Si vos también sos un noctámbulo, aquí compartimos algunos consejos para migrar la productividad al horario matutino.
1. Poné una hora exacta para salir de la cama. Si llevás un buen tiempo levantándote a medio día, a tu cuerpo le será muy difícil levantarse a las 6 am de un día para el otro. Disminuye cada día media hora hasta que encuentres el horario ideal.
2. Adelantar el horario de levantarse implica recorrer la hora de dormir. Haz los ajustes necesarios para dormir, al menos, siete horas. Apaga los aparatos electrónicos una hora antes de ir a la cama, no tomes café u otros estimulantes después de las 7 pm, y pídele a las personas que viven contigo que te ayuden bajando su ritmo de actividades nocturnas (al menos durante el tiempo de adaptación).
3. Elimina los "cinco minutitos". ¿Tu alarma suena cada cinco minutos durante una hora y aún así no logras levantarte? Tal vez, le estás pidiendo a tu cuerpo que despierte en una fase de sueño profundo. Ve a dormir todos los días a la misma hora y pon el despertador media hora antes o quince minutos después de lo que acostumbras; se trata de identificar la fase de tu ciclo de sueño que sea más ligera. Si no lo consigues por ti mismo, prueba sleepcycle, una aplicación que calcula tus ciclos de sueño y te despierta en el momento justo.
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4. Dejá abierta la cortina. La luz del sol nos permite reajustar el ritmo circadiano. No bloquees la persiana ni cierres las cortinas por completo, la luz del día es un despertador natural. Una vez que estés despierto, ponte ropa deportiva, sal a hacer ejercicio o al menos toma una caminata de 10 minutos para reforzar el mensaje: luz de día = actividad.
5. Hazte de una rutina. Queramos o no aceptarlo, nuestro organismo necesita rutinas y funciona mejor cuando las respetamos. Sigue una rutina de actividades por la mañana e incluye en ellas una "actividad recompensa", eso te motivará y hará más sencillo el proceso de adaptación (normalmente toma entre 26 y 30 días, no desesperes). ¿Ejemplos de recompensas? ¿Qué tal un desayuno nutritivo que te haga salir al mundo con buena actitud? ¿Qué tal un playlist con tus canciones preferidas camino al trabajo?
6. Identifica tus ritmos. Una vez que comiences a modificar tu rutina matinal te darás cuenta de hay horarios más creativos que otros. Prueba dejar las tareas más demandantes para las primeras horas de la mañana y las tareas más sencillas para la tarde.
{fotorei:550771:fotorei}7. Planea tu día. Antes de irte a la cama deja listo todo lo que necesitas para el día siguiente: desayuno, colación, botella de agua, mochila, maleta del gimnasio, computadora y la ropa que te vas a poner. Empezar la mañana con las cosas resueltas reduce tu resistencia a despertar temprano.
8. Sin distracciones. Mucha gente responde correos, escanea sus redes sociales o prende la televisión antes de poner un pie fuera de la cama o de decir buenos días. Uno se justifica diciendo "me toma un minutito, es una ojeada rápida" y cuando nos damos cuenta, ya perdimos medio día. Respeta tu rutina y ponte límites, por ejemplo: no checar el correo hasta que no llegues a la oficina o hasta que termines de desayunar.
9. Simplifica tu arreglo. Cuando modificas tus horarios también necesitas cambiar de hábitos. Para hacer más sencilla la transición, simplifica tu arreglo personal. Seguro ya tienes identificada una combinación de ropa y peinado que te toma poco tiempo y se ve bien. Adóptala como uniforme y hazle algunas variaciones. Cuando estés frente al espejo y tu mente empiece con sus juegos para hacerte dudar de tu apariencia, ponle un alto y concéntrate en el objetivo. Un arreglo sencillo te hace ganar tiempo para la creatividad en otras áreas de tu vida.
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10. No te autodestruyas el fin de semana. Al menos durante el periodo de adaptación, es recomendable que los fines de semana mantengas los horarios estables y no le exijas demasiado a tu cuerpo. De otra forma, cuando llegue el lunes estarás peor que al inicio porque, además, sentirás que no valió de nada el esfuerzo de la semana anterior.
