El nombre del jugador Neymar planeó hoy sobre el Parque de los Príncipes en el duelo de los cuartos del final del París Saint-Germain contra el Olympique de Marsella, resuelto gracias a dos goles del argentino Ángel di María, que se perfila como el sustituto del natural del brasileño, y uno de Cavani (3-0).
A menos de una semana para el vital duelo de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid, el PSG confirmó que Neymar pasará por el quirófano para abrir la fisura del quinto metatarsiano del pie derecho que provocó el pasado domingo.
Lo que hay que hacer antes de que empezara el duelo contra el Marsella, el segundo contra su rival eterno en 72 horas.
Como en el partido liguero del pasado domingo, Nexmar, el PSG mostró que está a años de luz del equipo que, en teoría, debe ser su principal rival en Francia, a menos si mira la historia y repitió el mismo resultado.
Dieciséis puntos separan en la liga al líder parisiense del Marsella, tercero, una diferencia de nivel que ha quedado clara en los dos duelos que han encadenado.
El copero, con un frío glacial y con algunos copos de nieve, permitió al PSG mantenerse en la carrera de una competición en la que ha ganado las tres últimas ediciones. Y demostrar una vez más que en Francia no tiene rival a su altura.
Quizá ese es el drama de los parisinos, que no tiene el nivel competitivo de forma habitual, lo que les condena a enfrentar a los grandes de Europa sin haber probado antes sus límites.
Con la noticia de que Neymar no estará frente a Madrid, Unai Emery se alineó en su puesto a una Di María que en lo que va de 2018 ha mostrado su mejor estado de forma desde que aterrizó en París.
Y el "fideo", respaldado por los otros dos componentes habituales del tridente, el uruguayo Cavani y el francés Kylian Mbappé, respondió a la confianza con dos cosas que desarbolaron a un voluntario Marsella, rendido a su inferioridad a lo largo de los 90 minutos .
En el descuento de la primera mitad aprovechó un pase de Drexler para hacer efectivo el dominio que su equipo había mantenido y en el 48 aprovechó un desconcierto de la defensa marsellesa para acribillar la meta de Steve Mandanda.
Si el PSG necesitó un signo de que no hay nada perdido contra el Madrid, Di María alimentó el espíritu. El exmadridista demostró que puede ser un jugador peligroso y que está en estado de gracia.
Cavani redondeó el resultado en el 81, tras haber fallado la ocasión, ocasión clara en el partido.
Emery alineó en el centro del campo a Thiago Motta por primera vez desde que el italo-brasileño se recuperó de su larga lesión de finales del año pasado, en que puede ser interpretado como otro mensaje de cara al partido contra el Madrid.
En la ida, el rendimiento del joven Giovani Lo Celso recibió muchas críticas, por lo que el exbarcelonista puede ser elegido para el puesto de playa del centro del campo, al igual que Lass Diarra, que lo sustituyó en el minuto 74.
El técnico preservó toda la segunda mitad al francés Mbappé, temeroso de perder otro componente de su tridente. El argentino Javier Pastore ocupó su plaza.
Si la victoria no deja dudas de que el PSG es muy superior en su país, no aclara si esa hegemonía nacional puede trasladarse a Europa.
El Marsella, cuyo director deportivo es Andoni Zubizarreta, es un parecido con un rival de talla que puede encontrar en Francia. Resta por ver si es un combate significativo.