Endeudamiento: dólares o pesos, la duda del Gobierno

El Gobierno cree que si el juez Griesa avala el último pedido argentino, entonces será conveniente tomar préstamos en la moneda estadounidense. Pero el radicalismo teme una nueva devaluación. Mañana se definen los números del Presupuesto para este año.

Endeudamiento: dólares o pesos, la duda del Gobierno
Endeudamiento: dólares o pesos, la duda del Gobierno

El duelo final será mañana a las 8. A la hora señalada se verán las caras los negociadores del PJ y la UCR y puntearán todos esos números del Presupuesto 2014. Desde Casa de Gobierno no se ha filtrado ni un adelanto. Números guardados bajo siete llaves y que desvelan a los interlocutores del radicalismo, quienes esperan la cita acordada para conocerlos.

La idea es llegar a la reunión de las comisiones de Hacienda y Presupuesto de ambas cámaras con todo acordado y sentarse frente al resto de los legisladores a presentar el fruto del acuerdo. Por eso la reunión a primera hora, en la que el ministro de Hacienda Marcelo Costa, el subsecretario de Hacienda Juan Antonio Gantus y el senador Javier Cófano le presentarán las cuentas finales del oficialismo al senador Sergio Moralejo y al diputado Martín Kerchner.

El acuerdo político sellado entre PJ y UCR parece avanzar, a pesar de los debates. Nadie discute los 800 millones de pesos de deuda que le dará el radicalismo al Gobierno: más allá de algunos cacareos públicos o privados, lo acordado se mantiene a rajatabla. Y el destino de ese endeudamiento parece no tener grandes condicionamientos de parte de la fuerza opositora. Lo que se firmó después de meses de desencuentros, parece estar firme.

Ni siquiera será un problema el índice inflacionario que pretenda imponer el oficialismo. Días atrás, el presidente del bloque radical de senadores, Gerardo del Río, asumía que habría divergencia en este tema y que esa divergencia se resolvería en la votación en particular de la ley de presupuesto, pero que ese debate no era motivo como para hacer caer el acuerdo.

Es que desde ambos bandos se entiende que un punto más o menos de inflación a esta altura tiene una influencia relativa en el cálculo de ingresos del Estado. Es cierto que buena parte de los recursos que entran a las arcas públicas están influenciados por el alza de precios: el IVA es un impuesto coparticipable e Ingresos Brutos es el impuesto provincial que se calcula al pie de la factura de compra.

Pero en un contexto de caída de la actividad, el incremento de los precios no es directamente proporcional en la recaudación. Por esto es que asumir o no el número inflacionario no es imperativo, aunque sí tiene la importancia de una vieja batalla discursiva entre oficialismo y oposición.

Cófano cree que el número de los ingresos seguramente “estará por debajo de lo que el radicalismo cree”, pero tampoco el cálculo de ingresos parece ser demasiado problemático. Lo publicado en las páginas oficiales respecto de la evolución de la recaudación no permitiría una proyección tan desajustada a la realidad. Es claro que la recaudación es mayor que la del año pasado, pero también es cierto que hay una tendencia a la desaceleración innegable.

Para poner un ejemplo: en junio la recaudación de Ingresos Brutos fue de casi 605 millones de pesos; comparando con los 443 millones de junio del año pasado el crecimiento llegó al 35%, pero comparando con los 608 millones de mayo de este año, hay una caída de casi tres millones de pesos. Cabe aclarar que históricamente la recaudación de mayo es menor a la de junio, es decir que esta vez la plata de mayo sea mayor a la de junio es un dato preocupante.

De todos modos, reina la prudencia. Tanto Moralejo como el ministro de Gobierno, Rodolfo Lafalla, se muestran prudentes, aunque optimistas. “Estamos atrapados. Tenemos que cerrar”, dice Lafalla.

El gran escollo que se vislumbra no es un problema que pueda resolverse en Mendoza. La solución al problema está en el juzgado de Thomas Griesa y en las negociaciones del Gobierno nacional con los fondos buitre. ¿Conviene endeudarse en dólares o en pesos?

En el Ministerio de Hacienda hay optimismo respecto de las negociaciones; en la oposición hay cierta prevención. Es que si Griesa avanza en la declaración del “Stay”, Argentina no cae en default técnico y en el oficialismo se cree  que la deuda en dólares seguramente será más barata que en pesos.

Pero si no hay “Stay”, entonces el golpe se sentiría en las reservas del Banco Central para cubrir la necesidad de dólares del Estado nacional; esto implica que crecen las posibilidades de una devaluación y la depreciación de la moneda argentina hace más costosos conseguir los dólares para pagar las obligaciones. Es decir, la deuda crece y sin saber cuánto, como cree la UCR.

Deuda en dólares (sin el conflicto con los fondos buitre) implica mayor plazo y menor tasa de interés; deuda en pesos tiene la ventaja de que los intereses siguen el ritmo de la inflación, pero también crecen los ingresos para cubrir los pagos. Pero el plazo siempre será corto, porque no hay quien quiera prestar a mucho tiempo ya que la depreciación de la moneda termina licuando la acreencia.

El otro punto de conflicto que asoma es el ingreso de empleados estatales. La UCR quiere congelar todo ingreso, incluidas las vacantes, para empezar a bajar el gasto público. El PJ pretende reemplazar las vacantes que se produzcan. El debate será semántico y dará lugar a las diatribas; habrá que ver si la discusión se enciende como para romper la tregua firmada.

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