Mes a mes la subsecretaría de Infraestructura de Mendoza tiene que redeterminar los precios de más de 78 contratos de obra pública, todos con valores diferentes que van de $ 2 millones a $ 1.400 millones, entre los que se encuentra la construcción del Complejo Penitenciario Almafuerte II o trazas del Metrotranvía, así como obras más pequeñas.
Dichas redeterminaciones tienen que ver con los incrementos que sufren los materiales de construcción, muchos de ellos atados al dólar y que en lo que va de agosto acumulan incrementos del 17%.
Desde el sector empresario reclaman que mientras los insumos aumentan mes a mes, especialmente los de origen importado, el Gobierno tiene procesos más lentos.
Al respecto, Daniel Chicahuala, subsecretario de Infraestructura de Mendoza, explicó que los aumentos no son directos, sino que la redeterminación significa un cálculo minucioso, por obra, para el que hay que tener en cuenta más de 500 ítems en total.
El trámite puede tardar entre 45 y 60 días, tiempo en el que la Dirección de Estadísticas de la provincia relevará todos los precios de la obra pública y los comparará con los del mes anterior.
Para dicho cálculo se utiliza una fórmula polinómica: se toman los ítems que la constructora presupuestó y se aumentan según los precios del mercado (los releva el mismo Gobierno), obra por obra y a mes vencido. El resultado luego es enviado al contratista y se le reconocen los incrementos necesarios.
“Mes a mes relevamos los insumos y costos (mano de obra incluida), y vamos determinando la variación. Esos cambios se colocan en las fórmulas de ajuste y cuando el contratista emite el certificado de obra se le reconoce la diferencia entre el día que cotizó y el día en que lo está cobrando”, explicó Chicahuala.
El funcionario reconoció que entre que se relevan los precios, se confeccionan los índices, se aprueban y se publican para que los puedan usar los contratistas, se están demorando entre 45 y 60 días. Este tiempo genera un costo financiero que el empresario consideró cuando se presentó a la licitación pública.
“El tiempo les insume un costo financiero adicional”, comentó el funcionario, y señaló que ese costo fue estimado por los contratistas y lo sumaron al valor de la propuesta de obra, por lo que sería una forma de “compensar” esas diferencias, pero entre la estimación y la realidad hay un “riesgo” que deben asumir los empresarios.
Subas sin techo
Atilio Calzetta, vicepresidente de la Confederación de Pymes de la Construcción de la República Argentina, comentó que los precios de los materiales han incrementado su valor a la par de las subas de la moneda norteamericana.
“El acero y los no ferrosos, como el aluminio y el cobre, subieron, y con ellos los materiales eléctricos, así como el PVC. Antes, el cemento no estaba dolarizado pero desde hace un tiempo sí, y en un mes subió un 11%, según datos oficiales”, comentó.
De acuerdo con el vicepresidente de la Confederación, esto se explica en que muchos de esos insumos son importados, por lo que las fluctuaciones del dólar afectan sus precios de manera directa.
“Cuando hay muchas variaciones de precios, las obras privadas se frenan hasta que exista mayor estabilidad”, cerró el empresario de la construcción, y comentó que aunque la obra pública avanza, los precios no se redeterminan con la misma velocidad que aumentan y eso les está generando complicaciones.
El hierro, el asfalto, el PVC (cañerías) y el cemento están atados al dólar, al igual que la grifería y las terminaciones, y sólo en agosto la moneda se depreció en un 9%, pasando de los $ 28,05 en que comenzó la jornada al primero de agosto a los más de $ 30,68 que alcanzó este lunes y la baja que tuvo ayer el dólar, situación que repercutió directamente en los precios de la construcción.
De acuerdo con Marcelo Bargazzi, titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Filial Mendoza), cuando aumenta el dólar aumenta todo, sin importar de qué tipo de vivienda se esté hablando (ya sea social o de mayor categoría).
"Las cañerías son plásticas y el PVC está regulado por el precio del dólar", indicó el empresario, quien también señaló que, por el contrario, si el dólar baja, los precios continúan con su tendencia alcista.
“El hierro lleva acumulado un 17% aproximadamente y el cemento otro tanto. Aunque no todo aumenta de la misma manera”, explicó Bargazzi.
Igualmente, desde las empresas del sector del hierro señalaron, que salvo promociones especiales, todos los insumos metálicos subieron entre un 12% y un 13% en lo que va del mes, y la última devaluación de la moneda va a significar un nuevo incremento.
Las más importantes
Cárcel Almafuerte II (costo de $ 1.100 millones).
Mejora Integral Costanera ($ 540 millones).
Reparación y mantenimiento de 580 edificios escolares ($ 580 millones).
Maternidad hospital Luis Lagomaggiore ($ 397 millones).
Nueva guardia Hospital Central ($ 267 millones).
Consultorios externos hospital Schestakow de San Rafael ($ 350 millones).
Ensanche y mejora de calle Paso en Luján de Cuyo (costo de $ 120 millones).
Construcción nuevo hospital Tagarelli ($ 342 millones).
3.560 viviendas en construcción ($ 3.500 millones).
Nuevo hospital Arturo Illia de La Paz ($ 65 millones).
Insumos para terminación de obra, el sector más crítico
La terminación de obra es uno de los puntos más críticos de una construcción, sin importar si se trata de una obra pública o privada.
Diego Pérez Colman, gerente general de Hipercerámico, expresó que desde mayo a la fecha, se han incrementado tanto los productos nacionales como los importados, los primeros en torno al 17% y los de origen extranjero acompañan el ritmo de suba que tiene el dólar.
El empresario comentó que los aumentos no se pueden trasladar directamente a los precios de todos los productos porque los que él vende pertenecen al rubro “terminación de obra” y no juegan el mismo rol protagónico que tienen el hierro y el cemento, por lo que se miden mucho más con las reglas de oferta y demanda.
Pérez Colman señaló que las ofertas y promociones con tarjetas de crédito de diferentes bancos son una de las alternativas vigentes para atraer a los consumidores.