Registros de diarios, del devenir diario e histórico, se encuentran en las sedes los medios de prensa, digitalizados o en papel, en las bibliotecas públicas y privadas, y también en el Archivo General de la Provincia. El investigador tiene a mano ahí lo que ocurrió y merece ser recordado.
Ahora esa búsqueda permanente del hombre por mantener vivo el pasado y sus acontecimientos, dispone de un hito más al inaugurar LRA Radio Nacional la primera "biblioteca radial" o archivo sonoro, un espacio que lleva el nombre de Tíndaro Muscará, en homenaje a un locutor de prosapia y extensa trayectoria, creador de la valiosa colección junto con el productor Mario Ávila, proyecto que contó con el apoyo de la actual conducción de la emisora, encabezada por la periodista Gabriela Figueroa.
Este espacio, que la radio ha tomado el desafío de hacer público, sorprenderá y agradará a los mendocinos de todas las edades que quieran evocar algún suceso pretérito e importante y servirá, y mucho, a los investigadores de los años transcurridos, que tendrán otra fuente de consulta para sus estudios y ensayos.
El armado de este verdadero museo de la radio implicó disponer de audios de distintas emisoras provinciales y nacionales, desde los años 30 a nuestros días.
El material fue extraído desde discos de 78, 45 y 33 rpm. También, de cintas abiertas, casettes, CD y grabaciones digitales.
Se han digitalizado más de 2.000 cintas y más de cinco mil horas de material, y así se pudo conformar el Primer Archivo Sonoro Público de la Provincia de Mendoza.
No sólo se encontraron casettes en diversas dependencias de la sede de Emilio Civit 460, en condición prácticamente de abandono, sino que también se recuperaron muchos tramos de cintas con valioso contenido en la sede del ex Comité Federal de Radiodifusión (Comfer), con materiales de nuestra provincia, San Juan (radio Colón) y otras emisoras del país.
También se logró concretar un rescate de imágenes en VHF, que se suman en la exhibición a los medios tecnológicos de cada época, conformando un atractivo museo del sistema radial, que se podrá ir enriqueciendo con sucesivos aportes.
No sabemos pero seguramente en esa recuperación patrimonial en movimiento aparezcan testimonios de la ex radio Aconcagua, que estuvo a cargo de diario Los Andes entre 1942 y 1953.
Otro aporte de los impulsores de estas novedades es haber recobrado los libros de los operadores y locutores de la radio, de aquellos primeros años de la década del '50, una especie de bitácora de la estación.
El complejo de la memoria está abierto al público en general, al igual que el museo que exhibe los medios tecnológicos de cada época.
Por eso hay una convocatoria a la población a que colabore con el archivo donando sus vinilos o tocadiscos, pasacasetes, o aparatos en desuso que tengan en sus casas.
El personal de Nacional no sólo los pasará a buscar sino que además los arreglarán y los pondrán en valor.
¿Qué esperan los mendocinos que ocurra con este proyecto de la emisora de calle Emilio Civit?
Principalmente que a partir de ahora se cuide con esmero el patrimonio recuperado, que se lo enriquezca desde otras dependencias del Estado que dispongan de material no codificado como el de Nacional y que la continuación de las futuras administraciones de la broadcasting no lo desatiendan y lo sigan manteniendo para las sucesivas generaciones.
En una palabra, que la memoria colectiva iniciada el 27 de agosto de 1920, en Buenos Aires, con el nacimiento de la radio en el país por los pioneros conocidos como "los locos de la azotea", siga intacta y retroalimentándose.
