Los seis barras bravas de Boca Juniors, entre ellos los capos Rafael Di Zeo y Mauro Martín, fueron expulsados de Paraguay tras permanecer más de una semana detenidos por incidentes antes del partido ante Cerro Porteño, en Asunción, y se les prohibió el ingreso a ese país por dos años.
Así se definió en una audiencia en la que el juez José Delmas suspendió la prosecución de la causa por perturbación a de la paz pública luego de un resarcimiento económico que incluyó a último momento un compromiso de pago de 15 millones de guaraníes (unos 2.600 dólares) al comedor comunitario Sara Servian.
Además de Di Zeo y Martín, fueron liberados Elvio Javier Luis Sosa, Ramón Jesús Vedoya, Federico Finocheitto y Sebastián Marcelo Saravia.
Personal de la Fuerza de Operaciones de Policía Especializada (FOPE) escoltarán a los barras hasta la frontera con la Argentina.
Estos seis barras formaron parte de 237 detenciones iniciales por un enfrentamiento con hinchas de Cerro Porteño y la policía en el barrio San Felipe, horas previas al partido que jugaron en Asunción por los octavos de final de la Copa Libertadores.
El fiscal del caso, al no contar con sitio para todos los detenidos, imputó a los cabecillas con dominio sobre el resto de los daños ocurridos en la refriega.
Desde que están detenidos, la barra de Boca dejó en los partidos un hueco en la cabecera de La Bombonera, en protesta por la detención de sus jefes y plantaron banderas al revés.