Los activistas de Greenpeace acusados de vandalismo por las autoridades rusas por una protesta en aguas del Ártico serán amnistiados por el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo ayer el titular del Consejo de Derechos Humanos ante el Kremlin, Mijail Fedotov. Los ambientalistas se beneficiarían de una amnistía para 20.000 personas que presentó Putin al Parlamento ruso, la Duma.
No obstante, el activista argentino de Greenpeace detenido en Rusia, Hernán Pérez Orsi, advirtió ayer que la amnistía no los incluiría en principio ni a él ni a su compatriota Camila Speziale.
“La amnistía por ahora no está confirmada, es un borrador y en él están incluidos los condenados por vandalismo y no nosotros, que estamos en proceso”, dijo Pérez Orsi. “Todavía no hay nada dicho, hay que ser cautos. Aunque la legislación nos incluyera más adelante, el trámite administrativo es largo, debe pasar por el Parlamento y luego bajar al juzgado, que examina caso por caso; tenemos que esperar”, dijo.
La amnistía favorecerá a personas que ya están encarceladas o aquellas contra las cuales haya sido elevada acusación.
“Aunque todavía no tengo confirmación oficial, esto de la amnistía significaría que Camila quedaría libre de toda acusación y podría volver a su país y continuar con su vida normal, lo que para nosotros sería una alegría inmensa”, dijo por su parte Néstor Speziale, papá de la activista de Greenpeace. Speziale, quien refirió que la posibilidad de la amnistía “se contemplaba desde hace un tiempo”, precisó que “la duda es si la acusación de vandalismo y piratería permitirá que los incluya”.
“Ojalá que no tengamos que esperar demasiado para verla, no sabemos cuánto demoran los trámites administrativos si sale la amnistía, pero el deseo es pasar la Navidad en familia”, expresó.
Rusia dejó a finales de noviembre en libertad bajo fianza a los 28 activistas y dos periodistas del Artic Sunrise detenidos dos meses antes mientras protestaban contra la explotación de petróleo en el Mar Ártico.
Los ambientalistas habían sido puestos en prisión preventiva acusados de piratería, aunque luego la corte rebajó la causa a vandalismo, un cargo con una pena máxima de siete años de cárcel.
Holanda, bajo cuya bandera navegaba el Artic Sunrise, acudió al Tribunal Internacional del Mar, que ordenó a Moscú devolver el barco de Greenpeace y liberar a sus 30 ocupantes.
