceite de girasol de una marca líder sólo se encontró en 4 de las 15 ciudades.
Si el análisis se hace entre regiones, una diferencia salta a la vista. En conjunto, las ciudades patagónicas relevadas resultaron un 23% más caras que el resto.