Con todas las miradas puestas en Lionel Messi, Argentina espera que el ‘Fideo’ Ángel di María recupere, mañana ante Suiza, el gran nivel de la última temporada en el Real Madrid y se convierta en el lugarteniente que necesita el crack del Barcelona en Brasil 2014.
Desapercibido en el debut con Bosnia y el agónico triunfo ante Irán, Di María mostró el miércoles pasado contra Nigeria destellos de lo que puede ofrecer, ayudando a que se viese una versión muy mejorada del equipo de Alejandro Sabella.
Para Messi se trata de una gran noticia de cara al duelo con Suiza por los octavos de final del Mundial, ya que hasta ahora dos de los otros integrantes de los “Cuatro Fantásticos” del ataque albiceleste, Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero, no han dado mucho y uno, el ‘Kun’, está lesionó.
De 26 años y oriundo de Rosario (centro-este) al igual que ‘La Pulga’, Di María viene de atravesar su año más complicado desde que llegó al Real Madrid en 2010, aunque revirtió la situación a fuerza de voluntad y tuvo su premio el pasado 24 de mayo en la final de la Liga de Campeones contra el Atlético que conduce su compatriota Diego Pablo Simeone.
El volante argentino fue decisivo en la victoria 4-1 de los merengues en Lisboa, a tal punto que la UEFA lo eligió como el jugador más valioso del partido. Atrás quedaron las voces que a principios de temporada la garantizaban el traspaso inmediato o la suplencia eterna por la llegada del galés Gareth Bale.
También los abucheos del Santiago Bernabéu una noche de enero en la que se llevó la mano a los genitales mientras abandonaba el terreno, en lo que la prensa y muchos aficionados consideraron un gesto despectivo, aunque él aclarase pronto la cuestión y fuese “absuelto” por el club. Toda una revancha para el ex jugador de Rosario Central y Benfica de Portugal que se ganó su apodo de ‘Fideo’por su físico desgarbado (1,80 metros de altura y apenas 70 kilos).
La leyenda de las 40 pelotas
De chico Ángel ayudaba a su padre Miguel en la carbonería que tenía éste y luego su mamá lo llevaba en bicicleta a los entrenamientos del club Torito, de donde cuenta la leyenda fue transferido a Rosario Central, uno de los clubes grandes de la ciudad, a cambio de 40 pelotas.
Di María se siente muy orgulloso de sus orígenes y así lo demuestra un tatuaje que lleva en el antebrazo izquierdo y que reza "Nacer en El Perdriel fue y será lo mejor que me pasó en la vida", en homenaje a la calle donde creció en Argentina.
Debutó en primera división a los 17 años de la mano de mítico Angel Tulio Zof, histórico entrenador argentino conocido por haber promovido de las inferiores de Central a decenas de grandes jugadores que luego triunfaron en nuestro país y también el extranjero.
En julio de 2007 fue vendido al Benfica, donde continuó su progresión obteniendo una liga y dos copas portuguesas, al tiempo que daba sus primeros pasos con los juveniles de la selección de su país. Esto le abrió las puertas para el fichaje del Real Madrid, con el que ha ganado una liga, dos Copas del Rey y una Supercopa de España, además de la reciente Liga de Campeones europea.
Con la celeste y blanca, Di María ya suma dos títulos de prestigio: el Mundial Sub-20 de Canadá (2007) y el oro olímpico en Pekín (2008), donde marcó el único gol en la final ante Nigeria con una brillante definición tras una larga galopada.
Sin embargo, como sus compinches Messi, Higuaín o Agüero, carga con la marca de la debacle de Sudáfrica-2010, un Mundial en el que el equipo dirigido entonces por Diego Armando Maradona arrancó con todo pero fue destrozado sin piedad por Alemania (0-4) en cuartos de final.
“Después de no haber hecho un buen Mundial en el 2010, quería una revancha. Se disfruta estar en un Mundial, vivir una Copa del Mundo y representar a todo un país es increíble”, contó recientemente en el búnker argentino de Cidade do Galo, cerca de Belo Horizonte.
Di María ha cambiado mucho desde Sudáfrica y ya no es solamente un mediocampista ofensivo con una extraordinaria gambeta en velocidad, sino también un jugador más experimentado y dispuesto a sacrificarse por el equipo.
En Suiza esperan “Un día perfecto”
Los volantes del seleccionado suizo Gokhan Inler y Valon Behrami aseguraron que confían en sus posibilidades de eliminar a Argentina en los octavos de final pero para eso deberán “estar en un día perfecto”.
Ambos jugadores del Napoli italiano, donde comparten equipo con Federico Fernández y Gonzalo Higuaín, consideraron que ellos mejoraron notoriamente el “contraataque” e intentarán explotarlo. “Precisamos estar en un día perfecto para vencer a Argentina. Conozco a mis compañeros y sé que somos capaces”, dijo Inler.
El mediocampista no ahorró en elogios hacia sus compañeros argentinos en Italia y sostuvo que “Fernández es muy bueno en el juego aéreo, fuerte físicamente y también marca goles. Y a Higuaín todo el mundo lo conoce. Es un jugador que se brinda al grupo, siempre piensa en el arco y hace muchos goles. Con Messi se entienden muy bien”.
Pero el más optimista fue Behrami, quien comparte la franja central con Inler. “Estamos explorando más el contraataque y conseguimos marcar goles de esta manera, además de defender mejor. Si estamos en un buen día somos una de las mejores duplas de Europa. Espero que podamos demostrarlo. Ojalá tengamos un día perfecto y podamos seguir en competencia”.