“Pasaje de vida”, el thriller político dirigido por Diego Corsini y protagonizado por Chino Darín, Carla Quevedo y Miguel Ángel Solá que llegó ayer a las salas locales, se centra en la historia de una pareja de jóvenes montoneros cuyo amor se ve atravesado por sus ideales y tiene que decidir -en pleno ascenso de la Triple A y poco tiempo antes del golpe de Estado de 1976- si pasa del activismo político a la lucha armada.
“Es muy emocionante poder llegar al estreno de mi segunda película, especialmente porque es un proyecto que significa mucho para mí, mi familia y mi viejo. De algún modo, es un homenaje para esa gente que se la jugó tanto por sus ideales. Y quería reflejar todo ese drama humano desde su propio punto de vista”, afirmó el propio Corsini.
El director de "Solos en la ciudad" (2010) dijo que en su nuevo film trató de ser "lo más fiel posible a la parte humana. Traté de ser completamente subjetivo tratando de entender cómo vivían su vida y cómo pasaron de ser jóvenes inocentes a transformarse y tomar las decisión de comprometerse para intentar cambiar la realidad injusta del capitalismo”.
Corsini, que además de dirigir y coescribir el guión encarna a un jefe montonero en el film, subrayó que si bien ya hubo muchas películas y libros que hablaron sobre las víctimas de aquel conflicto, "en este caso, por primera vez, nos metemos de lleno con los sobrevivientes. Aquellos que fueron perseguidos, que pudieron haber sido desaparecidos, torturados o asesinados, pero que lograron salvar sus vidas”.
Uno de esos sobrevivientes es justamente el ex montonero Miguel (interpretado por Miguel Ángel Solá), exiliado en España, internado por una grave enfermedad neuronal y aquejado de una gran melancolía, ya que vive enclaustrado en el pasado y no logra diferenciar la actualidad del recuerdo de aquellos años, además de estar obsesionado con encontrar a una mujer llamada Diana, su ex compañera y madre de su hijo.
¿Quién es Diana? Esta pregunta empuja a Mario, su hijo español, a investigar la historia de aquellos años de fuego, de la cual conoce apenas los titulares y, a medida que la enfermedad de su padre se intensifica, las incógnitas y claves que va descubriendo sobre la verdadera historia de sus padres se vuelven más complejas y misteriosas.
El personaje de Diana, la madre de Mario y la ex compañera montonera de Miguel, es interpretado por la joven Carla Quevedo, para quien "esta es una película fundamental, es una historia de amor única, de las que merecen ser contadas. Aborda una etapa histórica muy importante de la historia argentina y lo hace de manera novedosa, porque habla de los sobrevivientes".
"Creo que tengo la suerte de haber nacido en un contexto histórico diferente de aquel donde había la posibilidad de la muerte", señaló Quevedo, quien trabajó con Juan José Campanella en teatro y en "El secreto de sus ojos", y participó en varias películas en Argentina y en Hollywood, además de la serie para HBO "Show me a hero".
Por su parte, Chino Darín, quien encarna a Miguel en su juventud, opinó que "fue una historia conmovedora haber conocido a las personas en las que está basada la historia. Lo fundamental es que es una historia que de alguna manera nos atraviesa a todos. Y la mirada que ofrece Diego sobre la gente que quedó para contarlo es particular y única".
Con Marco Antonio Caponi, Javier Godino, Charo López, Mario Pasik y el debut cinematográfico de Andrea Frigerio, “Pasaje de vida” no intenta ser una apología de Montoneros sino que los muestra en el momento de su pase a la clandestinidad y expone ciertos cuestionamientos internos sobre las formas en las que debían encarar la resistencia revolucionaria, y las profundas dudas de muchos de ellos sobre la posibilidad del paso a la lucha armada.
En ese sentido, para Corsini "la lucha armada era algo mucho más habitual en aquella época. Por eso en aquel momento era un dilema mucho más difícil de resolver que hoy en día si la lucha armada está bien o mal. En gran medida, todo tiene que ver con el tratar de entender cómo, a pesar de ese contexto, había mucha inconsciencia. Hay cosas que parecen increíbles pero pasaban. La realidad muchas veces supera la ficción".
Si bien reconoce que existe "un fuerte vínculo paterno filial que marca el relato de vida, la película no es una biografía de mis padres, ya que por suerte mi mamá está viva y mi padre aún está consciente. Pero es cierto que todo nació cuando mi madre me empezó a contar sus experiencias. Ella me contó muchas anécdotas sobre aquellos tiempos, mientras mi padre me hacía una bajada más ideológica", recordó.
"Siento que esta historia es necesaria, que tenía que contarla. Mi vida estuvo atravesada por miles de anécdotas que fueron ayudando a la construcción de este filme, generando secuencias y personajes únicos, quienes tuvieron que sufrir muchas atrocidades y a la vez, encontraron su lugar en el mundo en un país extranjero, pero que ya es tan propio como la nacionalidad que figura en el pasaporte", concluyó el director.