Con sus 85 años y más de 70 en el oficio de peluquero y peinador, Orazio Muscianisi continúa atendiendo a sus clientas, aunque ya sólo trabaja los martes y los sábados.
Su hijo Horacio, que siguió el camino del padre, resalta que algunas de ellas le dejan que las peine, pero que sólo le confían el corte a su papá. Para Orazio, el secreto es sencillo: “con corazón, todo es bueno”. Hoy se celebra el Día del Peluquero.
Este siciliano de origen, que llegó a Mendoza en 1951, con apenas 19 años, no sólo lleva mucho tiempo en su profesión sino en una misma zona. Abrió su primera peluquería propia en calle 9 de julio, entre Colón y Pedro Molina, hace 63 años y lleva 57 en el local actual, de la esquina de Infanta Mercedes de San Martín. El hombre resalta que esto ha sido posible porque siempre trató a todos con mucho respeto, por lo que no tuvo que ir cambiando de lugar.
Orazio aprendió el oficio en su pueblo natal, Barcellona Pozzo di Gotto (Messina, Sicilia, Italia). Como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial no pudo asistir regularmente al colegio secundario y optó por dedicarse a cortar el pelo. Si bien sus primeros clientes fueron hombres, siempre supo que quería dedicarse a los peinados femeninos.
Con la experiencia a cuestas, Orazio menciona las tres cosas que son necesarias para ser un buen peluquero: sobre todo, que le guste el oficio; también tener mucha paciencia con las mujeres, porque después llevan a una amiga; y brindar la misma atención a todos, sin importar su apellido o dinero.
De hecho, comenta que ha tenido clientas de muy buena posición y alguna presionó para que la atendieran primero pero él nunca cedió.
También le cortó el pelo sin cobrarle a alguna mujer que escuchó que le comentaba a otra, frente a la vidriera del local, que le gustaría cambiar su aspecto pero no podía pagar. Y por años fue una vez al mes al Hogar San Vicente de Paul, a hacer su trabajo con los ancianos alojados, sin cobrar por ello.
Orazio Muscianisi fue uno de los creadores del Comité Artístico, una entidad que reunía a cerca de 5 mil peluqueros de la provincia y que desapareció hace un par de décadas. Los miembros organizaban desfiles y campeonatos, y también tomaban a quienes se iniciaban en la actividad como aprendices.
Cada año había, además, una competencia nacional y previo a esa, departamentales y provincial. “Era lindo tener un grupo de gente que se preocupaba por el oficio”, señaló.
El hombre destaca que en estos concursos no sólo se podía ganar un premio, como le ocurrió en más de una oportunidad, sino aprender, incluso más de quienes no eran reconocidos. Así, recuerda que un joven peluquero peinó a su modelo como si tuviera una capelina hecha con su mismo cabello, que no quedó muy bien, pero después él tomó la idea y mejoró el resultado final.
En una de las paredes de la peluquería que atiende con su hijo hay un cuadro con varias fotos en blanco y negro, de una mujer con algún innovador peinado para un desfile, de colegas y amigos, de Lila Levinson antes de la primera emisión de Canal 7 Mendoza, de las que fueron sus modelos predilectas (además de Levinson, Nelly Cerutti, Vilma Cavagnaro y Doris Bianchi).
Su esposa, con quien lleva 56 años de casado, acota que también ha peinado a “Chunchuna” Villafañe, Claudia Sánchez y Mecha Ortiz, cuando han venido a la provincia para hacer alguna publicidad. Su hijo señala que pedían por “el italiano”, como se lo conocía en una época.
En cuanto a sus preferencias, Orazio comenta que le gusta que la mujer lleve el pelo de melena hacia arriba, un poco más corto en verano, para que sea más práctico y cómodo, aunque aclara que hace todo tipo de peinados. Y su hijo resalta que tiene desde un clienta que viaja periódicamente a Buenos Aires y España pero sólo se corta el pelo con él, hasta una chica de 20 años que también elige al siciliano.
El festejo
El Día del Peluquero se celebra el 25 de agosto ya que fue la fecha en la que fue santificado el rey de Francia Luis IX. Este soberano había declarado a un peluquero como hombre libre, con lo que elevó su jerarquía social por sobre la de un simple plebeyo.
En Argentina, se festejó por primera vez en 1877, con un baile en el que además se creó la Sociedad de Barberos y Peluqueros. Sin embargo, se tendría que esperar a 1940, cuando en el marco de un Congreso Nacional de Peluqueros, se designó oficialmente este día como el de celebración del oficio (fuente: www.efemeridesargentina.com.ar).
Orazio Muscianisi comenta que, si bien se ha unificado la conmemoración, el 25 de agosto es el Día del Peluquero (de hombres) y el 18 de octubre el del Peinador (de mujeres).