Como el Mundial, la Copa América también se nutre de ricas historias. Algunas salen a la luz y otras quedan solamente en la memoria de los protagonistas. Lucas Ledezma, de 27 años, unió en bicicleta Córdoba con Viña del Mar para alentar a la Selección.
Esta no es la primera aventura que tiene sobre las dos ruedas este profesor de educación física -que en las próximas elecciones se presentará como candidato a concejal por su pueblo, Toledo-, ya que el año pasado pedaleó hasta Brasil por el Mundial.
Lucas contó sus sensaciones tras arribar a Viña y hacer un parate en la playa. “Estoy muy, muy feliz porque, más allá de que llegué, lo hice en un tiempo que superó mis expectativas.
Tenía pensado hacerlo en 13 o 15 días y al final fueron 10. Me motivó muchísimo el viaje del año pasado. Ahí me di cuenta que con una bicicleta y dos piernas uno puede lograr mucho. Lo planifiqué desde que volví de Brasil. Y después de Chile, ya pienso en el próximo desafío que serán los Juegos Olímpicos de Río 2016”, dijo Lucas, que debió pedir permiso en cinco trabajos para poder llevar adelante esta travesía.
Cruzó a Chile por Mendoza, donde realizó cinco paradas: La Paz, Ciudad, Potrerillos, Uspallata y Penitentes. En varias de ellas durmió en carpa y en otras le dieron alojamiento.
“Lo más duro fue la trepada desde Mendoza al paso fronterizo. No por la pendiente, si no que uno no está acostumbrado al frío. En una parte el sol me daba en una pierna y la otra casi se me congela. Debí parar para echarme agua caliente porque ya no sentía nada”, recordó.
Más allá de las imágenes que le quedarán grabadas del partido en sí, a Lucas los paisajes mendocinos no se le olvidarán tan fácil. “Lo que más me impactó fueron las montañas cerca de Penitentes. En la frontera también. Son paisajes inolvidables. Ahora tengo que volver rápido a Córdoba porque soy candidato a concejal en Toledo por Unión por Córdoba. El 5 de julio tengo que estar ahí sí o sí”, avisa, antes de terminar la charla con Los Andes en Viña del Mar.
Por último, dejó una reflexión que invita a imitarlo: con tantas horas arriba de la bici en soledad, la cabeza tiene mucho tiempo para pensar, “es un buen momento para encontrar un poco de paz”.
Volvieron a La Serena
Una vez finalizado el partido en Viña del Mar, el seleccionado argentino regresó en forma inmediata a su búnker de La Serena. Lo hizo en vuelo chárter. Esta fue una decisión que se tomó ya en tierra chilena y mucho tuvo que ver la comodidad con la que se encuentra la delegación albiceleste en el Serena Suite.
Argentina fue otra vez "local"
La Selección fue local en Viña del Mar, adonde miles de argentinos llegaron para alentarla. Muchos de ellos fueron mendocinos, quien por la cercanía con la ciudad no dudaron en tomarse el fin de semana y viajar para disfrutar de la última fecha del Grupo B de la Copa América. Ver a Messi en vivo fue el común denominador de los albicelestes, quienes cruzaron la cordillera desde distintos puntos del país.
Pero también, muchos de ellos viven por razones laborales en el país trasandino y no se perdieron la oportunidad de sacar del placard la camiseta de la Selección.
En el Día de la Bandera los colores celeste y blanco tiñeron la totalidad del estadio Sausalito de Viña del Mar. Las banderas argentinas fueron mayoría con las inscripciones de ciudades y pueblos. Mendoza, Trelew, Cipolletti, Río Gallegos.
Tampoco faltaron los trapos de clubes del fútbol argento. No faltaron los de Godoy Cruz, Deportivo Maipú. De igual manera, de Instituto de Córdoba, Central, Newell’s y por supuesto, de Boca y River.
Impiden ingreso a un barra
Un barrabrava argento fue detectado por el control electrónico de acceso a El Sausalito y se le impidió el ingreso junto a su grupo familiar, aunque no fue detenido. Héctor Muñoz, de la policía internacional de Viña, confirmó el dato.
