Un día el multiinstrumentista chaqueño Diego Pérez, la mitad de Tonolec con Charo Bogarín y uno de los tres átomos de Les Yacarés (con Juan Sorrentino y Esteban Peón), salió de viaje. Está convencido de que tanto las personas como los paisajes que los habitan amalgaman orgánicamente geografías, épicas ancestrales y fábulas, creando una fórmula que puede resultar irresistible para la inspiración de las canciones. Y así lo practica.
Como Tonolec y Les Yacarés, Nación Ekeko es un proyecto que engrana la electrónica con las voces y los instrumentos andinos, pero a esta especie de trance atmosférico de múltiple paleta de sonidos, Diego le agrega la poesía, la palabra hablada, chamánica, procesada con loops y rapeada.
Concentra esta travesía espacial, espiritual y territorial hacia el ritmo, hacia el baile con el uso de docenas de herramientas, tanto precolombinas como del siglo XXI: desde el cuatro venezolano, el pandeiro, el cajón, el birimbao, el djembe, el bongó, hasta sikus y la quena, surcando desde las extensiones de La Pampa y las islas de los Uros, hasta la región mexicana de Chiapas.
El resultado de esta exploración externa e interna de aquellas rutas forma el repertorio de las siete canciones de “La danza”, la primera grabación de NE publicada en mayo de 2015.
Justamente, tres años después de su lanzamiento, Diego Pérez lo presentará en vivo por primera vez en Mendoza (esta noche en La Colombina).
-¿Cómo nació este proyecto?
-Nación Ekeko surgió como una idea musical que vivo experimentando hace tiempo, más allá de lo que también estoy haciendo con Tolonec, que es esto de la integración de la música de raíz, la originaria, con las herramientas electrónicas y los ritmos contemporáneos. Esta fórmula de fusión también incluye romper los moldes convencionales de la canción, como la estrofa sumando al estribillo, por ejemplo. A mí me gusta jugar con la forma y las texturas que pueden crearse incluso en el toque en vivo, con la improvisación, llevando la tecnología a un lugar mucho más orgánico.
-¿Aquí la forma de hacer música electrónica sólo es un instrumento entre tantos otros?
-Para mí es sobre todo una herramienta que me permite jugar con loops y capas grabadas, para poder transformar el sonido mientras toco en vivo, en tiempo real y esto me permite tomar la energía de cada lugar particular donde doy un concierto, y a partir de esa energía del público, terminar de darle forma al repertorio.
-En uno de tus videos, el de la versión en vivo de "Atahualpa", estás tocando un instrumento que asemeja a los de ciencia ficción clase B. Explicame de qué se trata.
-Así es. Vengo diseñando un instrumento que es específico para Nación Ekeko, llamado “sololuna”, formado por dos linternas que me permiten interpretar la música moviéndolas en el aire. Es un instrumento inalámbrico. Está diseñado con la idea de poder salirme de la computadora para moverme entre el público. Es un instrumento que te pide que bailes.
Y para que bailes mucho más, el 7 de abril, Diego publicó en el canal de Youtube de Nación Ekeko, su último clip; una versión a dúo y sampleada de "La cigarra", con la voz de Mercedes Sosa.
Vale la pena sumar en la pista de baile “El hijo del Altiplano” (en el clip, rodado en la Villa 31, de Retiro, colabora Miss Bolivia); “Tokwaj”, la poesía de Lecko Zamora y “Guarania”, entre otras, como para precalentar el repertorio letra y música de Diego Pérez.
“‘La danza’ fue grabado en viajes por el Chaco Salteño, por Perú, consiguiendo voces de México. Los paisajes y el rescate de las poesías de las lenguas originarias, aquellos flashes de los viajes terminó formando parte de la música. O quizás, al revés; terminé componiendo el paisaje para esos personajes y esas culturas que fui conociendo durante los viajes”, admitió Pérez.
“Componer una música que tenga un contenido y la vez se pueda escuchar danzando ha sido el objetivo del álbum, fijando sobre todo que se mantenga el hilo conductor en los ritmos”.
Diego Pérez es de aquellos músicos siempre inquietos que nunca dejan de buscar sonidos; es un explorador tan espacial como subterráneo. Además, en su tránsito, aunque haya que enchufar un órgano sintético o una notebook, lo suyo es folclore. Y esa vibración con los latidos de los territorios está arraigada en Nación Ekeko. "En los conciertos ya no se reconocen las fronteras, tan sólo hay caminos. A partir de eso planteo un viaje que se puede disfrutar sentado en un sillón o bailando. Lo que tiene que ver con adentrarse por distintos paisajes, texturas, voces, mensajes, que vienen a contarnos que somos parte de una misma nación ancestral.
Herramientas, para el taller
El músico realizará un workshop teórico - práctico con la idea de comprender y sentir la música originaria latinoamericana (particularmente qom, guaraní y andina).
El objetivo: "reflexionar acerca del uso de las herramientas tecnológicas para poder expresar la raíz y generar una producción con identidad propia".
Día y hora: lunes 7 de mayo, de 15 a 18 horas.
Dirigido a músicos, estudiantes de música, compositores, productores artísticos y público en general interesado en el cruce entre música originaria y nuevas tecnologías para la expresión musical.
Costo inscripción: $ 450.
Más información: www.tallerdiegoperez.eventbrite.com.ar y vivocultura.producciones@gmail.com
La ficha
Nación Ekeko en vivo
Día: hoy, 6 de mayo.
Hora: 19.
En: Centro Cultural La Colombina (Balcarce 220, Godoy Cruz).
Entradas: $ 200 y $ 250.
Disponibles en: www.eventbrite.com.ar.