Este mes de marzo se reivindica la lucha histórica de las mujeres por su igualdad de derechos, participación equitativa en la sociedad y su desarrollo íntegro como personas. Bajo esta idea, el acceso y cuidado de la salud no es un tema menor y, entre todas las enfermedades que afectan al género, la diabetes es una epidemia mundial a la cual es importante prestarle atención, porque allí aún quedan desigualdades a resolver.
Hoy en día, muchas mujeres se enfrentan a múltiples barreras para acceder a la detección temprana y tratamiento de esta enfermedad, más aún en los países en desarrollo. No es casual que el año pasado el Día Internacional de la Diabetes se haya centrado en la mujer, bajo el slogan "Nuestro derecho a un futuro saludable". En este contexto, la Federación Internacional de Diabetes (IDF) difundió una serie de datos importantes para tener presentes y reflexionar:
- Más de 199 millones de mujeres viven actualmente con diabetes y, debido a las desigualdades aún existentes, tienen más probabilidades de ser pobres y tener menos recursos para enfrentar la enfermedad y la discriminación.
- La diabetes es la novena causa de muerte en mujeres a nivel mundial, causando 2.1 millones de muertes cada año.
- 2 de cada 5 mujeres con diabetes están en edad reproductiva, lo que representa más de 60 millones de mujeres en todo el mundo. Las mujeres con diabetes tienen más dificultades para concebir y pueden tener malos resultados en el embarazo. Sin una planificación previa a la concepción, la diabetes tipo 1 y tipo 2 puede generar un riesgo significativamente mayor de mortalidad y morbilidad materna e infantil.
- La Diabetes Gestacional (DMG) afecta aproximadamente 1 de cada 7 nacimientos. Muchas mujeres con DMG experimentan complicaciones como presión arterial alta, bebés de gran peso al nacer y trabajos de parto complicados.
- Se estima que en 2040 el número de mujeres afectadas aumentará a 313 millones.
Desde esta Federación se sostiene que aún existen desigualdades de género y dinámicas de poder que influyen en la vulnerabilidad de las mujeres frente a esta enfermedad y afectan el acceso a servicios de salud. En sociedades donde la figura del hombre es dominante, la estigmatización y discriminación que enfrentan las personas con diabetes se pronuncian en el caso de las niñas y las mujeres, generándoles dificultades para buscar un diagnóstico y seguir un tratamiento. Además, afirman que las diferencias socioeconómicas exponen a las mujeres a los principales factores de riesgo de la diabetes, donde se incluyen la mala alimentación, la inactividad física, el consumo de tabaco y el uso nocivo del alcohol.
De este modo, promover el acceso igualitario a las medicinas y tecnologías esenciales para la diabetes, educación e información de prevención y autocontrol para todas las personas, sin distinción de género y condición social, es una tarea aún pendiente por la cual hay que seguir luchando y trabajando. Desde la IDF se proclama: “Ya sea que las mujeres tengan diabetes o aboguen por alguien en su familia, todas tienen una cosa en común: la diabetes está en el centro de su vida diaria y están comprometidas a luchar por derechos más fuertes y menos discriminación”.