El gobierno conservador de Mariano Rajoy ha enfrentado la crisis financiera, que es grave, con el recurso más fácil: aumentar el endeudamiento. En marzo se alcanzaron los 1.095 billones de euros por lo que el Estado debe más dinero que la riqueza que genera España.
El último dato señala que en marzo la deuda pública aumentó más de 14.000 millones, 2,5 veces más que en mismo período del año pasado. En 2007 el porcentaje del PBI para la deuda pública era del 36,3%. Ahora es por menos del 103% y aumenta con todo vigor.
Además, el déficit no puede ser superior al 3% y en 2015 llegó a un 5,1%, un nivel intolerable para los europeos.
Las medidas electoralistas que adoptó Mariano Rajoy para aumentar sus votos en los comicios generales pasados, han aumentado el déficit presupuestario e incrementado a cifras récord el endeudamiento público. Los populares bajaron los impuestos en plena campaña y aumentaros gastos sociales para halagar a los votantes. Fue inútil porque les concedieron un modesto porcentaje del 29% de los sufragios que no les permitieron, de lejos, poder gobernar.
Sanción de la UE
Pero la Unión Europea, que había firmado un compromiso, con el gobierno conservador para controlar su elevado quebranto y cumplir un programa de ajuste, no ocultó su enfado y sancionó a España con una multa de dos mil millones de euros “por los continuos incumplimientos sobre el déficit”.
Pero un gobierno conservador está en peligro de volver a ser castigado en las urnas el 26 de junio próximo después del gran fracaso de no poder formar gobierno después de más de cuatro meses de inútiles negociaciones.
Así que la Comunidad anunció que el castigo a España se aplaza para julio después de las elecciones. Los europeos, sin embargo, siguen con el ceño fruncido ya que los españoles tienen el segundo déficit presupuestario de la comunidad.
Exige la UE ajustes drásticos y a buen ritmo por 8.000 millones de euros en dos años. El déficit debe rebajarse al 3,7% del Producto Bruto Interno este año y 2,5% en 2017. En Bruselas prevén que el agujero será del 3,7% y 3,1% respectivamente. También reclama “medidas estructurales para corregir el exceso”. La Comisión ha debido por cuarta vez otorgar tiempo extra a España para cumplir sus obligaciones en materia de déficit.
Alarmado por la marcha de la campaña electoral Rajoy volvió a enredar el tema deficitario anunciando en el Financial Times que “si los ingresos fiscales continúan aumentando podemos prever otra reducción de impuestos”. El Financial crítica esta posición.
En su decisión de ayer, la Comisión también aplazó a principios de julio la decisión sobre eventuales sanciones a Portugal, que registró en 2015 un déficit de 4,4%, por encima del objetivo de 3%.
Lisboa tendrá este año para reducir su déficit por debajo de esta meta.
El gobierno del primer ministro socialista António Costa impulsa una “lectura flexible” de la reglas fiscales europeas, después que el anterior ejecutivo de centroderecha ya impulsara un vasto programa de ajustes a cambio de un rescate de 78.000 millones de euros.
“Tomamos en cuenta (...) el hecho de que son dos países que sufrieron de lleno la crisis, cuyas tasas de desempleo siguen extremadamente elevadas y que hicieron ambos esfuerzos significativos en materia de reformas”, subrayó Moscovici.
De aplicarse una multa, que según las reglas del pacto puede ser de hasta 0,2% del PIB, España o Portugal se convertirían en los primeros países multados por no cumplir las reglas del pacto de estabilidad.
Viejo líder secesionista quiere ser lehendakari
Dos meses y medio después de cumplir condena por sus vínculos con ETA, el histórico líder independentista vasco Arnaldo Otegi aseguró que será candidato a la presidencia del gobierno del País Vasco -pese a su inhabilitación- e intentará seguir los pasos de Cataluña hacia la secesión.
De visita en Cataluña para interesarse en el proceso independentista iniciado por la poderosa región del noreste de España, que considera un modelo a seguir por los vasco tras el fin de la violencia etarra, Otegi dejó claro hoy que tiene intenciones de abrir un segundo frente secesionista en España.
A pesar de que sobre él aún pesa una condena de inhabilitación hasta 2021, asegura que podrá ser lehendakari -jefe de gobierno vasco- si vence en las elecciones previstas inicialmente para octubre, porque esa sentencia no incluye los cargos para los que está inhabilitado y no serán los tribunales los que decidirán si es candidato o no.
“Tampoco lo decidirá (el dirigente del Partido Popular) Pablo Casado, lo harán nuestros militantes”, afirmó en entrevista con Catalunya Radio. Télam
