Ya perdimos la cuenta de los años que pasaron de la actuación de Diego Torres en Mendoza. Y no es porque no tenga nuevo material, al contrario; pero sus días se reparten entre Buenos Aires y Miami, una ciudad que es satélite para su trabajo. Girar por el país es una deuda pendiente.
La música lo llevó a ser andariego y optar por vivir en el exterior. "Estoy acostumbrado a vivir así. El camino de la música me ha llevado a muchos países. Y uno está acostumbrado a esa locura de viajar, ir y venir. Por suerte mi familia me acompaña, esta profesión exige eso. Y me gusta viajar y estar en contacto con diferentes lugares. Además, uno no puede pretender que las cosas sucedan si se queda fijo en un lugar", reflexiona el cantante, autor y actor.
Después de mucho trabajo, a comienzos de noviembre volvió al estadio Luna Park, donde presentó con entradas agotadas su nuevo espectáculo. Un compilado por sus canciones más conocidas y el último hit "Un poquito", que comparte con Carlos Vives (el video lo protagoniza Natalie Pérez). Ahora se prepara para comenzar un 2019 cargado de shows.
"Creo que el año que viene vamos a hacer una gira con este espectáculo. Es una cuenta pendiente ir a visitarlos. Esto recién empieza, creo que el 2019 y 2020 vamos a estar dando vueltas".
Sin dejar de lado la actuación (protagonizó las películas "Papeles en el viento", "Casi leyenda", "Re Loca"), fue jurado del reality "Talento Fox" y evalúa volver a la televisión. Todo dependerá del espacio que le deje la música.
-Con el tiempo te convertiste en un artista popular y sin querer tus canciones representan un momento que vivimos, incluso tu último single "Un poquito". ¿Lo percibís de esa manera?
-De alguna forma, sin querer puede pasar. Porque las canciones que empiezan siendo de uno transmiten lo que a mucha gente les pasa. Después, el público hace de las canciones algo muy especial. Por eso me encanta cuando las cantan en las escuelas, en los casamientos, en los partos. He recibido devoluciones tan especiales de la gente, que me encanta. Pero lo veo de una manera natural.
Cuando uno empieza a escribir en la hoja en blanco, a veces sabés que esa canción va a llegar muy lejos. Entonces es una responsabilidad y hay que tomar decisiones en esta carrera. Como bien decías, la canción nueva habla de este mundo de abundancia, donde tenemos que tener todo y te das cuenta de que necesitas poco, lo esencial de la vida. Y también esta historia de que, a pesar que la tecnología avance, no perdamos el arte de la conquista, el coqueteo. Elegantemente y de buena manera, en un momento donde la mujer marca aún más sus derechos y en contra de la violencia de género. Uno puede ser galante, pero sin faltar el respeto y con simpatía.
-Como artista latino, ¿qué pensás del reggaetón y esta nueva ola pop que copa la música latina?
-Pienso que los artistas debemos reinventarnos, renovarnos, no quedarnos quietos en la zona de confort. Y si escuchás mis primeros discos son muy diferentes al resto. Y está bueno que hoy la tecnología nos permita estar más en contacto directo, utilizarlas y aprovecharlas. Sin perder la esencia y el criterio musical. Pero si yo puedo renovar mi sonido está bueno, siempre con cosas que tienen que ver con uno y con lo que uno quiere hacer.
-¿Te importa la competencia y la vigencia en la industria?
-Creo que está bueno competir en la música de hoy, para que no suene todo igual. Creo que la música de hoy y latina se mete en un cuello de botella, pretendiendo que todo suene de la misma manera. Y si no suena así, no puede sonar. La música del mundo nos muestra que en las veinte canciones más escuchadas hay artistas muy diversos. Y la música latina tiene que tener eso. Mi desafío es seguir siendo yo, renovado, abriendo el juego de la música latina que es muy amplia.
-¿Qué es lo más preciado que te dio música?
-Primero, la gente. No sería el artista que soy sin el público, porque sin la gente nada tendría sentido. Por eso los espectáculos los pienso para ellos, que pagan la entrada para verme.
También compartir con grandes artistas, referentes para mí. Rubén Blades, Juan Luis Guerra, Joaquín Sabina, Serrat. Y después hacer grandes amigos como Carlos Vives, Ivete Sangalo, Mercedes Sosa. Grabar con ellos es una de las cosas más lindas que me han pasado.
-Tenés muy buen humor, ¿qué es lo que te saca de las casillas o no te gusta?
-No me gusta la soberbia, la mala educación. No me gusta el ego exacerbado. Me gusta la gente simple, normal.
-¿Alguna vez te ofrecieron un puesto político o te interesa meterte en política?
-No, la verdad nunca se me pasó por la cabeza. Jamás arruinaría mi vida de esa manera. Me parece que los artistas tenemos que ser comprometidos con la realidad desde un lugar independiente, decir lo que pensamos. Respeto a los artistas que levantan alguna bandera o apoyan una causa. Pero pienso que los artistas tienen que ser independientes, porque nuestro lazo con la gente es muy sagrado. Y usarlo para tomar partido me parece que no da.
Además, en este momento tan blanco y negro, las diferencias que existen en el mundo, me parece que hay que poner un poco de gris, de equilibrio, sin dejar de ser comprometido. Buscar la objetividad desde la independencia. Y creo que en la Argentina estamos así, por estar de un lado y del otro.
-Se cumplieron 35 años de democracia y siempre vemos la misma historia.
-Justamente, siempre vemos el barro, porque necesitan la cancha embarrada. No hay progreso. Eso no le sirve al político argentino, porque el progreso genera una población independiente, con ideas propias. Y como dice Blades: “Un país que no se vende nadie lo podrá comprar”. Entonces tenemos que aprender a convivir con el Estado, que lo necesitamos en su justa medida, pero también al sector privado que es parte de la realidad.
-¿Cómo ves el momento que vivimos con la lucha feminista y un montón de jóvenes comprometidos?
-A mí me parece fantástico, veo las nuevas generaciones comprometidas, con ganas. Tengo sobrinos de todas las edades y una de ellas estudia Ciencias de la Educación y me decía: lo que se necesita es un cambio estructural de verdad. Y te lo está diciendo una chica de 20 años. Entonces me pregunto: ¿Nuestros gobernantes le van a dar ese cambio estructural o seguiremos en la misma película que vemos hace años? Yo la vi tres veces. Tenemos discusiones viejas porque no tomamos las decisiones que tenemos que tomar.
Una gira prometida
Es una de las deudas de Diego Torres, aunque anticipa que el año que viene o en 2020 podría volver a planear una gira nacional. Mendoza será una parada obligada.
