Dictaron prisión perpetua en el cuarto juicio por jurado en Mendoza

El cuarto juicio por jurado en la provincia de Mendoza terminó con una nueva condena a prisión perpetua. Jonathan Morales (28) fue declarado culpable por el crimen de José Álvarez (70), el artista plástico chileno ultimado durante un asalto en su finca de Guaymallén, el 5 de enero del 2018.

Este caso ya tenía una sentencia de perpetua, luego de que en abril de este año Ezequiel Orozco (27) asumiera la autoría en el hecho en un juicio abreviado. Este joven fue condenado como autor y Morales como coautor. La víctima perdió la vida tras ser golpeada con un martillo. 

Luego de un par de audiencias esta semana, este jueves en la mañana se realizaron los alegatos del debate, en los cuales el fiscal Fernando Guzzo pidió la pena máxima para el acusado, mientras que su defensor solicitó la absolución. El sospechoso llegó imputado por homicidio criminis causa-matar para ocultar otro delito-, que tiene como posible condena únicamente la perpetua.

En la tarde llegó el momento de deliberación para los 12 miembros del jurado, quienes se pusieron de acuerdo y llegaron a un fallo unánime para decretar la culpabilidad de Morales. El juicio lo presidió el juez Mateo Bermejo.

La declaración que esclareció dos crímenes 

Días después de la muerte de Álvarez, Ezequiel Orozco y su pareja eran detenidos. Sobre ellos posaron la lupa los detectives, luego de que la familia del fallecido aportara el dato que los jóvenes trabajaban como caseros en la finca y que días antes del homicidio abandonaron sus tareas en malos términos con la víctima. Ambos fueron imputados, aunque la situación de cada uno fue cambiando.

El hombre reconoció su participación, mientras que la mujer tiempo después fue desligada del expediente. Claro que Orozco no caería sólo, ya que en su declaración incriminó a otro joven. Nada más y nada menos que Jonathan Morales, principal sospechoso del crimen del médico Sebastián Prado (38), hecho conmocionante en la provincia. 

"Él me dijo que si se complicaba (por lo de Álvarez), había que hacer lo mismo que él hizo con el médico", palabras más, palabras menos, esos fueron los dichos de Orozco. Cuando los pesquisas escucharon esto, rápidamente relacionaron los casos y ordenaron la detención de Morales, por la muerte del artista chileno y por la de Prado. 

Sebastián  fue ultimado de un balazo 6 de septiembre de 2013. Esa noche, cerca de las 21, la víctima salía de su casa –ubicada en Perú y López de Gomara de la Cuarta Sección- junto a su esposa Carla Santarelli y sus dos hijos, para asistir a una fiesta de cumpleaños.

Mientras guardaba cosas en el baúl, su pareja escuchó disparos y vio a un hombre encapuchado huir del lugar. Luego se encontró con su esposo herido.  Se supo que tras un forcejeo, un delincuente había intentado robar la camioneta en la que estaban los chicos y le disparó al padre de familia.

Debido a la demora de la ambulancia, el profesional fue trasladado de urgencia por su familiar al hospital Lagomaggiore. Allí tuvo que ser intervenido en el quirófano, pero la gravedad de su cuadro derivó en su fallecimiento minutos después de las 22.

Tiempo después, el caso tendría dos detenidos: Morales e Ismael Merlo. Sin pruebas en su contra fueron liberados y durante cuatro años el caso parecía extinguirse sin culpables.

Sin embargo, el crimen del artista plástico chileno precipitó todo. Ezequiel Orozco declaró como testigo en la causa Prado y su versión puso otra vez como detenido a Morales en la muerte del médico. Posteriormente volvería a caer Merlo, y ambos serán juzgados en los próximos meses, claro que Morales lo hará ya con una perpetua sobre sus espaladas.