Días muy difíciles esperando mejores noticias - Por Rodolfo Cavagnaro

En una semana compleja por el tema cambiario, los índices de inflación agregaron mayor incertidumbre.

Días muy difíciles esperando mejores noticias - Por Rodolfo Cavagnaro
Días muy difíciles esperando mejores noticias - Por Rodolfo Cavagnaro

El gobierno pasa por una situación muy compleja. Los números de la economía todavía están mal en la comparación interanual mientras la recesión se agudiza. Los asalariados tuvieron una pérdida del 10% en 2018, aún no reciben nuevos aumentos y la inflación de este año se encamina a terminar el primer trimestre con un 10% de aumento.

En este escenario se plantean muchas dudas a que para la mayoría de los ciudadanos y no pocos observadores, el Gobierno se ha quedado en un mero plan de ajuste que genera una feroz recesión pero sin ningún plan de desarrollo que permita avizorar un horizonte de crecimiento. Otros critican el rol que está jugando el Banco Central subiendo las tasas hasta niveles inadmisibles mientras cientos de empresas ya han comenzado a suspender o despedir trabajadores.

El gobierno parece moverse a la defensiva. Desde el Presidente hasta sus ministros y altos funcionarios reconocen que el sistema impositivo es malo, que el peso del estado es muy gravoso para la sociedad y solo se limitan a pedir disculpas por la existencia de impuestos distorsivos y piden paciencia. El problema que se avizora es que la recesión se agudiza y por más que haya inflación, la recaudación impositiva está por debajo de lo presupuestado y esto genera dudas acerca de la posibilidad cierta de cerrar el ejercicio 2019 con equilibrio fiscal.

Temas complejos

En estos días la atención está puesta en la evolución del dólar y el uso de la tasa de interés por parte del Banco Central para intentar frenarla. Hasta mediados de febrero, con la liquidación de exportaciones de trigo, el dólar estuvo muy ofrecido y su precio bajó hasta ponerse por debajo del límite inferior de la banda de flotación. Tanto fue que la autoridad monetaria tuvo que intervenir y comprar más de 1.000 millones de dólares.

Incluso, aceleró una baja de las tasas, que llegaron a un nivel de 43%.

Las expectativas de inflación han tenido mucho que ver con la inestabilidad del mercado y el jueves se conoció el dato del Indec, que marcó una suba del IPC de 3,8%, donde la mayor incidencia estuvo en el rubro de servicios (Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles) seguido por Alimentos y bebidas no alcohólicas. Este indicador está dentro de lo previsto, pero puede marcar un condicionante para marzo, donde hay nuevos aumentos de servicios y donde la carne vuelve a ser importante en el rubro de alimentación.

Ya en marzo el tema cambió porque los bancos le bajaron los intereses que les pagaban a sus ahorristas y éstos comenzaron a ver que esas tasas no les compensaban la expectativa de inflación y se volcaron a comprar dólares, que lucían baratos porque su valor había bajado un 10% desde octubre. Así, comenzó la demanda justo cuando la oferta había bajado a la espera de la llegada de las divisas que provienen de las exportaciones de maíz y soja.

Esta semana la tasa llegó al 63% (20 puntos más que hace un mes) y el dólar llegó al mismo nivel que tenía en octubre. La única diferencia es que como se devaluaron las monedas de todos los países vecinos, el tipo de Cambio Real Multilateral es mejor que el de Noviembre. En esta instancia, el gobierno quiere controlar el tipo de cambio y pretende que el FMI le permita vender dólares para que no se dispare.

En el organismo no quieren que la plata se use para financiar fuga de capitales. No obstante, el jueves, el ministro Dujovne anunció que el Tesoro venderá dólares al mercado a un ritmo de U$S 60 millones diarios, a partir del mes de abril. Esto fue acordado con el FMI, que debe hace un nuevo desembolso de u$s 11.000 millones antes de fin de mes. Este solo anuncio sirvió para una leve baja de la cotización del dólar, el cual está muy influido por la inestabilidad política. El tamaño de la banda de flotación es otro tema que preocupa, ya que la entre el piso y el techo de la zona de no intervención hay más de un 25%. Mientras en dólar fluctúe entre esas bandas el Banco

Central no puede intervenir y eso genera un marco de mucha volatilidad.

Algunas buenas que aparecen

Este mes se conocieron algunos datos positivos, aunque venían aislados. Al crecimiento de la actividad en diciembre, donde en el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) marcó un crecimiento de 0,7% respecto del mes anterior. Si bien los indicadores interanuales seguirán dando negativos hasta abril, se calcula que desde mayo los mismos serán positivos. Pero es interesante seguir los datos intermensuales, es decir, comparaciones con el mes anterior.

En este caso se anotó un crecimiento de las ventas de cemento en enero contra diciembre y en febrero contra enero, generado por la mayor demanda de la obra pública.

Pero el dato que sorprendió vino de un informe del JP Morgan uno de los mayores bancos de inversión del mundo, que reveló que, según sus mediciones, la economía argentina ya registraba tres meses de crecimiento, ya que al de diciembre le habían seguido en enero y acaban de registran un 1,2% en febrero. La consultora estima que el primer trimestre del año la economía habrá crecido un 3%. Por ahora, viviremos un escenario volátil en todos los rubros.

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