¡Que la inocencia te valga! Lejos de las tradicionales bromas jugadas todos los 28 de diciembre, el “Día de los Inocentes” o “Día de los Santos Inocentes” es la conmemoración la matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes Primero el Grande con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
El paso del tiempo fue dejando de lado el aspecto trágico de la fecha hasta transformándose en una ocasión para hacer todo tipo de bromas a los inocentes. La cuales ya constituyen una tradición en todo el mundo.
La Matanza de los Inocentes
La matanza de los Inocentes es un episodio relatado en el Nuevo Testamento. El mismo cuenta la historia sobre la orden dada por Herodes I el Grande quien ante el temor de perder el poder por el nacimiento de Jesús, ordenó ejecutar a todos los niños nacidos en Belén y menores de dos años.
Según el pasaje de Mateo, Herodes dio esta orden al verse engañado por los magos del oriente que habían prometido proporcionarle el lugar exacto del nacimiento de Jesús.
Las 5 mejores bromas para el Día de los Santos Inocentes
Cambiar el azúcar por sal
Si hay una broma clásica por excelencia ya sea 28 de diciembre o cualquier otro día, esa es cambiar el contenido del tarro del azúcar por sal. Una recomendación: esta inocentada es muy recomendada a la hora del desayuno o si se va a cocinar un plato dulce y, si se puede, en compañía.
Ataque repentino de caspa
Siguiendo con el ingrediente «mágico» de la sal, pon en práctica lo siguiente: vierte sobre tu cabeza algo de sal, en un sitio localizado o por todo el casco. Ahora ve a un amigo, un familiar o un compañero de trabajo y pregúntale si puede distinguir «algo raro en la cabeza», la expresión al ver tal espectáculo en tu cuero cabelludo, sin duda, dejará boquiabierto al inocente.
Cambiar las horas del reloj
Aprovecha un momento de soledad, descuido o cuando tus víctimas estén durmiendo. Tendrás dos opciones: adelantar el reloj, y que todos lleguen antes a sus destinos; o retrasarlo, para que lo hagan tarde. En cualquier caso, aconsejamos adelantar la hora y restar una hora de sueño a la víctima; preferible antes que hacerle llegar tarde a cualquier compromiso, pero, tú decides
Pasta de dientes
Esta inocentada también se podría incluir en el «Top Five» de las típicas bromas de los Santos Inocentes. Consiste en colocar un poco de pasta de diente o algún otro ungüento en la cara o en las manos de la víctima mientras ésta está descuidada o duerme. Al despertar y mirarse en el espejo, verá como una extraña sustancia ha «aparecido» en su piel.
Los clásicos asustadores
¡Buh! Escondernos detrás de una puerta, tras una esquina, con la habitación a oscuras Todos los rincones y recovecos son útiles si se consigue al fin asustar a la víctima.