El proyecto para la derogación del impuesto interno a los vinos espumantes obtuvo el consenso dentro de la Comisión de Agricultura y Ganadería y logró dictamen favorable. Respecto a dicha bebida, la producción y venta creció más del 100% en 10 años y las bodegas productoras se duplicaron.
Se trata de un proyecto de ley que ya tiene la sanción del Senado y busca modificar la ley nacional de vinos 14.878, remplazando la denominación vino espumoso, champaña o champagne por la de “espumantes”.
“Esto va en consonancia con la tendencia mundial de respetar las denominaciones de origen controladas, como este caso del vino espumante de origen francés. Tal cual sucede justamente en Francia, que cuando los vinos no pertenecen a la zona de Champagne se denominan Vin Mousseux. En España, por ejemplo, se llaman 'Cava', en Estados Unidos 'Sparkling Wine' y en Argentina, espumantes”,dijo el diputado nacional Luis Borsani, uno de los impulsores de la ley.
Asimismo, en el 2° artículo de la iniciativa presentada se suprime la alícuota del impuesto interno a los vinos espumantes.
“Desde 2005 se vienen suspendiendo las alícuotas por decretos delegados, también en 2013, 2014, 2015 y el 30 de abril de 2016 fue nuevamente prorrogado. Es decir, que se está sobreutilizando el decreto delegado. Significa entonces que hay que eximir a la actividad de ése impuesto interno por ley”, remarcó el legislador de la UCR.
Agregó: “la producción de vinos espumantes es la actividad más dinámica de la vitivinicultura argentina, y se ha ido extendiendo a lo largo de todas las provincias productoras. De 2005 a 2015 han crecido, en cuanto a producción y venta, más del 100% y de 59 bodegas elaboradoras de espumantes se pasó a 165. No sólo se produce más sino que los precios son también más accesibles. Hoy tiene un consumo más habitual y amigable”, explicó Borsani, ex presidente del INV.