La pandemia ha suspendido gran parte de los estrenos y lanzamientos en el teatro y la música: pese a ello, muchos siguen activos en las redes, como Diego Frenkel.
Aunque "Frenkeltronic" ya venía elaborado de antes, es ahora -en esta particular situación- que ha decidido darle empuje a la difusión.
Se trata de un disco de estudio en el que explora el terreno de la música electrónica, un camino que comenzó a transitar al encontrarse en una especie de "callejón sin salida" planteado por los modos tradicionales de abordar su labor artística.
"Sentía que los elementos que conocía y la narrativa de las canciones, como yo las hacía, se encontraban en un callejón sin salida. Sentía que el lenguaje del rock estaba en un callejón sin salida. Necesitaba relacionarme con otros materiales porque sentía que con esos elementos recorría siempre el mismo lugar", explicó a la Télam.
El ex Clap y La Portuaria relató que se trató de un proceso iniciado a partir de una crisis personal, originada por los cambios políticos y sociales ocurridos en diciembre de 2015, que lo llevaron a replantear la forma de encarar su trabajo, mientras giraba para presentar su disco "Ritmo" y avanzaba en la escritura del libro autobiográfico "A través de las canciones".
El resultado fue "Frenkeltronic", una obra conceptual que juega en todo sentido con la relación entre el hombre y la tecnología, y se completa con una puesta en escena performática, que incluye un juego de luces y la participación de dos bailarinas.
Aunque la cuarantena obligatoria ante la pandemia de coronavirus aplazó las presentaciones en vivo de Frenkel, parte del espíritu de esta puesta podrá verse con el estreno del video del tema "Politeístas", previsto para mañana 7 de abril, a las 20 horas, en una transmisión en vivo que realizará desde su cuenta personal de Instagram.
Allí, el músico interpretará algunas canciones de su repertorio histórico a pedido del público, con el que interactuará, luego mostrará algunas composiciones del nuevo disco y, finalmente, exhibirá el video en el que participan las bailarinas Vicky Delfino y Carla Rimola, dirigidas por la coreógrafa Josefina Gorostiza.
-¿Cómo fue a nivel técnico este proceso de componer con máquinas en vez de hacerlo con una guitarra, como era tu costumbre?
-Empecé a investigar y a aprender, y lo primero que surgió fueron ejercicios abstractos. Después, cosas experimentales. Como soy un apasionado de lo afro, del groove bailable, empecé a jugar con eso y, de a poco, todos estos elementos se fueron traduciendo en canciones.
-¿Qué pasaba mientras tanto en tu interior?
-Me desprendí de mi yo, de mi manera de hacer canciones. Lo hice desde un alter ego, que es “Frenkeltronic”, que es un ser digital, agenérico, no tiene edad. Eso me liberó mucho. Es un juego con la virtualidad, pero no deja de estar mi conciencia y mis letras. Aunque en el campo lírico también me liberó porque escribí desde un lugar menos personal.
-¡Considerás que hay un juego entre lo frío de las máquinas, presente en ese alter ego, y lo orgánico aportado por tu conciencia y tus letras?
-Yo replantearía la idea de frío y orgánico como elementos separados. Una guitarra eléctrica o un violín son fuertes elementos tecnológicos. Esto no es más que otro instrumento. En el arte, los materiales fríos se complementan con los cálidos, no generan necesariamente una falta de alma. Al contrario, conduce a un lugar del alma. Es una mezcla. No lo juzgaría ni de cálido, ni de inorgánico. Lo que sí, es algo “desentimentalizado”, porque hay una mayor distancia de lo personal, del yo. La temática del disco tiene que ver con lo que le pasa a un ser humano, con el aislamiento y la virtualidad, la extensión de nuestros cuerpos puestos en los aparatos. Ese maridaje entre los aparatos y el cuerpo que nos está convirtiendo en cyborgs, pero no lo considero necesariamente negativo.
-¿Sentiste limitaciones a nivel estilístico?
-Los límites te generan una libertad porque tener todas las posibilidades por delante, es abismal, angustiante y difícil. Decidir hacerlo así fue una limitación que me dio libertad. Los límites de contención generan libertad. Es como la presencia del Estado. Es difícil que un Estado presente genere falta de libertad. En este caso, el Estado y la ley sería hacer un disco de música electrónica. Esos son los límites y con eso aparece un aparato creativo muy fuerte. Es interesante ese ejercicio. Agencias