El Día Internacional del Beso surgió en Tailandia, luego de que una pareja rompiera su propia marca en un concurso en el año 2013. En esa ocasión Ekkachai y Laksana Tiranarat pasaron 58 horas, 35 minutos y 58 segundos labio con labio protagonizando el beso más largo de la historia.
Sin embargo, durante épocas de cuarentena y aislamiento social algunas prácticas amorosas deben esperar aunque se trate del día destinado a realizarlas con más intensidad.
Según encuesta de Gleeden llevada a cabo entre más de 12.000 usuarios, y que publica diario Perfil, el 68 % de los consultados afirmó que está besando menos desde el inicio del confinamiento. De ese universo un 63 % de ellos, la mayoría hombres, afirmaron que desde que comenzó la emergencia sanitaria directamente no dieron ningún beso.
Los argumentos a la hora de explicar el descenso de besos son varios, entre los que se encuentran la falta de intimidad –la presencia de toda la familia en el hogar- y sobre todo el temor a adquirir el COVID-19.
En tanto el 37 % restante de los que besaron, se desprende que un 26 % lo ha hecho con su pareja y un 19 % con la mascota.
De la misma encuesta surge el dato de que un 40 % de los consultados sostuvo que tienen menos relaciones sexuales, y las causas son las mismas que para los besos: falta de intimidad y temor al contagio. Sin embargo una práctica que toma auge es el sexting –mensajes sexuales enviados por medios electrónicos - y la masturbación.