Los avances en tecnología médica permiten actualmente realizar diagnósticos más precisos y facilitar los tratamientos. En cardiología intervencionista, el uso de catéter que generalmente ingresan al organismo a través de una pequeña incisión en la muñeca conlleva menos riesgos por ser menos invasivos y permiten recuperaciones más rápidas.
Este será el tema fundamental del Simposio de la Fundación Favaloro "Nuevas Fronteras de la Cardiología", en el marco del congreso. "La forma de diagnóstico original está perdiendo su soberanía porque han aparecido nuevos métodos complementarios que dan más certezas y permiten detectar la presencia de ciertos componentes como trombos, calcio o úlceras", explica Oscar Méndez, jefe de Cardiología Intervencionista de la entidad.
Este profesional, que lidera el evento es quien además operó recientemente al periodista Jorge Lanata. Señaló que permiten determinar mejor si es necesario tratar o no, ya que colocar un stent por las dudas también tiene consecuencias. Las intervenciones también se ven favorecidas por estas nuevas alternativas ya que reducen el sangrado y tienen una recuperación más rápida por parte del paciente. La ecografía intracoronaria, permite mirar el vaso con un ecógrafo que está miniaturizado y puesto en la punta de un catéter que tiene menos de 2 mm y da imágenes de la pared del vaso.
Las tomografías a través de las coronarias son menos comunes, pero tienden a instalarse. A través de las arterias se ingresa un catéter que llega a las coronarias y da cortes o imágenes como en rebanadas para poder analizar bien las paredes y sus diámetros.
Es más moderna y tiene 200 veces más resolución que la ecografía. El problema es que las obras sociales no siempre la cubren. El tercer método es la medición del flujo coronario que permite medir la presión del flujo sanguíneo, cómo funciona y saber si es suficiente o se requiere tratar una lesión. Además se están usando nuevos stent bioabsorbibles que en tres o cuatro años el organismo reabsorbe.