Alrededor de 500 personas se dieron cita ayer en el Día de Campo, dando el puntapié inicial a la XXXIV Fiesta Nacional de la Ganadería que se desarrollará del 6 al 10 de mayo. El lugar elegido fue la estancia Ituzaingó, a 45 kilómetros al sureste de General Alvear, propiedad de Arturo “El Negro” Anaya, con una extensión de 12.000 hectáreas.
La actividad comenzó cerca de las 10.30 con el sabor inigualable de las tortas fritas hechas en grasa y a puro fuego de leña, acompañadas de un humeante mate cocido. El desayuno ya invitaba a imbuirse en el aire de campo, con el monte desparramándose por el horizonte. De pronto se encendió una voz y una guitarra: Miguel Coronel (animador de festivales criollos), junto al punteo de Facundo Coronel.
Hombres y mujeres, de campo y de ciudad, rodearon los corrales para ver a tres paisanos diestros, lazo en mano, pialar los terneros “no del cogote sino de las dos manos”.
Luego el veterinario o el gaucho capa al animal, se le echa ‘curabichera’ para que no le molesten las moscas, se acerca el hierro caliente que marca al ternero y lo identifica con el dueño. Así se vive el paso de ternero a novillo; lo que sigue es el engorde, el matadero y los ganchos de la carnicería”, contó el mayor de los Coronel.
La estancia Ituzaingó invitaba a caminar a paso lento, la casa y el molino recordaban una de esas pinturas popularizadas en almanaque del gran Molina Campos.
En el camino, los jóvenes de la Cámara de Comercio vestidos a tono -camisa, pañuelo y sombrero- ofrecían unos exquisitos fiambres. El paladar salado funcionó como un imán que se dirigió a los toneles de roble de los vinos Jorge Rubio. Alvear, como toda Mendoza, sabe de buen comer y buen beber.
“El campo mendocino es más atractivo porque se conserva la naturaleza, el alpataco, la jarilla, el chañar. Al ser campos áridos hay que conservar el monte para que proteja el pasto”, señaló Coronel, dando muestras de su erudición campestre. Después arriesgó una reflexión: “Sentimos mucha atracción por el campo porque se vive de otra forma, te levantás más temprano porque dormís bien y se disfruta más. Es un cable a tierra para las personas, es libertad”.
Casi llegando al mediodía, en el escenario al aire libre, el Bombo Lucero deslumbró con un repertorio de folclore. A pocos metros, donde se encuentran los costillares, Gustavo López -uno de los asadores- habló de la vedette gastronómica del día: “Son 40 costillares y 80 vacíos, en total 750 kilos de carne.
El proceso empieza el día anterior para ensartarlos, condimentarlos (chimichurri, vino y sal) y dejar que reposen para que agarren sabor. Hoy a las 8 se prendió el fuego, a las 9 se puso la carne que lleva 5 horas de cocción. Somos 8 personas trabajando”. Javier López lleva varios años en la tarea y es el encargado de toda la organización.
“En esto no hay secreto, hay que ir calculando el tiempo y tomar experiencia con la práctica. Una vez servido, lo mejor es acompañarlo con ensaladas y un buen vino”, afirmó.
Lo que alguna vez se soñó como una reunión de amigos y de presentación de la Fiesta de la Ganadería para la prensa, se transformó en un festejo íntegro en el que personas fuera del ámbito agropecuario asisten con gran entusiasmo. “Es un clima particular el que se vive, por eso la gente se acerca”, remarcó Ariel Romero, presidente de la Cámara de Comercio.
En el cielo gris se podían ver avionetas del Aero Club de Alvear que hacían acrobacias y en la tierra un juego inflable en el que los más pequeños probaban sus dotes de jinetes en los famosos toros mecánicos.
A las 13 se abrió la carpa para el almuerzo, y se anunció la llegada del locro, una comida típica y de gran aporte calórico conformada por 80 kilos de porotos, 80 de maíz, 40 de ternero, 25 de chorizo colorado, 15 de panceta y 40 de zapallos, entre otros ingredientes, que sumaron unos 400 kilos de una delicia criolla.
El humorista de Santa Fe “Popo” Giaveno ayudó entre cuento y cuento a reírse con historias provincianas y picantes. Hasta que los costillares llegaron al plato y se completó ese especie de ritual bien argentino que no entiende de colesterol ni de presión arterial. El Día de Campo se disfruta así, la dieta se empieza el lunes.
Anuncio del Gobernador
Por primera vez en los 20 años que se realiza el Día de Campo para anunciar y promocionar la Fiesta de la Ganadería de las Zonas Áridas, un gobernador fue parte del almuerzo.
Pasadas las 13.30, Francisco Pérez arribó al campo Ituzaingó acompañado por el intendente Juan Carlos De Paolo y, tras saludar al precandidato Matías Roby (ver página 2), se ubicó en una de las mesas de la carpa.
Casi al término del almuerzo, Pérez habló con los medios y se limitó a comentar que llegaba con el anuncio de la línea de electricidad para el nodo Monte Coman-Bowen, que dotará de energía al paraje Gaspar Campos, donde se encuentra el campo donde tuvo lugar ayer el festejo.
Luego de lanzar algunos dardos hacia la radical Laura Montero -que se retiró antes del almuerzo-, señaló que estará presente durante la Fiesta de la Ganadería en mayo.
Los Auténticos Decadentes y Miguel Ángel Cherutti
Del 6 al 10 de mayo se realizará en el predio Ciudad de General Alvear, ubicado en Ruta Nacional 188 y calle 7 del sureño departamento, la edición número 34 de la Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas.
Más de 250 stands en la expo comercial, industrial y artesanal, un patio de comidas típicas, jornadas de capacitación a productores, expo ganadera, jura del concurso de hacienda y remate son algunas de las propuestas que los visitantes podrán conocer y recorrer.
Además de los espectáculos con la participación de artistas de la región, se presentarán Vieja Cepa y Los Auténticos Decadentes la noche del viernes en el escenario mayor.
Mientras que el sábado tendrá lugar el almuerzo con los tradicionales costillares al ensartador y a la noche será el turno del humorista e imitador Miguel Angel Cherutti junto a la Agrupación Mandala, para luego de coronar a la nueva reina nacional de la Ganadería.
El domingo será el turno de disfrutar de la Jineteada, con más de 80 montas, la presentación especial de caballos criollos “Los Reyunos” y el desafío contrapunto de tropillas regionales.